viernes, 18 de enero de 2013

LA GUERRA DE SIDI IFNI, OTRA GUERRA OLVIDADA

Ifni sería sinónimo de «guerra olvidada» si no fuera porque en España hemos olvidado todas excepto la contienda Civil. De otras (Afganistán) hasta hay reparo mentarla como tal. Sin embargo la guerra de Sidi Ifni está tan presente en la Historia reciente de España que hasta un diputado de CiU, Jordi Xuclà, defendió a finales del año pasado en el Congreso de los Diputados que el Ministerio de Defensa otorgue un reconocimiento a «estos viejos soldados» que combatieron en la última guerra colonial que afrontó España. ¿El enemigo? El recién independizado Reino de Marruecos que anhelaba controlar la zona norte del Sahara Occidental. 23 de noviembre de 1957-30 de junio de 1958.

Antes de adentrarnos en la contienda, recordemos que aquellos territorios de Ifni fueron concedidos a España por el sultán de Marruecos Mohamed IV en 1860, en virtud del Tratado de Wad-Ras, para colmo francés. No fue hasta el Gobierno de la II República cuando, entre abril y mayo de 1934, la fuerza expedicionaria española hizo efectiva esa presencia en la que era «la última aventura colonial española», tal y como relató el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales cuando acompañó a las tropas en su entrada en aquellos territorios:

«- ¿Ves aquella montaña abrupta? Es de los españoles. ¿Ves aquel valle fértil? Es de los franceses», simplificaban los «moros del Norte» al periodista español su visión de la ocupación europea del norte de África, un relato que a modo de crónicas recoge el libro «Ifni, la última aventura colonial española» (Ed. Almuzara). Aquellos eran tiempos de paz.

Sin embargo, tras obtener la independencia Marruecos (1956) la relación balsámica se rompió. Llegando los primeros sucesos graves y disturbios en la primavera de 1957 con asesinatos de leales locales a España.

Para adentrarnos en el foco de uno de los conflictos malditos de la Historia de España (Franco ya era jefe de Estado), acudimos al escritor y coronel retirado de artillería José María Manrique, autor del libro «Ifni, 1958. Sangriento combate en Edchera», de la editorial vallisoletana Galland Books.

Un relato que precisamente da cuenta del combate más sangriento que los legionarios españoles tuvieron que afrontar durante una jornada llegando a perder la vida 48 hombres (de los 198 totales durante la guerra olvidada), todos ellos de la I agrupación formada por la XIII Bandera de la Legión. Por aquella batalla se concedieron las últimas Laureadas individuales. Precisamente el pasado 13 de enero se cumplió su 55º aniversario.

Pero, ¿por qué se originó la guerra de Sidi Ifni? «Tras la Independencia de Marruecos, forzada por Francia, el reino alauita se lanzó a una campaña de recuperación de territorios dentro de la idea del mítico Gran Marruecos. Campaña, por otra parte, que a Mohamed V le venía muy bien para desviar hacia el exterior los ardores de las fuerzas comunistas que lideraban gran parte del "Ejército de Liberación"; estos combatientes se habían alzado, fundamentalmente, contra los franceses».

Dentro del Protectorado de Marruecos no estaba el territorio de Ifni (cedido por el tratado de 1860), aunque sí la franja norte de la denominada África Occidental Española: zona sur del Protectorado que incluía Tarfaya o Cabo Juby, al Norte del Sahara y lindante con él por encima del paralelo 27º 40' límite de la frontera Norte de España en aquellas tierras africanas. «Es decir, Marruecos se lanzó a expansionarse a expensas de España (en Ifni y el Sahara) y, luego, de Argelia, además de a neutralizar el veneno del socialismo inoculado en muchos de los que habían combatido contra Francia». Por esto último también contó desde el principio con el apoyo de EE.UU. tanto en materiales supuestamente abandonados en las bases americanas, como en el campo diplomático.

Hay que recordar que «Mr. Marshall» no pasó finalmente por España y el presidente Dwight D. Eisenhower no lo hizo hasta diciembre de 1959, precisamente un año después de la guerra de Sidi Ifni tras la cual España comprendió que no podía mantenerse aislada. En octubre de 1957 la situación estaba cada vez más tensa en Sidi Ifni. El día 23 las tropas marroquíes ocuparían dos pueblos en los alrededores: Goulimine y Bou Izarguem. El cerco a Ifni comenzó. El 23 de noviembre Marruecos se decidió a lanzar un ataque sobre Sidi Ifni que fue rechazado por las tropas españolas, lo que obligó a Marruecos a centrarse en el asedio de las cercanas poblaciones de Tiliuin, Telata y Tagragra.

