De vuelta de pasar unos días en Estados Unidos me vuelvo a encontrar en la prensa con el nacionalismo catalán, que no quiere pasar desapercibido ni en situaciones en las que el protagonismo recae sobre un Gobierno a la deriva y un presidente desnortado. Dos ejemplos:
El primero lo facilita el considerado moderado y ejemplo de cordura democrática, presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, ha hecho hoy un llamamiento al pueblo catalán a salir a la calle, el próximo 7 de noviembre en Barcelona, para recibir al papa con banderas catalanas. En su carta web semanal, ha destacado que la visita de Benedicto XVI a la capital catalana ofrece una oportunidad para “proyectar Cataluña y la ciudad de Barcelona” a los “más de 300 millones de personas” que verán el evento por televisión. “Tenemos que salir a la calle, tenemos que darle la bienvenida y hacerlo de tal manera que el mundo entero sepa que Cataluña tiene su propia personalidad, su propia identidad. Os animo a exhibir el símbolo que representa esta identidad”, ha apelado. “Demos la bienvenida al Santo Padre ondeando la bandera catalana para que sepa que aquí hay un pueblo con una historia milenaria, que tiene unas raíces cristianas indiscutibles”.
El segundo nos lo ofrece un artículo de El Confidencial, que afirma que "desde la independencia nos entenderíamos mejor con España", y cita las declaraciones de tres personajes que como es habitual sitúan el origen de todos los males en el resto de España y su codicia, y en la mala costumbre del Tribunal Constitucional de hacer cumplir la ley por una vez. Ello siguen siendo los "buenos" de la película.
Que hartazgo, espero que se independicen de una vez y dejen de suponer un lastre para la solución de los problemas de España, de parte de los cuales Cataluña es el origen.
El primero lo facilita el considerado moderado y ejemplo de cordura democrática, presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, ha hecho hoy un llamamiento al pueblo catalán a salir a la calle, el próximo 7 de noviembre en Barcelona, para recibir al papa con banderas catalanas. En su carta web semanal, ha destacado que la visita de Benedicto XVI a la capital catalana ofrece una oportunidad para “proyectar Cataluña y la ciudad de Barcelona” a los “más de 300 millones de personas” que verán el evento por televisión. “Tenemos que salir a la calle, tenemos que darle la bienvenida y hacerlo de tal manera que el mundo entero sepa que Cataluña tiene su propia personalidad, su propia identidad. Os animo a exhibir el símbolo que representa esta identidad”, ha apelado. “Demos la bienvenida al Santo Padre ondeando la bandera catalana para que sepa que aquí hay un pueblo con una historia milenaria, que tiene unas raíces cristianas indiscutibles”.
El segundo nos lo ofrece un artículo de El Confidencial, que afirma que "desde la independencia nos entenderíamos mejor con España", y cita las declaraciones de tres personajes que como es habitual sitúan el origen de todos los males en el resto de España y su codicia, y en la mala costumbre del Tribunal Constitucional de hacer cumplir la ley por una vez. Ello siguen siendo los "buenos" de la película.
Que hartazgo, espero que se independicen de una vez y dejen de suponer un lastre para la solución de los problemas de España, de parte de los cuales Cataluña es el origen.
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