miércoles, 25 de agosto de 2010

CONTINUAMOS CON EL TEMA DE MARRUECOS Y LA POLÍTICA EXTERIOR ESPAÑOLA

En lo que respecta a la hipotética posición de firmeza de la política exterior española, demostrada sólo en la cuestión de la retirada de las tropas de Iraq, estos días estamos teniendo nuevas muestras variadas del rumbo que marcan tanto el Presidente Zapatero como el Ministro de Asuntos Exteriores Moratinos en esta esfera del poder. El editorial de ABC titulado Las Sombras del Rescate nos recuerda que:
Como ya ocurrió en Somalia, el mensaje que captan los terroristas es que nuestro país es vulnerable a las presiones, a diferencia de otros Estados miembros de la UE. Sin duda, la vida y la libertad de los secuestrados es un valor de máxima relevancia, pero conviene no olvidar que el dinero obtenido por los secuestradores sirve para financiar a una organización terrorista que funciona a escala global y está dispuesta a realizar nuevos atentados contra intereses españoles"...... Si las organizaciones persisten en sus planteamientos, el Gobierno debería exigirles requisitos muy rigurosos e incluso impedir unas actuaciones que —más allá de su valoración subjetiva— suponen un perjuicio objetivo para el interés público.
Ya hemos tratado esta cuestión en otra entrada anterior por lo que no es necesario seguir insistiendo sobre ello, pero vamos a recordar que en el desarrollo de las negociaciones para la liberación de los cooperantes secuestrados en Mauritania ha tenido una especial intervención el CNI, según se desprende de los agradecimientos enviados por el propio Zapatero. Manuel Martín Ferrán en su columna titulada Pasteleros Gubernamentales, afirma que

"Nuestro CNI pone las guindas donde los franceses instalan la autoridad y la dignidad".
No sé si el CNI es capaz de realizar operaciones de inteligencia y seguridad como otros servicios de inteligencia de países occidentales, no sé si son eficaces o sólo una pandilla de hijos de generales enchufados en el servicio de inteligencia, pero legalmente el CNI no puede realizar determinadas actividades por iniciativa propia sino que debe seguir las instrucciones del gobierno que es quien según la ley le marca los objetivos. El CNI no puede decidir actuar de forma contundente contra los secuestradores porque no dispone de los medios para ello, sólo puede informar a otras instituciones del Estado que sí cuentan con esa capacidad, como el Ministerio de Defensa o el de Interior, así que conviene recalcar que de forma unilateral no puede actuar en este tipo de acontecimientos sino sólo seguir las órdenes del gobierno. Es decir, insistimos, el CNI obedece las órdenes del Gobierno.

En cuanto al tema de las relaciones con Marruecos, El País vuelve a hacer otro favor al Gobierno socialista de Zapatero en su editorial donde afirma:
"Lo que importa en las relaciones no es que sean excelentes ... De lo que se trata es .... de que sean estables y previsibles, de manera que encuentren solución rápida, y también transparente, los inevitables contenciosos que surgen entre países vecinos y con intereses divergentes en algunos ámbitos. Ese modelo de relaciones existía hasta que la diplomacia del ex presidente José María Aznar lo desbarató, y no ha sido sustituido por ningún otro".
Supongo que El País y sus editorialistas hubieran preferido que en aras de esa buena vecindad que preconizan los socialistas, y que se consigue con la cesión a todas las presiones y peticiones de Marruecos, Aznar hubiera empezado por ceder la soberanía de Perejil, después Alhucemas y los Peñones, y más tarde Ceuta y Melilla. Pero no, Aznar decidió actuar con contundencia ante una seria prueba marroquí a la capacidad de reacción española, y no es muy inteligente mezclar ocurrencias estúpidas de Federico Trillo con la actitud gubernamental sólo con el objetivo de criticar ésta. Muy diferente fue la actitud de Aznar a la de Zapatero, que ante las pruebas que le impone Mohammed VI prefiere la postura del avestruz, como si el apaciguamiento consiguiera resultados mejores que la firmeza.

Se ha recordado mucho estos días la anécdota de Churchill y Chamberlain, pero vamos a recordarla otra vez. En octubre de 1938 en la Conferencia de Munich, Hitler planteó a Chamberlain y Daladier (premieres de Reino Unido y Francia) la anexión de Checoslovaquia para evitar un enfrentamiento militar a lo que estos cedieron, regresando a sus países portando las buenas nuevas de haber evitado la guerra contra Alemania, siendo considerados "salvadores de la paz". “Merci, aux sauveurs de la paix” se les agradecía a ambos. Cuando Chamberlain regresó a Londres Churchill le espetó: "Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor, y además tendréis la guerra".

Desde entonces la conocida como política de appeasement ha sido sugerida como la solución a los conflictos humanos y políticos, aplicada en algunas ocasiones, pero nunca ha logrado obtener la paz sin que las consecuencias hayan sido nefastas.

Una vez más, y ya van muchas seguidas, hay que leer a Marcello en República.es para disfrutar un rato con las verdades difíciles de encontrar en otros periódicos, y esta vez con un toque de humor. En Marcianos Inteligentes y Españoles de a pie afirma:
"Si nos acercamos al caso español veremos, además, que la inteligencia biológica mas potente no ocupa los lugares de privilegio ni está al frente de los destinos de la nación sino que son los necios avispados o los mediocres oportunistas los que se han hecho con el control del poder y los que dirigen nuestro destino inmediato en medio de una crisis global de la economía en la que se acrecientan las diferencias y en la que todo va a peor, mientras las personas del mayor prestigio, inteligencia o capacidad se alejan de los centros de decisión en beneficios de unos profesionales del poder que viven de la política y no para la política y que han consolidado un modelo inexpugnable de supervivencia en la cosa pública ..... nadie o muy pocas cabezas ilustres y pensantes de este país están dedicadas a la política, y la situación es todavía mucho peor si miramos al gobierno de la nación, o a los gobiernos autonómicos .... Aquí la ignorancia es un grado y casi un mérito, como lo prueba la presencia de personajes como Blanco, Chacón, Aido y compañía en el gobierno de España, y ahí están y ahí siguen porque el líder Zapatero no les va a la zaga sino que hace juego con ese equipo de la gran mediocridad y la ausencia total de la excelencia que es lo peor que nos podría pasar en estos tiempos de grave contrariedad...."
Como asegura la conocida frase española, se podría decir más alto pero no más claro.

En definitiva, la política exterior practicada por el Gobierno socialista de Zapatero sigue sin tener muy claro que su objetivo es en primer lugar la defensa de los intereses españoles, y después la promoción de nuestros principios democráticos y los intereses de la Unión Europea. Muy al contrario, Zapatero sitúa en primer lugar sus principios ideológicos y más tarde, si los conoce, los intereses españoles. Primero el appeasement con Marruecos y después España Ceuta y Melilla, primero Cuba y después el Estado de Derecho.

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