Horas más tarde, los inspectores de Hacienda denunciaron lo que entienden como un "escandaloso trato de favor" a los presuntos defraudadores y acusan a la Agencia Tributaria de ser "fuerte con los débiles y débil con los poderosos", ya que la Agencia Tributaria habría dado a estos contribuyentes un plazo para regularizar su situación mediante declaraciones complementarias y evitar así su responsabilidad penal y administrativa, una oportunidad de la que no disfruta el resto de los contribuyentes, y de no haber iniciado inmediatamente las preceptivas inspecciones fiscales.
La Agencia Tributaria habría enviado un requerimiento a los titulares de las cuentas opacas para que regularicen su situación antes del 30 de junio, evitando así sanciones administrativas y denuncias en los tribunales.
Este trato sería equivalente a la amnistía fiscal que se ha venido anunciando y que permite a los defraudadores regularizaciones, incluso parciales, y se les pone sobre aviso de la información de que dispone Hacienda sobre ellos.
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