miércoles, 30 de enero de 2013

LA MENTIRA DEL DÉFICIT CATALÁN

El expolio inventado

‘La razón de tanta avaricia contabilizadora de impuestos pagados en Cataluña es evidente. Cuantos más millones se contabilizan como ‘impuestos pagados por Cataluña’, mayor sale la cifra de déficit fiscal de Cataluña, aunque sea en base a hipótesis discutibles y subjetivas cuando no directamente inverosímiles’. 

Ya sabemos que a los nacionalistas catalanes les encanta quejarse. Hace unos días, en el Parlamento autonómico, tuvimos un nuevo capítulo de su cansino lloriqueo a cuenta otra vez del expolio fiscal. Posiblemente usted ha escuchado en múltiples ocasiones hablar de balanzas fiscales, saldos fiscales, expolios y robos en boca de nuestros sutiles y finos políticos nacionalistas. Pero, ¿cómo calculan esos pobres políticos expoliados la balanza fiscal de Cataluña? Le propongo adentrarse por un momento en un viaje hacia las tripas del cálculo de la balanza fiscal de Cataluña por parte de los nacionalistas catalanes.

La balanza fiscal es la diferencia entre lo aportado y lo recibido. Y en todo este cálculo deben utilizarse una serie de hipótesis de imputación de ingresos y de gastos que en el caso del Gobierno autonómico adolecen, como veremos, de una notable falta de objetividad. Comencemos por los impuestos. Uno pensaría que dentro del pomposo título de ‘impuestos pagados por Cataluña’ se contabilizan los impuestos pagados por los ciudadanos catalanes. Esto es lo que dicta el sentido común, pero no.

Resulta que bajo este epígrafe en realidad el Gobierno autonómico suma a los impuestos pagados por ciudadanos catalanes impuestos pagados por ciudadanos del resto de España. Lo explican en el informe ‘Resultados de la balanza fiscal de Cataluña con el sector público central 2006-2009′ donde reconoce, por ejemplo, que ‘el IVA pagado por un ciudadano de Oviedo a un comercio de Mataró se imputa a Cataluña’. Así de claro. Si un ciudadano del resto de España compra un producto a una empresa catalana el IVA lo ha pagado el ciudadano del resto de España de su bolsillo pero CiU lo contabiliza a los catalanes.

Con relación al IRPF, otro tanto. En el informe incluyen en la balanza fiscal de Cataluña el IRPF pagado por no catalanes si la renta o parte de ella se ha generado en Cataluña. Sólo en el año 2009 contabilizó 329 millones de euros como ‘impuestos pagados por Cataluña’, que en realidad era IRPF pagado por no residentes en Cataluña. Y de la misma manera el Gobierno autonómico imputa a Cataluña el Impuesto de Sociedades no según el consumo como se realiza en la mayoría de los estudios de balanzas fiscales, sino en función de un indicador denominado excedente bruto de explotación. ¿Por qué? Porque ese indicador es mayor en Cataluña que el de consumo y de esta manera incrementa la parte imputada a Cataluña del Impuesto de Sociedades total recaudado por el Estado.

La razón de tanta avaricia contabilizadora de impuestos pagados en Cataluña es evidente. Cuantos más millones se contabilizan como ‘impuestos pagados por Cataluña’, mayor sale la cifra de déficit fiscal de Cataluña, aunque sea en base a hipótesis discutibles y subjetivas cuando no directamente inverosímiles.

Pero no nos detengamos en los impuestos. Pasemos al otro lado de la balanza fiscal, al de los gastos, donde CiU hace justo lo contrario: disminuye hasta extremos irrisorios los gastos del Estado contabilizados en Cataluña. La razón es también clara: cuanto menos gastos del Estado se contabilicen en Cataluña, más elevado sale el déficit fiscal. Por ejemplo, en el año 2009, el Gobierno gastó 864 millones de euros en política exterior (cuerpo diplomático, embajadas, etc). ¿Qué parte de esos millones sería imputable a los catalanes? Dado que la política exterior en hacienda pública se considera un bien público indivisible lo razonable sería la distribución de esa cantidad entre todos los españoles por igual. Es decir, dado que en Cataluña viven el 16% de los españoles, se debería atribuir a Cataluña un 16% de esos 864 millones, aproximadamente: 138 millones.