Hasta la primera semana de diciembre fuerzas paracaidistas españoles no rompen el cerco sobre estas poblaciones y trasladan a su población civil y militar hacia Ifni. Comienzan a producirse las primeras bajas y nombres como el del soldado Joaquín Fandos Martínez, el teniente Ortiz de Zárate o el capitán Niceto Llorente Sanz actúan con valentía. Sidi Ifni se convierte en el fortín español. El asedio final espera. «La guerra apenas encubierta sorprendió al mando militar español en general. Y, aun peor, fue que los norteamericanos negaron el empleo del Material de Ayuda (AYAN), por lo que la mayor parte de los materiales de la Aviación, la Marina y el Ejército de Tierra quedaban inutilizados de un plumazo. El veto dejó maniatado a los Ejércitos Españoles», esgrime el escritor José María Manrique.

Sidi Ifni es abastecida por mar por tres buques de la Marina y rápidamente los marroquíes también comprenden que será un fortín inexpugnable protegido por posiciones defensivas en un perímetro de unos 30 kilómetros y a unos diez kilómetros del centro de la capital. 7.500 defensores españoles resistieron a las fuerzas marroquíes. El asedio duraría hasta junio de 1958 pero antes los escenarios de la guerra se centrarían en Edchera y el Sahara español. «Hasta la acumulación de los necesarios refuerzos, las guarniciones en la zona lo pasaron bastante mal. Posteriormente, con gran esfuerzo, se barrió al enemigo (en el Sáhara con la colaboración francesa). No se le pudo destruir porque, tanto Francia como EE.UU. se opusieron a que nuestras fuerzas entraran en Marruecos», explica el autor del libro.

Finalmente España y Marruecos firmarían la paz con los acuerdos de Angra de Cintra, una bahía situada al sur de Villa Cisneros, actual Dajla. En virtud de ese acuerdo se entregaba a Marruecos Cabo Juby, entre el río Draa y el paralelo 27º 40', excluyéndose del dominio alauí Sidi Ifni y el resto del Sahara español. «El apresurado tratado de paz supuso un mal precedente con Marruecos, además de la ignominia de no obligar a esta nación a que devolviera los prisioneros españoles que las "bandas" habían hecho, liberación que tuvo que esperar su tiempo», recuerda el coronel retirado. La paz está firmada, no obstante volvamos a la guerra... ¿Y Edchera?

«En Edchera se pagó la supresión del escuadrón de caballería de Tiradores de Ifni, consecuencia de la desmovilización de la mayoría del personal nativo tras la independencia de Marruecos. Aquel escuadrón, incluso dotado de achacosas autoametralladoras cañón («Chevrolet» del Ejército Popular) hubiera hecho, con mejores resultados, las misiones de exploración que hizo la Bandera de la Legión y que le costaron aquella derrota. También hubo falta de información y, sobre todo, exceso de confianza y desprecio del enemigo. Se tuvo prisa por lograr una victoria sin esperar a que terminaran de desembarcar los refuerzos expedicionarios.Incluso se inició la operación sin prever el apoyo aéreo», sentencia el experto en ese desastre militar olvidado de nuestra Historia.

¿Qué sucedió aquel 13 de enero de 1958? ¿Por qué? El día antes una columna de las fuerzas irregulares del autodenominado Ejército de Liberación Sahariano, muy leal al futuro rey Hassan II, atacó sin éxito el El Aaiún español. Retirados se centraron en el cercano paso de Edchera donde dos compañías de la XIII Bandera de la Legión llevaban a cabo una misión de reconocimiento.

La emboscada aconteció el día siguiente. El primer pelotón aguantó lo indecible hasta que las numerosas bajas mermaron su fuerza aunque esa brava acción evitó una masacre mayor. Cayeron en tal acción el vallisoletano brigada caballero legionario Fadrique Castromonte y el vizcaíno caballero legionario Maderal Oleaga. Los últimos caballeros laureados del Ejército español.

En 1969, y acorde a la resolución 2072 de Naciones Unidas, España descolonizó Sidi Ifni y el Sahara Occidental, este último territorio en poder español hasta la «Marcha Verde» de 1975. «La entrega de Sidi Ifni a Marruecos fue un acto de realismo político. Sin el apoyo norteamericano y francés, aquel enclave era antieconómico defenderlo, salvo que se fuera a la guerra abierta con Marruecos. Y ya se había visto que ello sería sin el material americano. Puede que por ello se lanzara nuestra Patria a continuar y ampliar la política de ser lo más autárquicos en medios militares de todo tipo, incluidos los nucleares y sus vectores de lanzamiento. Y hablando de enclaves antieconómicos, Ifni lo era y Gibraltar lo fue, como bien saben los ingleses, mientras estuvo cerrada la Verja», apunta el escritor.

Volvemos al maestro periodista Chaves Nogales y su paso por el Ifni del 34: «Aquí en Ifni, como en el norte, también nos ha tocado el hueso. Los moros, sin temor a equivocarse, podrán seguir atribuyendo a España las inhospitalarias montañas y a Francia las fértiles campiñas». Un hecho orográfico que no fue excusa para que los soldados españoles defendieran aquel trozo de España en el hoy Marruecos.


1 comentario:

Feliciano Robles dijo...

Hola les quiero dar a conocer el enlace de las memorias de un soldado de reemplazo que estuvo en Sidi-Ifni entre 1957 y 1958 http://unreclutaenifni.wikispaces.com/