miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA DESPEDIDA A ZAPATERO DE ARTURO PEREZ REVERTE

Merece la pena recordar a esta inane e inútil Presidente en la hora de su marcha, y mucho mejor que lo haga un maestro desde las páginas de XL Semanal. No estoy de acuerdo con algunos de los méritos que reconoce a este Mr Bean de la política, pero sí en los calificativos que le dedica.


Sobre imbéciles y malvados


No quiero, señor presidente, que se quite de en medio sin dedicarle un recuerdo con marca de la casa. En esta España desmemoriada e infeliz estamos acostumbrados a que la gente se vaya de rositas después del estropicio. No es su caso, pues llevan tiempo diciéndole de todo menos guapo. Hasta sus más conspicuos sicarios a sueldo o por la cara, esos golfos oportunistas -gentuza vomitada por la política que ejerce ahora de tertuliana o periodista sin haberse duchado- que babeaban haciéndole succiones entusiastas, dicen si te he visto no me acuerdo mientras acuden, como suelen, en auxilio del vencedor, sea quien sea. Esto de hoy también toca esa tecla, aunque ningún lector habitual lo tomará por lanzada a moro muerto. Si me permite cierta chulería retrospectiva, señor presidente, lo mío es de mucho antes. Ya le llamé imbécil en esta misma página el 23 de diciembre de 2007, en un artículo que terminaba: «Más miedo me da un imbécil que un malvado». Pero tampoco hacía falta ser profeta, oiga. Bastaba con observarle la sonrisa, sabiendo que, con dedicación y ejercicio, un imbécil puede convertirse en el peor de los malvados. Precisamente por imbécil.

Agradezco muchos de sus esfuerzos. Casi todas las intenciones y algunos logros me hicieron creer que algo sacaríamos en limpio. Pienso en la ampliación de los derechos sociales, el freno a la mafia conservadora y trincona en materia de educación escolar, los esfuerzos por dignificar el papel social de la mujer y su defensa frente a la violencia machista, la reivindicación de los derechos de los homosexuales o el reconocimiento de la memoria debida a las víctimas de la Guerra Civil. Incluso su campaña para acabar con el terrorismo vasco, señor presidente, merece más elogios de los que dejan oír las protestas de la derecha radical. El problema es que buena parte del trabajo a realizar, que por lo delicado habría correspondido a personas de talla intelectual y solvencia política, lo puso usted, con la ligereza formal que caracterizó sus siete años de gobierno, en manos de una pandilla de irresponsables de ambos sexos: demagogos cantamañanas y frívolas tontas del culo que, como usted mismo, no leyeron un libro jamás. Eso, cuando no en sinvergüenzas que, pese a que su competencia los hacía conscientes de lo real y lo justo, secundaron, sumisos, auténticos disparates. Y así, rodeado de esa corte de esbirros, cobardes y analfabetos, vivió usted su Disneylandia durante dos legislaturas en las que corrompió muchas causas nobles, hizo imposibles otras, y con la soberbia del rey desnudo llegó a creer que la mayor parte de los españoles -y españolas, que añadirían sus Bibianas y sus Leires- somos tan gilipollas como usted. Lo que no le recrimino del todo; pues en las últimas elecciones, con toda España sabiendo lo que ocurría y lo que iba a ocurrir, usted fue reelegido presidente. Por la mitad, supongo, de cada diez de los que hoy hacen cola en las oficinas del paro.

Pero no sólo eso, señor presidente. El paso de imbécil a malvado lo dio usted en otros aspectos que en su partido conocen de sobra, aunque hasta hace poco silbaran mirando a otro lado. Sin el menor respeto por la verdad ni la lealtad, usted mintió y traicionó a todos. Empecinado en sus errores, terco en ignorar la realidad, trituró a los críticos y a los sensatos, destrozando un partido imprescindible para España. Y ahora, cuando se va usted a hacer puñetas, deja un Estado desmantelado, indigente, y tal vez en manos de la derecha conservadora para un par de legislaturas. Con monseñor Rouco y la España negra de mantilla, peineta y agua bendita, que tanto nos había costado meter a empujones en el convento, retirando las bolitas de naftalina, radiante, mientras se frota las manos.

Ojalá la peña se lo recuerde durante el resto de su vida, si tiene los santos huevos de entrar en un bar a tomar ese café que, estoy seguro, sigue sin tener ni puta idea de lo que vale. Usted, señor presidente, ha convertido la mentira en deber patriótico, comprado a los sindicatos, sobornado con claudicaciones infames al nacionalismo más desvergonzado, envilecido la Justicia, penalizado como delito el uso correcto de la lengua española, envenenado la convivencia al utilizar, a falta de ideología propia, viejos rencores históricos como factor de coherencia interna y propaganda pública. Ha sido un gobernante patético, de asombrosa indigencia cultural, incompetente, traidor y embustero hasta el último minuto; pues hasta en lo de irse o no irse mintió también, como en todo. Ha sido el payaso de Europa y la vergüenza del telediario, haciéndonos sonrojar cada vez que aparecía junto a Sarkozy, Merkel y hasta Berlusconi, que ya es el colmo. Con intérprete de por medio, naturalmente. Ni inglés ha sido capaz de aprender, maldita sea su estampa, en estos siete años.


CATALUÑA DESPILFARRA, RECORTA SERVICIOS Y CULPA A ESPAÑA

Mientras el gobierno nazionanista catalán aprueba y prepara recortes al sistema de salud de esa comunidad autónoma, y a sus trabajadores, mantiene un elevado nivel de gasto en aquellas políticas consideradas nacionalistas, destinadas a crear nación, y las que reportan cuantiosos beneficios a no se sabe quien, aunque se intuye.

Para justificar esos gastos y el tremendo déficit que acumula, reclama un tratamiento fiscal privilegiado respecto al resto de las comunidades de España, y respecto a los clientes españoles que mantienen sus empresas.

Pero ellos siguen gastando sin sentido, excepto para ellos. Aquí tienen algunos ejemplos.

1. Política lingüística


En el pasado ejercicio, la Generalitat gastó 159 millones en fomentar el uso social de la lengua, sin contar en este apartado todo el capítulo de enseñanza, con el modelo de inmersión como guía. Así, se han destinado casi 20 millones a la subvención directa de diarios, televisiones y radios que utilizan el catalán, y en 2012 se destinarán 1,4 para doblaje, copia y promoción de películas en catalán.

2. Consejo de Garantías Estatutarias

El Estatuto fija la creación de una institución que asesore jurídicamente sobre el Estatuto y la Constitución. El cometido principal del Consejo de Garantías es la emisión de dictámenes previos, por ejemplo, a la interposición de una demanda ante el TC. Para su funcionamiento en 2011 se han consignado 3,6 millones, de los cuales 2,7 para personal.

3. Síndic de Greuges y otros organismos

La Generalitat se ha dotado de una estructura paralela de instituciones con correspondencia a nivel estatal. Se cuenta con Defensor del Pueblo propio («Síndic de Greuges») dotado con 7.9 millones. Del mismo modo, hay una Comisión Jurídica Asesora (3,4 millones), Sindicatura de Cuentas (12), Oficina Antifraude (5,3) o Consejo de Trabajo, Económico y Social (2,9).

4. Consejos Comarcales

La maraña administrativa tiene en los consejos comarcales —uno por cada una de las 41 comarcas— su ejemplo más sofisticado. La entidad, destinada a ayudar a los pequeños municipios, tiene una partida de 630 millones (500 para servicios y el resto para personal). Tienen 2.700 trabajadores; unos mil son consejeros. Son el perfecto refugio para centenares de cargos. Ahora, la pretensión de añadir otro nivel administrativo —siete veguerías con las que sustituir a las cuatro provincias— ha sido paralizada por el Parlament.

5. Medios públicos de comunicación

La Generalitat destina en el actual presupuesto 388 millones a TVC y otros 49 a Catalunya Ràdio, buques insignia de los medios públicos en Cataluña. Son señalados como principales agentes «en el mantenimiento del uso social del catalán, como efecto compensador del alud de oferta en castellano», tal y como se recoge en la memoria de los presupuestos. Dan empleo a 1.874 trabajadores en el caso de la televisión y 421 en el de la radio.

