No todo en este mundo es la política española, cada día encontramos miles de temas en los medios de comunicación que afectan a nuestro país de una manera u otra, con mayor o menor intensidad, de algunos de los cuales sería conveniente hacer un pequeño seguimiento para no encontrarnos en el futuro con sorpresas desagradables ante una noticia inesperada.
El escenario internacional no cesa de ofrecernos noticias interesantes en ese sentido. Esta semana han llamado mi atención unas declaraciones del diplomático español Chencho Arias, que recogía El Confidencial Digital, en las que expone algunas de sus opiniones sobre
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Afirma Arias que El Presidente Obama mantiene unas malas relaciones con el lobby judío estadounidense, y que su Administración parece distanciarse de un gobierno israelí que contempla como Washington, acuciada por la crisis económica y otros problemas internos, está dejando el conflicto de Oriente Medio en un segundo plano.
Al mismo tiempo, se muestra convencido de que Irán acabará consiguiendo su deseado arsenal nuclear a pesar de todas las sanciones, presiones y dificultades que le imponga Occidente, lo que provocará la reacción militar preventiva israelí y un agravamiento de la conflictiva situación regional. Esta situación se verá agravada por la probable utilización de un arma atómica por parte de Al Qaeda en un acto terrorista.
Por si esas predicciones no son suficientemente alarmantes, Arias considera que China acabará enfrentándose en un conflicto militar con Estados Unidos, lo que indudablemente dividirá al mundo en dos o más bandos cuya composición aún está por determinar, si bien es cierto que cualquier observador podría ir configurando ya los dos "equipos" con un alto porcentaje de aciertos.
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En el ámbito de la política ficción caben cientos de hipótesis cuya veracidad no podrá comprobarse hasta dentro de decenas de años. Algunas de estas son más o menos descabelladas, especialmente cuando son difundidas por políticos en defensa de unos intereses muy particulares, y otras no dejan de ser opiniones sobre el futuro, pero cuando son emitidas por personajes en los que no se reconoce una especial tendencia al ridículo o al extremismo, y que son expertos en el campo de las relaciones internacionales, como son estos los casos de Friedman o Arias, el futuro se nos presenta aterrador.
Esperemos que se equivoquen.
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