Ha bastado que esta administración haya iniciado una leve resistencia a la política de hechos consumados de Gibraltar e Inglaterra (dos caras de la misma moneda) para que un destacado político del PSOE haya hecho un par de observaciones. La primera, que esa actitud es un examen de españolidad y la segunda que ponerse 'farruco' con Inglaterra no da resultados.
No acabo de comprender cómo es posible que ni PSOE ni IU entiendan Gibraltar. En la izquierda y no solo la izquierda, sino en el pensamiento liberal, hay dos cosas que no se toleran. El incumplimiento de la legalidad internacional y el imperialismo. Del primero hemos tenido muestras en guerras recientes 'de elección', cárceles secretas, interrogatorios 'reforzados', drones, espionaje masivo y demás parafernalia. Del otro imagino que no hace falta dar muchos detalles. La izquierda española venera a Fidel Castro, Chaves, Morales, etc., por antiimperialistas, es decir, por anticolonialistas, que es lo único que se puede ser en el mundo a estas alturas del siglo.
Hete aquí que Inglaterra, en el caso de Gibraltar, no cumple con la legalidad internacional. Ni con la ley general ni con la particular. Ley general. En la Asamblea General 2353 (XXII), de 19 de diciembre de 1967 las Naciones Unidas declararon:
“La Asamblea General, habiendo examinado la cuestión de Gibraltar [...]. Considerando que toda situación colonial que destruya parcial o totalmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y específicamente con el párrafo 6º de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General [...]. 1. Lamenta la interrupción de las negociaciones recomendadas en las resoluciones 2070 (XX) y 2231 (XXI) de la Asamblea General; 2. Declara que la celebración por la Potencia administradora del referéndum de 10 de septiembre de 1967 contraviene las disposiciones de la resolución 2231 (XXI) de la Asamblea General y las de la resolución aprobada el 1 de septiembre de 1967 por el Comité Especial [...]. 3. Invita a los Gobiernos de España y del Reino Unido [...] a reanudar sin demora las negociaciones previstas en las resoluciones 2070 (XX) y 2231 (XXI) de la Asamblea General, con miras a poner fin a la situación colonial de Gibraltar y a salvaguardar los intereses de la población al término de esa situación colonial”.
¿Qué ha dicho Cameron? Que Inglaterra ya hizo un referéndum en 1967, legal o ilegal, le da lo mismo. No negocia. Para los que creen que en Inglaterra Gibraltar es cuestión de Estado, añade: "Lo que sí hicieron pasadas administraciones" (inglesas, se entiende).
Ley particular. Tratado de Utrecht. Cuando Inglaterra no necesite Gibraltar, se lo devolverá a España. ¿Qué dice Inglaterra? Que ya les concedió autonomía interna a los gibraltareños y que eso pone fin al estatus colonial del Peñón.
Primera causa progresista. Forzar que Inglaterra cumpla con la legalidad internacional. Inglaterra no es fuente de Derecho Internacional.
Dos. ¿Y por qué no negocia? Porque Inglaterra quiere mantener una colonia sobre territorio español. ¿Cómo no va a ser eso una causa de la izquierda? ¿No lo fueron Vietnam, Argelia, Kenia y demás guerras coloniales? ¿Como es que la gente que manda a sus hijos a campamentos de verano del subcomandante Marcos pueda considerar 'facha' reclamar la soberanía sobre el Peñón? ¿Como los admirativos viajeros a Cuba se manifiestan indiferentes cuando el imperialismo les afecta a ellos personalmente?
Entiendo que es duro y humillante, pero hagan el ejercicio. Miren el mapa del mundo. Allí donde se produce un cuello de botella marítimo ese lugar está en manos de sus habitantes. Turquía en el Bósforo, Suez en Egipto, el Canal en Panamá...se exceptúa solo Aden en las aguas turbulentas de Bahrein y Somalia. ¿Es normal que a España se le reserve el mismo tratamiento que a Somalia? ¿Es que cuando Nasser nacionalizó el Canal de Suez en 1956 el PSOE o el entonces PCE no consideraron esa victoria como propia? Por cierto: ¿a algún egipcio se le ocurrió decir que exigirlo era un examen de 'egipcialidad'? ¿Cuando en 1977 Torrijos recuperó el Canal no se celebró entre la izquierda española? ¿Puede alguien decirme qué panameño acusó a sus políticos de populistas por solicitarlo? Preguntas retóricas. Lo cierto es que al dia de hoy, en pleno 2013, Inglaterra nos trata peor de lo que trató a Nasser en 1956 o de los que los USA trataron a Torrijos en 1977.
