EL NUEVO IMPUESTO QUE NOS LLEGA, PARA MANTENER A LA UNIÓN EUROPEA.

Nos informa Chencho Arias en República.es de que la Unión Europea quiere establecer un nuevo umpuesto directo a los ciudadanos de la Unión para mantener las estructuras burocráticas del nuevo "Estado europeo". Además, gracias a él sabemos que el número de altos cargos con unos sueldos escandalosos, superiores al del Primer Ministro inglés, está alcanzando niveles estratosféricos, 997 altos funcionarios de la Unión, superando incluso al disparatado número de asesores personales de Zapatero, 666, como el número de la bestia.

Como siempre el Gobierno español no está dispuesto a ser menos que nadie en este asunto y ha apoyado la implantación de este nuevo sistema de financiación que pagaremos directamente los ciudadanos. No estaría mal la cuestión si eso sirviera para que nos rebajaran a nosotros el porcentaje de impuestos que se destina al funcionamiento de los organismos comunitarios pero ¿hay alguien que crea que esto va a ser así? No encontraremos a muchas personas tan cándidas, lo más probable es que el resultado se traduzca en la creación de un nuevo impuesto.

En el diario digital Euobserver.com podemos ampliar esta información. En la noticia Spain backs EU taxes, joining Poland, Austria and Belgium, podemos leer que: "Spain has come out in favour of direct EU taxation, one of the ideas being considered as part of a major review of European Union budgeting currently underway. In a statement indicating the government of Jose Luis Rodriguez Zapatero is much more receptive to the idea than London, Paris or Berlin, which have come out sharply against such proposals in recent days, the prime minister said on Tuesday: "any consideration to strengthen economic and financial capabilities by the EU will be seen by the government with interest."

Estas declaraciones Zapatero no afirman el apoyo español, pero habría que matizar que otros países europeos están mostrando su disgusto por el excesivo capítulo de gastos de la Unión (ver el artículo de Arias citado), especialmente Reino Unido, Francia y Alemania según nos informa el Euobserver.com: "The Dutch government, currently in formation after an inconclusive general election in June, looks set to join the UK, Germany and France in taking an ill view of the ideas. The three EU economic powerhouses in the last few days have sharply criticised what they view as a profound encroachment on national sovereignty, although it was initially reported that Mr Lewandowski received a sympathetic hearing from German finance minister Wolfgang Schaeuble".

Al mismo tiempo, en este mismo diario digital podemos leer que las instituciones europeas preparan un ajuste de su presupuesto con recortes en varias partidas, algunas de las cuales pueden afectar directamente a España como la propuesta de rebajar los fondos destinados a las regiones más desfavorecidas de la Unión en mil millones de euros. No es una cantidad significativa teniendo presente los volúmenes que se manejan habitualmente en la UE, pero no deja de ser contradictorio el actual volumen y el aumento de gastos en materia de personal con el recorte del dinero dedicado a algunas políticas comunitarias.

Por otra parte, el Ministro José Pepiño Blanco nos anuncia disimuladamente una subida de impuestos en El País. Blanco, considera que en España "los impuestos son muy bajos" y cree que debe abrirse una reflexión sobre si deben subirse para que lograr servicios e infraestructuras de primera. "La pregunta que siempre se tienen que hacer los ciudadanos es que si queremos unos servicios públicos de primera o unas infraestructuras de primera, tendremos que tener también impuestos homologables a los de los países europeos", añadió.

Lo que no dice Blanco es que reduciendo la Administración General del Estado, por ejemplo cesando a los 666 asesores de Zapatero provenientes todos del PSOE, y adelgazando las administraciones de las comunidades autónomas y ayuntamientos, nos ahorraríamos esa subida de impuestos. Pero a los amigos se les defienden, no se les despide ya que la fiesta la pagamos los demás, en Europa y en España.