viernes, 3 de septiembre de 2010

VARGAS LLOSA, NUESTRA TRANSICIÓN Y EL NACIONALISMO.

Leyendo El Cultural de El Mundo he encontrado una breve entrevista a Mario Vargas Llosa, ese magnífico escritor peruano odiado por mucha gente de izquierdas por salirse del prototipo de intelectual sudamericano, el partidario de las revoluciones sociales que conducen a mayor pobreza y a la dictadura de tipo comunista.

De su entrevista me llamó la atención la siguiente declaración: Yo creía que el gran éxito de la Transición había sido enterrar las rivalidades, la intolerancia, pero veo que no estaban tan enterradas, y ¡ojo! que unas minorías consiguen muchas veces, dadas ciertas circunstancias, arrastrar a la mayoría.

Y en esa situación nos encontramos en España, una minoría socialista empeñada en arrastrarnos a todos de vuelta a la Guerra Civil, esa que la gran mayoría de los españoles no vivimos, y a esa posguerra y dictadura que la gran mayoría no sufrimos o éramos demasiado pequeños para vernos afectados. A esos que sólo queremos ver avanzar el país para que nuestros hijos dispongan de una calidad de vida que nuestros abuelos nunca habían soñado.

Unas minorías nacionalistas empeñadas en llevarnos al enfrentamiento social, que trabajan con ahínco para alimentar odios entre las regiones basándose en sueños de grandeza que se defienden a través de "aldeanizar" a sus poblaciones.

Una minorías sindicales que para poder mantener sus prerrogativas están dispuestas a dificultar cualquier avance en materia laboral y quieren anclarnos en las leyes que Franco promulgó y que ellos han estirado para moldearlas según sus intereses.

La democracia en España ha dejado de ser el gobierno de la mayoría para convertirse en la dictadura de las minorías, unas minorías que buscan su lugar en la historia por medio del ultraje y el descrédito de la mayoría.

La opinión de Vargas Llosa sobre el nacionalismo es muy diferente a la que debería tener un personaje al que la izquierda española e iberoamericana encuadra en una derecha rancia. Entre sus "perlas" encontramos las siguientes:

Feria Internacional del Libro de Guadalajara de 2005: "Desde mi punto de vista, el nacionalismo es una catástrofe para cualquier país, en cualquier circunstancia".

Artículo de El País sobre la visita de Evo Morales a Europa en 2006: "El nacionalismo es la cultura de los incultos, una entelequia ideológica construida de manera tan obtusa y primaria como el racismo (y su correlato inevitable), que hace de la pertenencia a una abstracción colectivista -la nación- el valor supremo y la credencial privilegiada de un individuo".

De Wikiquote he extraído unas cuantas más del mismo tenor:

"El desafío mayor que tiene la cultura de la libertad, de la democracia en nuestro tiempo, viene de los nacionalismos."

"El nacionalismo es siempre fuente de crispación, de confrontación y de violencia, y eso no excluye al nacionalismo que juega a la democracia al mismo tiempo que a la exclusión. Es, sigue siendo, el gran desafío." Fuente: El Cultural, 19-25 de mayo de 2005

"El nacionalismo, lo mismo el centralista que los periféricos, es una catástrofe en todas sus manifestaciones". Entrevista en ABC

"[...] Claro que es una enfermedad; en la práctica, un rechazo del otro porque es la aspiración completamente utópica de ir hacia sociedades racial, religiosa o ideológicamente homogéneas. Y eso no es democrático y, además, no es realista, porque todas las sociedades han evolucionado y se han diversificado extraordinariamente, que es lo que la globalización significa, un fenómeno del que nadie puede apartarse". Entrevista en ABC

"Creo que, en última instancia, el nacionalismo está reñido con la democracia. Aunque hay que diferenciar el nacionalismo de pistoleros terroristas del nacionalismo burgués de CiU o del PNV. Pero si usted escarba en las raíces ideológicas del nacionalismo, éstas son un rechazo de las formas democráticas, un rechazo a la coexistencia en la diversidad, que es la esencia de la democracia. Por eso yo combato el nacionalismo en todas sus manifestaciones". Entrevista en ABC

Con motivo de la publicación de su último libro, El sueño del celta, Vargas Llosa vuelve a recordarnos sus pensamiento sobre el nacionalismo:

El nacionalismo siempre es contra alguien
- Bernard Shaw, lo recuerda Casement, decía que el patriotismo es una religión, un acto de fe. - Yo creo que el patriotismo es un sentimiento positivo, en lo que tiene de adhesión a la tierra en la que naciste, a la lengua que hablas, a los usos, costumbres, a las creencias en las que te formaste... Ahora bien, cuando el patriotismo se convierte en nacionalismo se vuelve negativo. El nacionalismo siempre es contra alguien, contra los otros, es una manera de proclamar una diferencia que secretamente quiere decir una superioridad sobre el resto. Por eso el nacionalismo tiene siempre un carácter peligroso, divisorio y violento.

Dice Vargas Llosa refiriéndose a los países africanos colonizados por los europeos
¿en qué se convierte el nacionalismo una vez que esos países alcanzan la independencia?: en un instrumento de poder sobre el cual se construyen dictaduras absolutamente corrompidas y violentas". Y quién dice que en Cataluña no estamos ya en ese proceso a pesar de que nadie se atrevería a decirlo. Porque actualmente las dictaduras en algunos países no consisten en acabar con el estado de derecho, sino en someter a la población a los deseos de las élites política través de otros medios legales, mientras esas mismas élites acaparan poder y riquezas en detrimento de sus ciudadanos.

Habla Vargas Llosa de “los peligrosos extremos”. “Amar a tu país, sí, pero no dándole la razón cuando no la tiene. Eso es un chantaje, es el nacionalismo del chantaje. Criticar a un gobierno no es criticar a un país, muchas veces es justamente lo contrario: criticas al gobierno porque amas al país”.


Y para acabar me gustaría resaltar esta otra que aunque no tiene relación con la cuestión de los nacionalismo sí me parece muy apropiada para la España actual:

"Los pueblos a veces se equivocan, y a menudo la pagan caro. Por regla general, los pueblos tienen los gobiernos que merecen tener, aunque luego se arrepientan."
Libertad Digital, 17/8/2008

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