jueves, 4 de noviembre de 2010

ZAPATERO Y OZYMANDIAS

Para muchos en España Ozymandias es sólo un personaje de la película Watchmen, basada en un cómic, pero es el nombre de un personaje poético muy famoso en la literatura anglosajona, el protagonista de un poema que muchos niños aprenden en sus colegios.

Se trata de un poema de Percy Bysshe Shelley, publicado en 1818, cuando los exploradores y los conquistadores ingleses viajaban por África y Asia, y hace referencia a los reyes y emperadores de la antigüedad que construyeron imperios y ciudades donde demostraban la amplitud y eternidad de su poderío, de sus victorias y la inmensidad de su orgullo.

Como Ozymandias en su tierra olvidada, Zapatero pretendía cambiar la historia de España, su configuración política, su sociedad, sus costumbres, ha querido ser el emperador que iba a cambiar la faz de España, iba a crear un nuevo sistema milenario abandonando el milenio anterior, iba a lograr la paz universal, nuestro país se iba a convertir en el motor y en el corazón de la Unión Europea, en el cordón umbilical con los países musulmanes y con el otro lado del Atlántico.

Pero como Ozymandias, sus logros han desaparecido tan rápido como aparecieron sus promesas, no sabemos cuanto duró el imperio de un personaje de ficción como Ozymandias, tampoco podemos imaginar si su pueblo pudo disfrutar de las migajas de lo obtenido por el Emperador, por el rey de reyes, pero sí sabemos cuál es el legado de Zapatero.

Les dejo el poema:
I met a traveller from an antique land
Who said: Two vast and trunkless legs of stone
Stand in the desert. Near them, on the sand,
Half sunk, a shattered visage lies, whose frown
And wrinkled lip, and sneer of cold command
Tell that its sculptor well those passions read
Which yet survive, stamped on these lifeless things,
The hand that mocked them and the heart that fed.
And on the pedestal these words appear:
"My name is Ozymandias, king of kings:
Look on my works, ye Mighty, and despair!"
Nothing beside remains. Round the decay
Of that colossal wreck, boundless and bare
The lone and level sands stretch far away


Conocí a un viajero de un antiguo país
que me dijo: hay en el desierto dos grandes piernas,
sin tronco, de piedra. Cerca, medio hundido
en la arena, yace un rostro destrozado. En su ceño,
en sus labios fruncidos, en su frío gesto de dominio y desprecio,
selladas sobre estas cosas sin vida
bien leyó su escultor las pasiones que aún sobreviven
a la mano y corazón de aquel que las tallaba.
Y aparecen en el pedestal estas palabras:
"Me llamo Ozimandias, rey de reyes.
Contempla mis obras, tú, poderoso y desespera."
Nada permanece. Alrededor de la decadencia
de esta inmensa ruina, ilimitada y desnuda
se extiende lejana la arena solitaria.

No hay comentarios: