EL PSOE, LOS MEDIOS Y LOS EMPRESARIOS

Los empresarios con Zapatero

En España la empresa y la prensa, ésta también en su vertiente económica, depende de tal modo del Gobierno que la red de intereses mutuos es tan túpida que impide ver más allá de esa telaraña, todo en nuestro país está tan teñido de política que la libre competencia, la iniciativa particular, la independencia y la salud empresarial son objetivos ya no inalcanzables sino utópicos. Basta recordar a esos empresarios de la Fundación Everis que ahora protestan al gobierno pero que durante años han estado riéndole las gracias y dándole palmadas en la espalda, mientras muchos de ellos aumentaban su riqueza en progresión geométrica durante los primeros seis años del mandato de Zapatero.

Ayer mismo, por ejemplo, Rodrigo Rato se presentó junto a María Dolores de Cospedal. De todos es sabido que Rato fue Vicepresidente del PP, pero ahora es presidente de Cajamadrid. Un poquito de independencia, cara al público sería muy de agradecer.

Pero es que han habido más casos en los últimos días. Uno muy destacado, y particularmente preocupante y "vomitivo", es la situación de "arrastramiento" de los medios de comunicación ante el gobierno socialista. Rubalcaba ya les ha prometido la ayuda gubernamental ante la crisis, y con las elecciones a la vista, por lo que ¿alguien duda de la parcialidad de muchos de ellos? ¿y sobre las de las televisiones después del regalo de la publicidad? No hay más que ver la actitud complaciente que el diario El Mundo ha tenido en los últimos años con el Gobierno Zapatero, y que sólo ahora con la cercanía de las elecciones, el previsible desastre electoral socialista, y con la presión de ABC (su competidor natural y que ha recuperado gran parte del terreno perdido tras el 11-M) parece estar modulando.

Luis del Rivero y Pepe Blanco

Otro caso que no debería seguir siendo ignorado por la población es el del empresario de nuevo cuño Luis del Rivero, Presidente de la constructora Sacyr, que ha visto como su empresa y su capital se han multiplicado de forma escandalosa desde que los socialistas llegaron al gobierno. Afirma Marcello en República.es que: "Luis del Rivero y al que en algunos círculos empresariales y periodísticos califican como “el abrelatas” porque, con la bendición del hoy ministro de Industrial Miguel Sebastián, pretendió hacerse con el control de BBVA con un coloreado artificio contable y accionarial. De igual manera que no hace mucho Del Rivero quiso controlar la presidencia de Repsol para ver si desde ella, personalmente o por persona interpuesta –se habló de su socio Demetrio Carceller (hijo), antes que esa familia cayera en las redes de Hacienda-, el famoso “abrelatas” pudiera arreglar los graves problemas financieros y de la enorme deuda de Sacyr, a base de aumentar el reparto de dividendos de la compañía, o vendiendo parte de sus activos, en beneficio de los accionistas mayoritarios y en menoscabo de Repsol........ Pero Del Rivero, “el abrelatas”, es insaciable y además piensa que pronto se le puede acabar la protección del gobierno socialista y por ello acelera su ansia por controlar o para  desguazar Repsol, a ver si reduce la gigantesca deuda de Sacyr, lo que incluiría o supone debilitar a Repsol y el riesgo del desembarco en esta importante empresa española de algunos fondos o de otra petrolera lo que sería una pésima noticia para nuestro país".

Los amos de España

Ya los socialistas nos dieron una lección de lo que son capaces destrozando una rentable empresa española, ENDESA, que querían regalar a sus socios políticos y comerciales catalanes a través de su adquisición por La Caixa que usó como intermediaria a Gas Natural. Lo que no era más que concesión a los catalanes para que iniciaran la construcción de un monopolio de la energía en España, que se convertiría en una colonia energética de Barcelona, intentó disfrazarse de una compra comercial, pero en realidad sólo era la venta a precio de saldo de una empresa importante, y que sólo la obstinación y el buen hacer de Manuel Pizarro evitó.

En este caso, otra empresa energética, REPSOL, con gran éxito de gestión y una seria importancia estratégica para la economía española, puede acabar desguazada a manos de un desaprensivo amigo del gobierno socialista, que la utilizará sólo para sus intereses políticos y comerciales.

Tampoco el PP queda libre de pecado en esta situación, esta maraña de intereses a la que nada escapa en España y que está llevando a España y su economía, con la ayuda inestimable del Presidente Zapatero, a la ruina.