Sin embargo, la Generalidad atribuye a Cataluña únicamente… ¡un millón de euros!, un 0,1% del total, con el argumento de que ‘no hay ninguna delegación del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en Cataluña’. Es un argumento grotesco. Es obvio que las embajadas de España por el mundo pueden ser utilizadas por todos los españoles por igual, ya sean catalanes, gallegos, madrileños o asturianos. Pero según el Gobierno autonómico no benefician en casi nada a los catalanes y prácticamente sólo se imputan al resto de españoles.

En los gastos de Defensa ocurre algo similar. Al igual que en la política exterior, lo razonable sería dividir este gasto entre todos los españoles en partes iguales, pero CiU imputa a los catalanes una parte sustancialmente inferior (sólo un 4% frente al 16% razonable). Es curioso ver cómo le atribuyen a la Comunidad de Madrid casi todo el gasto en Defensa de forma muy poco lógica, de tal manera que todo el coste, por ejemplo, en material o equipos, ya sea incluso en fragatas o portaaviones se atribuye a la Comunidad de Madrid, en vez de repartirlo entre todos los españoles como sería lo lógico. Quizá habría que preguntar a Artur Mas, presidente de la Generalidad, si considera que los portaaviones navegan por el río Manzanares y no por el Mar Mediterráneo.

Y estas imputaciones de gasto del Estado en Cataluña tan irrisorias cuando no ridículas se realizan en todas las partidas. La idea es siempre la misma: minimizar los gastos del Gobierno en Cataluña. Y de la misma manera que en política exterior o defensa también en justicia, servicios sociales, gestión de la administración, pago de la deuda u en organismos públicos. El objetivo es claro: se trata de incrementar los ingresos aportados por Cataluña y disminuir los gastos del Estado recibidos en Cataluña de la mano de hipótesis poco objetivas. De esta forma se ensancha la brecha entre ingresos y gastos y, por tanto, el déficit fiscal.

Pero eso no es todo. Además, el Gobierno autonómico incluye el déficit fiscal con Europa en el del Estado, lo cual engorda artificialmente el déficit fiscal de Cataluña en 2.000 millones de euros anuales. Y es que la Unión Europea dispone de ciertos fondos (agrarios, estructurales, FEOGA, FEDER, etc) que reparte entre las regiones según sus criterios. La pregunta es obvia: ¿por qué el Gobierno autonómico tiene en cuenta estos flujos fiscales con Bruselas en los flujos fiscales con Madrid? Sencillamente porque el signo fiscal de estos fondos europeos es negativo para Cataluña al no recibir casi fondos europeos y así infla el déficit fiscal con el Estado.

Si usted ha leído hasta aquí se habrá dado cuenta ya de algunos artificios utilizados por CiU: contabiliza en la balanza fiscal de Cataluña impuestos pagados por ciudadanos que no son catalanes; considera que los gastos de embajadas no benefician a los catalanes; que los portaaviones navegan placidamente por el río Manzanares y además incluye el déficit fiscal con Europa en el del Estado. Pues bien, resulta que incluso con todos estos artificios contables el déficit fiscal de Cataluña en el ejercicio 2009 tan sólo llegó a 792 millones de euros, apenas 100 euros por catalán, como reconoce en la página 68 el propio informe de la Consejería de Economía y Conocimiento. A nadie le debería sorprender una cifra tan baja de déficit fiscal de Cataluña en 2009 porque la recaudación de impuestos del Estado en Cataluña se ha desplomado por la crisis y el Gobierno recaudó en Cataluña sólo 28.000 millones de euros, mientras en la Comunidad de Madrid recaudó, por ejemplo, más de 67.000 millones, bastante más del doble.

Evidentemente, la cifra de 792 millones de déficit fiscal no da para mucho lloriqueo victimista y el expolio a Cataluña tiene que ser como mínimo de decenas de miles de millones para conseguir una buena rentabilidad electoral como la que quiere CiU y crear una buena dosis de rencor y odio contra el resto de España. La cifra presentada urbi et orbi por Mas, Mas-Colell, Homs… de déficit fiscal de Cataluña para 2009 es de 16.409 millones de euros. Y usted se estará preguntando: ¿de dónde salen los 16.409 millones de euros cuando la cifra real (real entre muchas comillas porque incluye todas las trampas explicadas hasta ahora, claro) de déficit fiscal de Cataluña en 2009 fue de sólo 792 millones de euros? Muy sencillo: CiU aplica una nueva capa de maquillaje adicional a todos los maquillajes anteriores. Suma al valor real de la balanza fiscal de Cataluña una cantidad ficticia, es decir, no pagada en realidad por ningún ciudadano catalán por importe de 15.617 millones de euros. Insisto, una cantidad ficticia no pagada ni en un solo euro por ningún ciudadano catalán.

El argumento del Gobierno autonómico es que si el Estado tiene déficit, éste debe incluirse en el cálculo de la balanza fiscal de Cataluña, a pesar de que no ha sido pagado por ningún catalán. Y, de forma subjetiva, valora esa imputación a Cataluña del déficit a la que llama neutralización en 15.617 millones totalmente ficticios. Como es obvio, la mayoría de los expertos descalifican esta técnica porque suma a los flujos fiscales reales un flujo fiscal ficticio, subjetivo y no pagado por nadie. En definitiva, que de los 16.409 millones de supuesto expolio fiscal a Cataluña mencionados en el Parlamento autonómico, el 95%, 15.617 millones, son totalmente ficticios, producto de un simple pero enorme artificio contable.

Probablemente, usted, amable lector, estará pensando que la balanza fiscal de Cataluña así calculada es un Frankenstein estadístico, un compendio de artificios contables y que carece de ningún sentido económico. Tiene razón. Incluso puede llegar a pensar que no sirve para nada. Permítame ahí que discrepe. Por supuesto que sirve, y mucho. Es cierto que la balanza fiscal de Cataluña realizada por la Generalidad es un monstruo estadístico que esconde ficciones y trucos por doquier. Convivencia Cívica Catalana lo ha puesto de relieve con detalle en un estudio, titulado Las trampas de la balanza fiscal de Cataluña, que le recomiendo leer.

Pero no nos engañemos: el 99% de ciudadanos de Cataluña desconoce totalmente los entresijos de una balanza fiscal, los criterios tan ilógicos que utilizan los nacionalistas para su cálculo o las cantidades absolutamente ficticias que incorpora. Y apoyándose en esta ignorancia de los ciudadanos, la estrategia del expolio fiscal inventado basada totalmente en falsedades y con el apoyo de grandes medios de comunicación tiene éxito.

Y así es como funciona el nacionalismo catalán: todos los días se dedican a crear odio, rencor y enfrentamiento contra el resto de España. Y todo en base a engaños como los del 4% alemán, artimañas y artificios contables que hacen sonrojar a cualquiera que los conozca.

José Antonio Martínez Tortosa es secretario de Convivencia Cívica Catalana

RAJOY SE BAJA LOS PANTALONES Y HACE QUE ESPAÑA SALVE A CATALUÑA DE LA QUIEBRA

El Gobierno va a destinar, entre 2012 y 2013, un total de 20.760 millones de euros para salvar a la Generalitat de la quiebra. Durante el año pasado, el Ejecutivo de CiU pidió y obtuvo del Gabinete de Mariano Rajoy 11.687 millones de euros (el 1,11 por ciento del PIB de toda España) para sostener sus finanzas. El nuevo Gobierno independentista de Mas, apoyado ahora por ERC, ha solicitado y obtendrá en 2013 otros 9.073 millones a costa del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Comunidades autónomas como Madrid y Galicia han vuelto a financiarse en los mercados, pero la Generalitat es incapaz de hacerlo: recurre al FLA pero se niega a recortar su aparato político o de propaganda.

