No vamos a reiterar todo lo que han dicho los periódicos estos días sobre el Nobel de Vargas Llosa, pero sí quiero recordar que a pesar de que no esté de moda entre los escritores e intelectuales, el nuevo Nobel es liberal, un defensor de la libertad y la democracia, y un enemigo de las dictaduras, y que por todo ello cuenta con el desprecio de muchos de los considerados intelectuales y de gran parte de la progresía española.
A principios de septiembre ya puse un post sobre una entrevista de este autor y señalé mi admiración por él, que este premio no va a aumentar sino a consolidar.
También hay que alegrarse por el Premio Nobel de la Paz concedido al disidente chino Liu Xiaobo. Estas dos concesiones en menos de una semana nos llevan a preguntarnos ¿habrán bebido o comido algo extraño los miembros del jurado? Dar los premios de forma simultánea a dos enemigos de las dictaduras de izquierda abre una puerta a la esperanza de que la "intelectualidad" sea capaz de reconocer dónde se encuentran realmente los enemigos del ser humano. Pero seguro que es una esperanza vana.
A principios de septiembre ya puse un post sobre una entrevista de este autor y señalé mi admiración por él, que este premio no va a aumentar sino a consolidar.
También hay que alegrarse por el Premio Nobel de la Paz concedido al disidente chino Liu Xiaobo. Estas dos concesiones en menos de una semana nos llevan a preguntarnos ¿habrán bebido o comido algo extraño los miembros del jurado? Dar los premios de forma simultánea a dos enemigos de las dictaduras de izquierda abre una puerta a la esperanza de que la "intelectualidad" sea capaz de reconocer dónde se encuentran realmente los enemigos del ser humano. Pero seguro que es una esperanza vana.
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