Entiéndase. Somos herederos de una historia terrible. Tres guerras civiles en cien años, la última ganada por un émulo de Mussolini y Hitler, por cuyo eterno descanso publicaba la prensa española una esquela todos los años, y una economía que hasta los años ochenta del Siglo XX la OCDE calificaba de “en vías de desarrollo”. Es normal que tan delicado lugar del mundo, no tan lejano de la Somalia de hoy, estuviese en manos del Imperio Británico. Lo que no es normal es que, cerrado el Almirantazgo en el lejano 1964 y muerto Franco en 1975, sobreviva entre nosotros ese residuo. Menos aún que su eliminación pueda ser objeto de lucha partidista entre los españoles.
Vamos a entrar ahora en el tema de España, concepto igualmente progresista. Cuando se produjo la transición, los nacionalistas vascos y catalanes volvieron del exilio. Obviamente Adolfo Suárez no porque estuvo siempre en su casa. Y eso creó una inferencia falaz. “Como Franco me ha perseguido, entonces soy progresista”. Sucede, sin embargo, que la línea progresista/conservador no pasa por la persecución franquista. Franco 'persiguió' a los monárquicos liberales y hasta a los demócratas cristianos. Eso no les hizo de izquierdas. Cuánto menos a los llamados 'nacionalismos' vasco y catalán. El PNV no es progresista para nada. El PNV es el heredero del viejo carlismo, alzado dos veces contra la legalidad constitucional de la España liberal para conseguir que la soberanía dejase de estar en el pueblo español y siguiese en la sagrada persona del Rey. ETA ya nos ha revelado que su metáfora no es la sierra boliviana del Che sino la República de Weimar. En cuanto a los catalanes de Prat de la Riba y Cambó, nunca se plantearon otra cosa sino la autonomía porque imaginaban que se gobernarían mejor desde Barcelona que desde Madrid. Les debemos muchas cosas. Pero también los dos mil obreros asesinados al año por el terrorismo blanco durante la Restauración.
En materia de nacionalismo, en España no hay ninguno que sea interclasista, popular, universal, espontáneo y, en definitiva, revolucionario, salvo el del 2 de Mayo. Por qué la izquierda no ha alzado esa bandera me supera. Cómo es posible que tan asombrosa fecha, ciertamente única en la Europa de su tiempo y en la historia del mundo, haya terminado siendo fiesta solo autonómica, también.
Vamos a ver si, pasada ya una generación desde los idus de la Transición vamos poniendo las cosas en su sitio. España viene del 2 de Mayo y es nación y tan liberal como los EEUU, Francia o Italia. La Euskadi del PNV viene del carlismo y no lo es. CiU es hija de la burguesía y tampoco es ni interclasista ni progresista ni estatalista por mucho que Franco los mantuviese en el exilio hasta el día de su muerte. En cuanto a Franco, decir que el Ubicuo y España son uno y lo mismo es aberrante. Durante los 40 años de franquismo España no fue soberana. La soberanía se la quedó el General-ísimo y a tiros.
Por tanto, reclamar Gibraltar es un acto en defensa de la legalidad internacional y un hecho anticolonialista exigible a todos los ciudadanos, muy especialmente a los de izquierda, desde una perspectiva común española. Yo entiendo que, dada nuestra historia, las heridas estén todavía sin curar. Así que si unos españoles se quieren manifestar por una calle, por aquello de la dignidad nacional, y los otros por otra, por lo del antiimperalismo y el anticolonialismo, habremos de padecerlo. Pero el objetivo ha de ser común. El cumplimiento de la legalidad internacional y el fin del imperialismo inglés sobre suelo español. Y el sustrato detrás de las dos sensibilidades, común también. El recuerdo y la reivindicación del acta de nacimiento de la España contemporánea. El capitán Pedro Velarde, espada en mano, en lo alto de las escaleras del cuartel de Monteleón exigiendo que se abriesen las puertas del fuerte al pueblo español, a la Historia, y en definitiva al parto de la Nación española, cobijo de todos y fondo común de dignidad y sacrificio, traicionado al final, ¡cómo no!, por su clase dirigente.
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