6. «Embajadas» y política exterior

El Gobierno catalán destina en 2011 una partida de 35 millones de euros a Acción Exterior, de los cuales 22 son para acciones de cooperación al desarrollo (principalmente a través de la concesión de subvenciones a ONG; esta partida ha pasado de 39 a 22 millones) y 13 (fueron 17,4 en 2010) para relaciones exteriores, cantidad en la que se incluye el mantenimiento de las seis delegaciones, o embajadas, y 35 oficinas comerciales en el exterior.

7. Selección catalana de dardos

La secretaria general de Deporte de la Generalitat tiene un presupuesto de 82 millones, y entre sus funciones está la de fomentar las selecciones deportivas catalanas, que recibieron en 2010 una subvención de 1,2 millones. El último logro, conseguir el reconocimiento de la selección catalana de dardos.

8. La «Diada» no se toca

Pese a la oleada de recortes generalizada, la Generalitat anunció que no pensaba modificar el formato del acto institucional de la «Diada» del 11 de septiembre, que se celebra frente a la puerta del Parlament, y que costó 300.000 euros el pasado año. Otras recepciones, como la de Sant Jordi, sí se han visto reducidas.

9. Informes de escándalo

Uno de los ejemplos más destacados de despilfarro de dinero público, asociado al amiguismo directamente, es el de los informes. Solo en 2007, cuando estalló el escándalo, se encargaron 1.583, por un importe de 31 millones. Se descubrieron algunas perlas, como el estudio de una agencia de detectives sobre el cultivo de la avellana o sobre el mejillón cebra.

10. Consejero del CAC, un destino dorado

Los órganos de supervisión audiovisual han sido tradicionalmente un destino dorado, aunque ahora se ha reducido su número. La CCMA (Corporación Catalana de Medios Audiovisuales), que controla los medios públicos, pasa de doce a cinco miembros, y el CAC (Consejo del Audiovisual de Cataluña), de diez a cinco. Los sueldos de los consejeros, por encima de los 100.000 euros.

NO CONTENTOS CON ESTO

Apenas un día después de anunciar que aplaza durante dos meses el pago de las ayudas a los geriátricos y centros de discapacitados concertados y colaboradores alegando «falta de liquidez», el Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat ha otorgado 875.450 euros en ayudas a 34 entidades de juventud, entre las que figuran la ramas juveniles de los partidos políticos y de sindicatos.

De esta cantidad, más de 176.000 euros se conceden a ramas juveniles de partidos políticos, y casi 100.000 a las de sindicatos, lo que suma casi un tercio de las subvenciones,. informa Efe. Tal y como según señala la resolución del departamento, la subvenciones se entregan porque estas entidades "son especialmente relevantes en el tejido asociativo juvenil y para reconocer tu tarea asociativa".

Se da el caso que el mismo departamento, dirigido por el conseller Josep Lluís Cleries, anunció el lunes que estaba preparando un plan para recuperar lo que considera valores tradicionales de Cataluña, como la tolerancia, el esfuerzo, la estimación y el respeto.

El importe asignado, según este documento, se paga con cargo a los presupuestos de la Generalitat para el ejercicio de 2010, prorrogados para 2011. Coordinació Rural de Catalunya (CRUC), con 70.835, es la entidad que mayor aportación recibe, seguida del Moviment Esplai del Vallés, con 70.000 euros, y la Juventud Nacionalista de Catalunya (JNC) con 62.461, rama juvenil de CDC.

Pago en dos plazos

Entre las asociaciones que más reciben destacan también la Joventut Socialista de Catalunya (JSC) que se subvenciona con 44.531 euros, Avalot-Joves de UGT de Catalunya, con 43.590, y Accio Jove- Jóves de la Comissio Obrera de Catalunya con 43.116.

A la Federación de Centros Juveniles Don Bosco de Cataluña se dan 39.398 euros, a la Federació Catalana de Joves Cambres 35.085, a Assoiacio Mirall 33.269, a Cruz Roja Juventut Catalunya 31.500 y a la Unió de Joves Democrata Cristians de Catalunya 30.000, juventudes de UDC.

DINCAT, que agrupa a más de 300 entidades que actúan en el ámbito de las persones con discapacidad intelectual en Cataluña recibe 29.872 euros, Noves Generacions del Partir Popular 26.984, y Joves Esquerra Verde -las juventudes de ICV- reciben 25.547, la misma cantidad que se concede a Juventuts d' Esquerra Republicana de Catalunya (JERC), de ERC.

En la resolución de la subvenciones, firmadas por el director general de la Juventut, Toni Reig, se señala que el pago se hará en dos plazos, un 80 por ciento se paga como adelanto, y el resto en el momento de la presentación de la justificación de la ayuda.

domingo, 25 de septiembre de 2011

LA ÉTICA PERIODÍSTICA DE EL PAÍS

A menos de dos meses de las elecciones, El País, consciente de que Mariano Rajoy será el próximo presidente del Gobierno salvo sorpresa mayúscula, se empeña en atacar su imagen y la del partido que lidera

El periódico le dedica este domingo 25 de septiembre una gran foto de portada debajo de la que se lee: Mirando a La Moncloa. Pero en las páginas interiores El País aprovecha para desenterrar los viejos fantasmas de Rajoy y para destacar los que considera sus defectos por encima de sus virtudes.

El candidato forjado en la supervivencia, se titula el texto firmado por el periodista José Luis Barbería., y que comienza resaltando que Rajoy "carece del carisma de otros líderes y de la popularidad de su oponente Rubalcaba", y de "estar reñido con la mercadotecnia y los medios audiovisuales". "Le ha costado tres décadas presentar sus credenciales de ´casi seguro presidente de Gobierno´", continúa un reportaje en el que se define al líder de los populares como "un superviviente nato que acostumbra a ganar por abandono, desistimiento, del contrario". Hasta mete por medio a su mujer: "Nuestro hombre ha vuelto de vacaciones con aspecto saludable y rejuvenecido, como si la emulsión ´frescura juvenil Elvira Fernández´, su mujer, 10 años más joven, le acompañara también en su despacho de la madrileña calle de Génova".

El reportaje es un compendio de dardos envenenados camuflados bajo la apariencia de una radiografía del próximo presidente del Gobierno. Hasta el hecho de que Rajoy salga a andar por las mañanas es motivo de mofa: "Hay que imaginarse al gigantón barbudo y algo desgarbado caminando velozmente a grandes zancadas como el señor de los bosques de la sierra madrileña". Como también las clases de inglés que recibe en casa cada semana: "Es dudoso que tres horas semanales en la lengua de Shakespeare le permitan ir más allá de un chapurreo básico de andar por casa". Y yo me pregunto: ¿lo intentó alguna vez Zapatero antes de ser Presidente?

Continua identificándole como "amigo del buen comer y beber" que suele mantener "largas sobremesas" y que "se pone irritable" cuando no cubre "sus mínimos de sueño". Y como un político "lacónico, socarrón, de ironía no siempre perceptible, desordenado y hasta caótico en sus cosas". Además, subraya que "su imagen de bon vivant ha perdido rotundidad" y que es "la antítesis del líder épico de personalidad arrolladora, pero forjado con un material altamente resistente a las hogueras domésticas y a las celadas".

En el reportaje le clavar la puntilla: "La pregunta, entonces, es qué grado de dependencia tiene el PP de Rajoy respecto a esa derecha bronca habituada a tocar tambores un día sí y otro también. ¿Y cuánto tardaría ese mundo radicalizado en volver a sus hábitos y fabricarse una alternativa si la política del nuevo Gobierno no colmara sus presupuestos ideológicos?". Ya está otra vez El País repartiendo carnets de buen demócrata. Si la derecha defiende sus postulados y no se pliega a la corrección política que El País nos ha señalado los últimos treinta años es poruqe está radicalizada y le gusta la bronca.

