En un post anterior reuníamos las características del antiprogre que Lluís Basset considera como definitorias de aquellos que consideramos que el progresismo zapateril y su buenismo es una lacra para el desarrollo social, político y económico de la piel de toro, y que sienta las bases para que las dificultades en el futuro se incrementen debido al poso social y educativo que están dejando en lo que queda de ese país antes llamado España.
23 agosto, 2010 - Lluís BassetsReunidas todas las características del antiprogre en estos dos posts, tras leer sus descripciones despacio y sin prisas que realiza Bassets, no deja de resultar curioso como este defensor de la democracia y de las libertades, miembro de la dirección del periódico que más se arroga para sí el carácter de demócrata y moderno, destila tanto odio por su pluma.
Eskups del antiprogre: Relativismo
Los valores, eso sí que le gusta. Desde el día en que le contaron antes de dormir el cuento de los valores ya sólo quiere que se lo cuenten un día y otro.
Nadie los encarna mejor que ese anciano adorable, el buen Papa que los progres atacan y denigran. El antiprogre es ante todo un papista y cuando se hace viejo se confiesa y comulga como en su tierna infancia.
Y si son absolutos, mejor que mejor. A juego con la camisa y los gemelos. Y con los otros valores, claro está: los de la bolsa.
24 agosto, 2010 - Lluís Bassets
Eskups del antiprogre: Claridad moral
Concretemos: lo que le gusta es esa derecha extrema y dura, moldeada en derechos históricos y religiosos previos a cualquier Constitución, hostil a toda transacción, acostumbrada al auxilio de la fuerza y a tratar a quienes no se pliegan a sus deseos como enemigos o criados.
Es el ideal admirado, la derecha soñada: junto a las ideas reaccionarias y a la defensa cerrada de sus intereses exhibe la arrogancia y el sentido de superioridad moral de la izquierda.
La claridad moral es a la derecha lo que la superioridad moral es a la izquierda. Una impostura en ambos casos.
25 agosto, 2010 - Lluís Bassets
Eskups del antiprogre: Prochino
En un caso como mínimo tiene toda la razón histórica de su parte. Fue prochino cuando era progre y es prochino cuando se ha vuelto antiprogre.
Le gusta, como a los comunistas chinos, lo peor de los dos sistemas.
Le caen bien los chinos porque gracias a su Confucio recuperado son los más antiprogres del planeta.
26 agosto, 2010 - Lluís Bassets
Eskups del antiprogre: Impostor
El antiprogre suele ser una vocación tardía, con mucha frecuencia un advenedizo y a veces directamente un impostor.
Le sucede como al general Della Rovere, el farsante fusilado como jefe de la resistencia italiana contra el fascismo. Ahora daría la vida por ese antiprogre en el que ha conseguido encarnarse.
En el fondo es un mártir desgarrado de la modernidad: su alma está en el pasado, pero su cuerpo no se pierde ni una sola fiesta del presente.
27 agosto, 2010 - Lluís Bassets
Eskups del antiprogre: Regresión
El mundo retrocede aceleradamente hacia sus orígenes según el antiprogre. Su religión de la historia conduce a la creencia en la Regresión al igual que sucedía con la creencia en el Progreso.
Pero el antiprogre no es un pesimista histórico. Mantiene el optimismo de los progres porque en el fondo su Regresión, como sucedía con el progreso, es una forma de salvación de la humanidad.
En realidad, lo único que quiere el antiprogre es regresar al mundo perdido de su infancia.
30 agosto, 2010 - Lluís Bassets
Eskups del antiprogre: Despedida
El antiprogre es una caricatura patética del antimoderno del siglo XIX. El antimoderno combatía el progreso, el racionalismo, la Ilustración y el optimismo histórico. Nuestro antiprogre no, porque vive de todo ello.
El antiprogre es en realidad un ultraprogre, un progre tan desengañado que no puede soportar el conservadurismo de su época.
Lo siento por los viejos progres: si los antiprogres tuvieran un poco más de talento buscarían un objeto para su detestación más complejo y moderno.
31 agosto, 2010 - Lluís Bassets
Eskups del antiprogre: Y cierre
El antiprogre más feliz es el que ha perdido la memoria de su progre juventud y piensa y siente como un auténtico reaccionario sin que ni un solo recuerdo perturbe su buena conciencia.
Pero el mejor antiprogre es el que se sabe un farsante y se esmera como un artista en inventarse un pasado y construir un monumento a las ideas que nunca profesó.
El genio antimoderno se refugiaba en la literatura, el antiprogre en las columnas de la caverna y en las tertulias televisivas. Es el único lugar donde encuentra de vez en cuando algún fraternal ejemplar de progre, objeto de una detestación que da sentido a su vida.
En realidad él quiso redactar unos cortos comentarios humorísticos sobre la personalidad del antiprogre, ese ser malvado y cavernario que ha venido a este mundo a impedir la inconmensurable obra de los progres, pero le ha salido una lista de conceptos descritos sin el más mínimo criterio y muy probablemente basado en su propia experiencia personal con un@ amigo@ que le ha defraudado (que moderno y progre soy usando el símbolo de la arroba para referirme a los dos sexos). No hay más que ver como desliza la idea de que los antiprogres son ya ancianos caducos o personas de la tercera edad, cincuentones si acaso, y como recurre a su infancia para justificar su postura actual.
Parece evidente que Bassets no habla mucho con gente joven, o quizás sólo lo haga con progres que se consideran por encima del bien y del mal, encarnaciones de la ideología progresista, pero le puedo asegurar que alrededor de su domicilio, de su coche, en las tiendas, por el parque, puede encontrar jóvenes con no más de 25 años que ya están hasta el gorro del progresismo y el buenismo zapateril que hasta la fecha y a la mayoría de ellos sólo les ha proporcionado desilusión, desengaño, dificultades, falta de independencia, esfuerzos sin recompensa y un 50% de paro.
Mientras tanto, el progresismo zapateril entendido como modo de vida y de defensa de los intereses propios travestidos de intereses generales, a gente ya con una cierta edad, el contrapunto a esos viejos antiprogres, les ha proporcionado un bienestar personal y familiar que pocos conseguirán en España, les ha situado en la cima de la pirámide económica cultural y política, y desde allí dirigen a la sociedad y le ordenan como tiene que comportarse y como tiene que pensar. Ellos, los progres, regulan nuestras vidas y los pensamientos de nuestras conciencias, ellos nos facilitan la doctrina ya masticada y dispuesta a ser absorbida por nuestras escasas neuronas, a nosotros sólo nos queda obedecer y ser buenos ciudadanos de esta silenciosa dictadura. Para pensar ya están ellos, los demás sólo debemos limitarnos a disfrutar de sus ideas y ser felices, sin preocuparnos, sin pensar.
Gracias, queridos progres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario