miércoles, 3 de noviembre de 2010

LAS LECCIONES DE DEMOCRACIA DE EL PAÍS

Ya me he referido en varias ocasiones a la línea editorial de El País y a su insufribles lecciones de democracia a los españoles, especialmente a los de la oposición. Hoy me limito a copiar una opinión de Pablo Sebastián-Marcello en República.es, ya que este periodista es de los pocos que parece gozar de una independencia profesional que le permite escribir lo que quiera sobre quien quiera, como Pérez Reverte, aunque eso le haya llevado a un ostracismo de las élites periodísticas:
El diario El País se cae

Marcello

El otrora poderoso diario El País está de capa caída, y hay días que se nos cae de las manos y otros que se queda en el quiosco nada más ver lo que dicen en la portada –que suele ser el ocultismo de Zapatero y el ataque al PP-, la cancioncilla de siempre, como si Rajoy fuera el actual presidente del Gobierno y Zapatero el lánguido jefe de la oposición. Y por ello no paran de perder lectores y venta de ejemplares, y por eso y por otras cosas están hoy como están en su ruinosa situación financiera y a la espera de la ayudita del fondo Liberty, que les permita reducir un 25 por 100 su altísima deuda que los tiene acogotados y en eso que se llama “quiebra técnica”.

Pero la peor quiebra es la moral que está sufriendo el periódico en todas sus páginas de información nacional y editoriales, más portada, convertidas en un ataque obsesivo al PP, cuando quien gobierna en España es el PSOE y además bastante mal. Cualquier estudio hemerográfico de lo publicado por El País en lo que va de año en su sección de nacional, revelaría que más del 50 por 100 de sus noticias y reportajes son contra el PP, y que no llegan al 10 por 100 en informaciones, titulares y reportajes y análisis sobre el gran desastre de Zapatero. Y lo que es peor el despliegue de los ataques al PP de El País es en muchas ocasiones no es noticia o novedad sino una repetición de lo ya publicado, como les pasa y lo hacen con Gürtel, o Brugal. Vamos hay páginas que las sacan del archivo les cambian la fecha y a publicarlas una y otra vez, y todo eso solo para echarle una mano a Zapatero.

Y no les da vergüenza, ni se queja el Comité de Redacción, ni la defensora del lector, ni los sindicatos. Se quejan los lectores que abandonan a El País por sobrados motivos y por ocultar las causas y la autoría de la catástrofe que invade este país llamado España. Como en su día ocultaron el GAL y la gran corrupción del felipismo y no exigieron a Felipe González, su gran protegido, la responsabilidad política –y puede que penal- sobre aquellos abusos y crímenes como los de Lasa y Zabala que, como todos los muertos asesinados, vuelven y se aparecen una y otra vez como acaba de ocurrir.

La entrevista que José Luís Moreno “y sus muñecos”, le hizo a Rajoy era un compendio de tópicos contra el PP. Y como Rajoy es un pardillo y no tiene quien le asesore en esto –y otras cosas- se la tragó sin denunciar en esas mismas páginas la permanente manipulación y ataque de El País al PP o sin recordarles a los de Prisa que la primera función de la prensa en una democracia es la de contrapoder, y el poder lo tienen ahora Rubalcaba y el PSOE pero no Rajoy y el PP. Aunque este periódico hace ya muchos años que perdió la inocencia y ahora está salvar los muebles del PSOE de la quema electoral, y con ellos está la SER y CNN Plus, todos en línea y a las órdenes de Rubalcaba (Zapatero está en la UVI) pero sin un ápice de crítica al poder, tan solo unos pellizcos de monja para disimular.

Y todo eso a pesar de lo claro que está lo que pasa en España y lo que está pasando en la Moncloa. Con lo fácil que sería para Peridis, aunque fuera por una sola vez, pintar a Zapatero en el diván de Rajoy atendido por un psiquiatra –que es lo que parece que está ocurriendo de vez en cuando en la Moncloa- mientras Rubalcaba intenta clavarle un puñal. Pero el sectarismo y la manipulación llega hasta las viñetas y chistes de este periódico, que da pena verlo y leerlo y que no es ni sombra de lo que fue cuando arrancó, al inicio de la transición y antes de que los Polanco tomaran el poder.

En el PSOE van a pasar muchas cosas cuando pierdan las elecciones que las perderán, con o sin Rubalcaba, si la situación política sigue como va. Pero en Prisa –donde ya están pasando muchas cosas- y en El País deberían de producirse otros relevos de personas y de línea informativa y editorial cuando se apague Zapatero y el felipismo de Rubalcaba –que ahora parece haberse escapado de su tumba- regrese al panteón de donde nunca debió salir. Porque cuando se pierden ejemplares porque también se ha perdido la dignidad y el respeto a la verdad, el periódico entra en la peor crisis de un medio de comunicación: la del desprestigio moral y la falta de credibilidad. Y eso se empieza a notar.

Opinen Vds. mismos.

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