Esperemos que por nuestra salud democrática la crisis se lleve por delante a este grupo depredador cuanto antes.


sábado, 24 de septiembre de 2011

¿HAY GILIPOLLAS EN LA IZQUIERDA?

Los progres creen tener el monopolio de la moral pública, por lo que se consideran a sí mismos los únicos legitimados para juzgar las opiniones y las conductas del resto de los seres vivos. A su vez, los centro-reformistas aceptan la primacía ética de sus rivales y se someten a su juicio con la esperanza de que algún día perdonen su discrepancia ideológica. Ambas actitudes son aprendidas de forma intuitiva desde la primera camiseta astrosa del Che o el primer jersey de marca anudado al cuello respectivamente, de forma que si la izquierda decide que alguien con ideas distintas es gilipollas, el centro-reformismo acepta el veredicto sin rechistar.

En realidad, para los progres todo el que no comparta su basura doctrinal es gilipollas, porque son incapaces de entender que sus ideas son falsas construcciones sociológicas, contrarias al espíritu esencialmente libre del ser humano y causantes por tanto de una repugnancia espontánea en cualquiera que tenga una mínima sensibilidad intelectual para descubrir cómo funcionan las interacciones sociales en los grupos humanos. Convencidos de que sus chorradas conceptuales son el nuevo Decálogo para la humanidad y ajenos a los efectos reales sobre esa misma humanidad cuando tales mandatos se han puesto en práctica, los progres creen sinceramente que sólo una vasta epidemia de gilipollez congénita hace que existan todavía grupúsculos refractarios a aceptar la verdad revelada de la izquierda.

Parecería por tanto que entre las filas de la izquierda no existen gilipollas, pero sin embargo basta una mirada desprejuiciada a los personajes que fungen como líderes de opinión de ese submundo, sus declaraciones y sus conductas públicas, para darse cuenta de que no sólo hay gilipollas en el progresismo, sino que se trata de la categoría más extendida al menos en sus estratos hiperbóreos.

Por fortuna, esta aparente paradoja queda resuelta recurriendo a la autoridad máxima en la materia, El Gran Libro de los Insultos, obra del profesor D. Pancracio Celdrán y Gomariz (La Esfera de los Libros 2008), que en la entrada correspondiente al término que nos ocupa nos explica que el gilipollas, "sujeto con una personalidad mercurial, cambiante e insegura, no es un simple tonto, sino que participa además de la condición espiritual del bocazas que todo lo airea y saca a plaza sin guardar recato en la divulgación de la noticia". El gilipollas, de hecho, "no es malo porque no tiene coeficiente intelectual suficiente, pero es muy inoportuno y por ello peligroso, ya que puede echar cualquier cosa a perder llevado a su falta de juicio y ausencia de criterio para calibrar el alcance de sus acciones y discurso".

Lean de nuevo la definición y decidan ustedes mismos cuál es el político, cineasta, cantante o escritor al que mejor le cuadra. No es de derechas, seguro.
 
Pablo Molina es miembro del Instituto Juan de Mariana.
 
Nota: El autor autoriza a todo aquel que quiera hacerlo, incluidas las empresas de press-clipping, a reproducir este artículo, con la condición de que se cite a Libertad Digital como sitio original de publicación. Además, niega a la FAPE o cualquier otra entidad la autoridad para cobrar a las citadas compañías o cualquier otra persona o entidad por dichas reproducciones.
 

UN DIA EN LA VIDA DE UN LIDER PROGRESISTA

 

La jornada comienza muy temprano para el ungido izquierdista. En la cocina del moderno adosado de la mejor zona residencial del extrarradio y bajo un poster enmarcado del Che Guevara.

Ser de izquierdas con carácter profesional es un trabajo muy exigente. No por el horario, claro, porque al contrario de lo que se exige a las empresas privadas y sus trabajadores, a los que se prohíbe taxativamente cualquier modelo contractual ajeno a la férrea dictadura del convenio colectivo, el líder izquierdista goza de una flexibilidad absoluta para organizar su vida laboral y familiar.

La jornada comienza muy temprano para el ungido izquierdista. En la cocina del moderno adosado de la mejor zona residencial del extrarradio y bajo un poster enmarcado del Che Guevara, la sirvienta, ciudadana inmigrante a la que algún día habrá que dar de alta en la seguridad social (pero hoy no... mañana), sirve el café y el desayuno para los niños, todos repeinados y con el uniforme del mejor colegio privado de la zona. Porque los niños obviamente no van a la escuela pública; ni siquiera a un colegio concertado, que esos los suelen manejar los curas y no es cuestión de que le metan a las criaturas en la cabeza conceptos morales ajenos a la ciudadanía progresista. Privado, privado, de esos que garantizan la mejor preparación para afrontar la experiencia universitaria que, ocioso es decirlo, realizarán también en una institución privada, preferiblemente anglosajona, por aquello de los idiomas.
 
Acabado el desayuno, el dirigente izquierdista monta a la familia en el coche, un todo terreno de gran cilindrada, de esos que están acabando con el medio ambiente lanzando gases de efecto invernadero a mansalva. Primero hay que dejar a los niños en el colegio y después a la señora en el centro oficial donde trabaja de asesora contratada a dedo a razón de cuatro mil euros mensuales. A continuación, nuestro héroe llega al "partido" o al "sindicato", donde pasará la mañana defendiendo a la clase trabajadora de los embates del capitalismo.
 
El resto del día es un ajetreo vertiginoso. En primer lugar hay que organizar las manifestaciones contra los recortes educativos de la derechona. Es cierto que es el PSOE el responsable de los únicos recortes en el sueldo de los docentes, pero ZP es de los nuestros, qué coño, y si lo ha hecho ha sido por imposición de "los mercados", los mismos entes sospechosos a los que nuestro izquierdista imaginario confía sus finanzas, pues sus ahorros los tiene todos repartidos en varios fondos de inversión.
Por la tarde toca manifa violenta frente a un hospital que va a ser visitado por un alto cargo de la derechona, lo que le recuerda a nuestro protagonista que tiene que pedir cita en la clínica privada en la que suele pasar una revisión anual por cuenta del partido o el sindicato.
 
Ya en casa, la sirvienta a la que un día habrá que legalizar baña a los niños y sirve la cena a la feliz familia. Con las criaturas ya en la cama, el matrimonio disfruta de una velada tranquila viendo la programación de La Sexta. El Che Guevara les observa desde un flanco del salón. Mientras suben al dormitorio, nuestro protagonista rumia para sus adentros "y que haya todavía quien dice que la izquierda lo ha hecho mal estos siete años..."
 
Pablo Molina es miembro del Instituto Juan de Mariana.
 
Nota: El autor autoriza a todo aquel que quiera hacerlo, incluidas las empresas de press-clipping, a reproducir este artículo, con la condición de que se cite a Libertad Digital como sitio original de publicación. Además, niega a la FAPE o cualquier otra entidad la autoridad para cobrar a las citadas compañías o cualquier otra persona o entidad por dichas reproducciones

  • Cuando a un tipo de derecha no le gustan las armas, no las compra. Cuando a un tipo de izquierda no le gustan las armas, quiere prohibirlas.
  • Cuando a un tipo de derecha no le gustan los toros, no asiste a la plaza. Cuando a un tipo de izquierda no le gustan los toros, intenta prohibirlo.
  • Cuando a un tipo de derecha no le gusta el tabaco, no fuma. Cuando a un tipo de izquierda no le gusta el tabaco, no descansa hasta vetarlo.
  • Cuando un tipo de derecha es vegetariano, simplemente no come carne. Cuando un tipo de izquierda es vegetariano, quiere hacer campaña contra los productos a base de proteína animal.
  • Cuando un tipo de derecha es homosexual, vive tranquilamente su vida como tal. Cuando un tipo de izquierda es homosexual, hace escándalo para que todos lo respeten.
  • Cuando un tipo de derecha es perjudicado en el trabajo, reflexiona sobre como salir de dicha situación, y actúa. Cuando un tipo de izquierda es perjudicado en el trabajo, levanta una queja y hace huelga contra la discriminación de que fue objeto.
Y así hasta aburrirse