- El discurso de Merkel siguió a unas declaraciones del gobernador de Bavaria, Horst Seehofer, de la Unión Social Cristiana, a la revista Focus, en las que afirmó que Alemania debería poner coto a la inmigración procedente de Turquía y de otros países musulmanes ya que no se integran en la sociedad alemana.
- Según los estudios sociológicos realizados en Alemania, en el país viven 3,5 millones de turcos que hasta la fecha miran más hacia Turquía que hacia Alemania cuando se trata de buscar referentes en cuestiones importantes en materia política y cultural.
- Según el estudio citado ayer de la Fundación Friedrich Ebert, no sólo casi el 60% de los alemanes son partidarios de "restringir sustancialmente las prácticas religiosas" , sino que el 30% de ellos se siente sobrepasado o abrumado por la presencia de inmigrantes en el país.
- Ante esta situación, es conveniente destacar una encuesta realizada en Alemania que arroja unos resultados preocupantes. Como recordamos en un post anterior, el político alemán socialista Thilo Sarrazin escribió un libro donde afirmó que los musulmanes son uno de los grupos étnicos-religiosos de inmigrantes que no realizan ningún esfuerzo para integrarse en el país. Su libro le costó el puesto en el Bundesbank pero le ha granjeado una gran popularidad. Según la encuesta, realizada por el Berliner Morgenposten, un 18% de los alemanes votaría a un partido dirigido por Sarrazin, y parece evidente que su nuevo y reciente protagonismo procede más de sus opiniones sobre la inmigración más que de sus planteamientos económicos.
Alemania, como consecuencia de los efectos en el subconsciente colectivo de su historia reciente, ha esquivado de momento la creación de partidos de extrema derecha con cierto peso en la escena política nacional, pero eso no durará siempre. Millones de jóvenes alemanes ven la 2ª Guerra Mundial como algo muy lejano y sus efectos psicológicos no durarán muchos más años, y entonces es más que probable que surja en el país más grande de Europa ese partido fascista cuya aparición tanto se teme.
Si los políticos actuales, en Alemania o en España, siguen empeñados en mantener la venda frente a los ojos y en darle la espalda a las consecuencias sociales de la inmigración masiva, no tardaremos mucho en ver la aparición de nuevos partidos de los considerados de extrema derecha en el resto de los Estados miembros de la Unión, y será entonces cuando critiquen y acusen de xenofobia a la sociedad, a los medios de comunicación y a esos nuevos partidos.
- Según los estudios sociológicos realizados en Alemania, en el país viven 3,5 millones de turcos que hasta la fecha miran más hacia Turquía que hacia Alemania cuando se trata de buscar referentes en cuestiones importantes en materia política y cultural.
- Según el estudio citado ayer de la Fundación Friedrich Ebert, no sólo casi el 60% de los alemanes son partidarios de "restringir sustancialmente las prácticas religiosas" , sino que el 30% de ellos se siente sobrepasado o abrumado por la presencia de inmigrantes en el país.
- Ante esta situación, es conveniente destacar una encuesta realizada en Alemania que arroja unos resultados preocupantes. Como recordamos en un post anterior, el político alemán socialista Thilo Sarrazin escribió un libro donde afirmó que los musulmanes son uno de los grupos étnicos-religiosos de inmigrantes que no realizan ningún esfuerzo para integrarse en el país. Su libro le costó el puesto en el Bundesbank pero le ha granjeado una gran popularidad. Según la encuesta, realizada por el Berliner Morgenposten, un 18% de los alemanes votaría a un partido dirigido por Sarrazin, y parece evidente que su nuevo y reciente protagonismo procede más de sus opiniones sobre la inmigración más que de sus planteamientos económicos.
Alemania, como consecuencia de los efectos en el subconsciente colectivo de su historia reciente, ha esquivado de momento la creación de partidos de extrema derecha con cierto peso en la escena política nacional, pero eso no durará siempre. Millones de jóvenes alemanes ven la 2ª Guerra Mundial como algo muy lejano y sus efectos psicológicos no durarán muchos más años, y entonces es más que probable que surja en el país más grande de Europa ese partido fascista cuya aparición tanto se teme.
Si los políticos actuales, en Alemania o en España, siguen empeñados en mantener la venda frente a los ojos y en darle la espalda a las consecuencias sociales de la inmigración masiva, no tardaremos mucho en ver la aparición de nuevos partidos de los considerados de extrema derecha en el resto de los Estados miembros de la Unión, y será entonces cuando critiquen y acusen de xenofobia a la sociedad, a los medios de comunicación y a esos nuevos partidos.
Cuando se crea el caldo de cultivo para la aparición de un "virus mortal", el virus acabará desarrollándose.
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