miércoles, 2 de enero de 2013

EL PSOE ABANDONA A ESPAÑA EN MANOS INDEPENDENTISTAS


«VAMOS a aguar la fiesta a la derecha», es la frase con la que Joan Tardà explicó el plan independentista del nacionalismo catalán en una entrevista televisiva. A la derecha, que no a la izquierda, o que hasta el nacionalismo más radical ha asumido que es la derecha la única que cree en la unidad nacional de España. Y aguando fiestas, o que el referéndum independentista es una agresión deliberada de un grupo político contra otro y no una pelea entre dos agresores.

Ambas son las dos claves para afrontar la amenaza secesionista de los próximos meses. Comenzando por la segunda, por el lenguaje, por los conceptos que usamos para la cosa. Especialmente una palabra, la del conflicto, o el choque de trenes que le llaman algunos, o la colisión de barcos, en expresión adoptada por Artur Mas del lenguaje progresista. Lenguaje según el cual esto del secesionismo es un conflicto entre dos extremos, los nacionalistas que quieren la independencia y la derecha nacionalista española que querría acabar con el Estado de las Autonomías y la diversidad. Y que, como todo conflicto entre dos partes, requeriría de un pacto, un acuerdo en el que ambos extremos cederían para resolver el conflicto. Con el resultado de todos los «conflictos» nacionalistas, la necesidad de decir sí la única parte realmente conflictiva, al nacionalismo catalán.

O decimos que no a la anterior trampa conceptual de una vez por todas o no saldremos jamás de esta espiral de conflicto nacionalista. No hay manera de tratar este problema mientras sigamos poniendo al mismo nivel al defensor de la Constitución y el Estado de las Autonomías y al promotor de la ruptura. Y, aun peor, mientras sigamos llamando centralista y extremista a quien, como la derecha española, está defendiendo uno de los modelos más descentralizados del mundo democrático.

Y una cosa es que la manipulación sea obra de nacionalistas radicales como Tardà y otra que sea defendida por el progresismo que es quien lleva realmente la voz cantante en esto del supuesto choque de trenes o de barcos y la necesidad del pacto entre las partes en conflicto. Y esa es la segunda clave de la respuesta a reto secesionista. 

Que Tardà cree, con bastante razón, que a quien agua la fiesta es a la derecha dado que cuenta con la comprensión de la izquierda, empezando por ese PSC que ya ha manifestado su intención de no oponerse al referéndum y siguiendo por un PSOE que insiste en el supuesto punto intermedio entre el independentismo y el Estado de las Autonomías. Y mientras la izquierda siga en esas no habrá manera de frenar la espiral independentista porque la derecha estará sola en la tarea.

No hay comentarios: