Como hemos dicho en otros posts (por ejemplo aquí), la xenofobia está en aumento en Europa a pesar de los discursos multiculturalistas de los políticos europeos, que ignoran los problemas y las reclamaciones de sus ciudadanos, provocando que crezca el fantasma de la extrema derecha en algunas sociedades de las antes consideradas modélicas, y donde la inmigración se inició y aceleró mucho antes que en España.
El último ejemplo es Suecia, donde los Demócratas Suecos han sido realmente los vencedores en las elecciones generales de ese país.
A los «Sverige Demokrater» (SD) se les impidió participar en los debates y fue censurado en las televisiones. Sin embargo, pasa con creces la mágica frontera del 4% (un 5,7%) y entra en el Riksdag con 20 escaños. Como en Dinamarca, el electorado ha aplaudido su política nacionalista que pretende cerrar la puerta a los refugiados. Muy a pesar de los políticos tradicionales, que aseguran rechazar toda clase de cooperación con los recién llegados, la ultra derecha se cuela en el Parlamento y es la verdadera ganadora de los comicios.
Pues no, nuestros políticos seguirán con el discurso amable de puertas y brazos abiertos. La emigración es necesaria para nuestra economía, e inevitable teniendo presente la pobreza del "mundo exterior", pero debe ser controlada, regulada y restringida. Mientras nuestros políticos no lo asuman, entenderlo sólo no es necesario, nos encaminamos en la misma dirección que los demás países europeos.
El último ejemplo es Suecia, donde los Demócratas Suecos han sido realmente los vencedores en las elecciones generales de ese país.
A los «Sverige Demokrater» (SD) se les impidió participar en los debates y fue censurado en las televisiones. Sin embargo, pasa con creces la mágica frontera del 4% (un 5,7%) y entra en el Riksdag con 20 escaños. Como en Dinamarca, el electorado ha aplaudido su política nacionalista que pretende cerrar la puerta a los refugiados. Muy a pesar de los políticos tradicionales, que aseguran rechazar toda clase de cooperación con los recién llegados, la ultra derecha se cuela en el Parlamento y es la verdadera ganadora de los comicios.
Pues no, nuestros políticos seguirán con el discurso amable de puertas y brazos abiertos. La emigración es necesaria para nuestra economía, e inevitable teniendo presente la pobreza del "mundo exterior", pero debe ser controlada, regulada y restringida. Mientras nuestros políticos no lo asuman, entenderlo sólo no es necesario, nos encaminamos en la misma dirección que los demás países europeos.
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