El Gobierno autonómico de Cataluña sigue siendo el más endeudado y el más necesitado del ‘rescate’. Ayer confirmó que requiere otros 9.073 millones para hacer frente a sus vencimientos de deuda. A Mas le vencen los ‘bonos patrióticos’ emitidos en la etapa del Ejecutivo tripartito de José Montilla (PSC, ERC e ICV) y vuelve a pedir el auxilio del Estado español. La cifra solicitada resulta de la suma de esos vencimientos para este año más el 0,7% del déficit admitido para finales del ejercicio.

Como el propio Gobierno nacionalista ha reconocido, y en tono de desafío, que tampoco prevé haber cumplido el pasado ejercicio con el objetivo de déficit del 1,5% y que ha podido alcanzar el 2,3%, el Ejecutivo central le ha recordado que tendrá que acometer este año un plan de ajuste mayor. Mas se ha dedicado en el arranque de la nueva legislatura a prometer un referéndum de autodeterminación y promover el manifiesto independentista aprobado por la Cámara autonómica, pero no ha entrado en materia de recortes para sostener las finanzas de la Generalitat, como sí hacen el resto de los presidentes autonómicos.

De momento, ha dejado claro que no está dispuesto a suprimir, reducir o pactar con el Ministerio de Asuntos Exteriores la continuidad de sus ‘embajadas’ en el extranjero, consagradas a ‘internacionalizar’ sus planes de independencia para Cataluña. Tampoco tiene previsto recortar en la televisión pública que controla ni tampoco en las subvenciones a medios de comunicación. TV3 ha gastado en los últimos cuatro años 1.100 millones de euros, sólo 278 en el último ejercicio del que hay datos oficiales, 2011.
 
Frente a esa resistencia a ahorrar en lo que los nacionalistas llaman ‘estructuras de Estado’ con el fin de construir el ‘Estado propio’, la Generalitat sí ha metido la tijera en los servicios al ciudadano, en especial en materia de sanidad pública, mientras retrasaba los pagos de servicios básicos como los conciertos con hospitales privados y la atención a dependientes o residencias de ancianos. El Ejecutivo de Mas reconoce esos retrasos, pero culpa de ello a la tardanza del Ministerio de Hacienda en hacerle llegar los fondos del FLA.

Para el próximo ejercicio, la Generalitat confirmó ayer que necesita otros 9.073 millones de euros para empezar el año, que es el 40% de todo el fondo constituido y reservado en los Presupuestos Generales del Estado por el Ministerio de Hacienda para evitar la quiebra en la práctica de las comunidades autónomas en peor situación financiera: 23.000 millones. Durante el pasado ejercicio, Mas obtuvo 5.433 millones del FLA, 2.665 del plan de proveedores, 1.304 al Instituto de Crédito Oficial y otros 2.300 millones por anticipos varios. Suman un total de 20.000 millones con los que la Administración central ha tenido que apuntalar a la Generalitat para que no quebrara (no podía ni siquiera pagar las nóminas de sus funcionarios) y arrastrara además al conjunto del Estado al descrédito absoluto en plena crisis de deuda soberana.

La insolvencia reconocida por la Generalitat contrasta con la mejora en materia de cumplimiento del objetivo de déficit y en la posibilidad de recurrir a los mercados para financiarse, confirmadas este mismo mes de enero por la Comunidad de Madrid y por la Xunta de Galicia. Los Gobiernos de Ignacio González y de Alberto Núñez Feijóo han colocado deuda al precio del Tesoro más 200 puntos básicos (alrededor del 5 por ciento).

El FLA da apoyo a un precio muy inferior (Tesoro más 30 puntos básicos), pero recurrir a ese ‘rescate’ supone a las comunidades sufrir la intervención directa de Hacienda sobre sus cuentas. Es una consecuencia que a Mas no le puede importar porque los mercados le niegan cualquier crédito. Además, en pleno desafío independentista, está dispuesto a saltarse todas las exigencias de recorte que le quiera aplicar el Gobierno.

lunes, 28 de enero de 2013

LA NUEVA EXTREMA DERECHA EUROPEA (3ª PARTE)

La crisis económica y el descrédito ganado a pulso por algunos políticos constituye el caldo de cultivo idóneo para los extremismos. Esta «tormenta» está propiciando el avance en Europa de una extrema derecha xenófoba y «populista» que reclama que se atienda primero «a los de casa». Pero España parece aún impermeable. ¿El motivo? La falta de «oferta política estatal de este signo», según el historiador Xavier Casals. Aunque la ultraderecha española sigue viva, está fragmentada, es marginal y se divide entre la vieja derecha franquista y nuevas versiones más modernizadas.

Llaman a la unidad de España, a la expulsión de los inmigrantes, al patriotismo de la nación. La mayoría rehúsa ser considerados como grupos de extrema derecha, o incluso simplemente de derechas —algunos visiblemente ofendidos—. Dicen estar al margen de cualquier ideología, o hasta por encima de ella. Esta última característica es la que distingue a la vieja derecha española de sus versiones más modernas.

La ultraderecha nostálgica, que sigue vinculada a los movimientos ultraderechistas de entreguerrras, que recuerda con añoranza las dictaduras nazi y franquista y que pretende restablecer el pasado, no es hoy más que pequeños grupos marginales.
La derecha de la «vieja escuela»

«Marginal, trasnochada, arcaica y copada por confidentes del Estado». Así es como definió para ABC Ricardo Sáenz de Ynestrillas a la ultraderecha española actual. Aunque asegura que jamás se consideró de extrema derecha, ha militado en muchas formaciones que, como reconoce, «eran y son extrema derecha». Es el caso de Fuerza Nueva o la Alianza por la Unidad Nacional. Lejos de aquellos tiempos en que llegó incluso a ingresar a prisión, ahora se dedica a arremeter contra nuevos grupos como España 2000, Plataforma por Cataluña y otros no tan nuevos, «neonazis disfrazados de socialpatriotas».

Casals explica que el franquismo «congeló el discurso de los años treinta» y evitó que evolucionara como en el resto de Europa. Además, ese discurso era claramente contrario a la España de la transición: «Cuando los españoles miraban al futuro, la ultraderecha franquista lo hacía hacia el pasado», apunta el historiador. «Tras las elecciones de 1982, hubo una clara ausencia de liderazgos claros. Solo Blas Piñar, entre el 79 y el 82, logró colar a la ultraderecha en el parlamento», añade.

Uno de esos grupos nostálgicos del Franquismo es Infonacional. El creador de la página web aseguró a ABC que no le importa cómo los llamen, están hartos de «una democracia corrupta que no funciona y de que España no sea una, ni grande, ni libre». Admite que resucitarían «al Caudillo» y cree que «la gente tiene miedo a decir que es de derechas». Su plataforma fue una de las que, durante las dos huelgas generales de 2012, difundieron carteles que cambiaban el «huelga general» por un «vuelva, general».
 
El nuevo discurso populista

Casals distingue entre dos ciclos de «populismo español». El primero ligado a la abundancia económica y el segundo, a la escasez. Los años noventa fueron una época de populismo protestatario y antielitista en la que personalidades como Jesús Gil o Mario Conde dibujaron el perfil de hombres hechos a sí mismos, emprendedores y «pretendidamente perseguidos y acosados por un 'establishment' que se sentía amenazado con su ascenso». El eslogan era «Todos a por todas» y reflejaba las posibilidades de promoción generalizadas en una época de grandes oportunidades.

El segundo ciclo fue opuesto. La escasez generada por la crisis ha levantado entre el discurso populista el estandarte contrario: «repartir lo poco que hay en la caja común siguiendo criterios de prioridad o preferencia nacional».

Ese «¡Los autóctonos primero!» es precisamente el discurso que gobierna parte de Europa y que han abrazado los candidatos de la ultraderecha europea. En España aún no ha logrado presencia en las urnas, más allá de ganar representación en algún consistorio. El fuerte bipartidismo que componen PP y PSOE dificulta la aparición de alternativas políticas, sean del signo que sean, por lo que sus opciones se limitan al nivel local y a la periferia.

Son populistas porque buscan denominaciones inclusivas o aluden a valores. Buscan la transversalidad y huyen de situarse en la izquierda o la derecha. Se venden como antielitistas, como representantes del pueblo que se oponen a una elite que ha secuestrado la voluntad nacional y que además es la que favorece la inmigración. Su electorado, según apunta Casals, es «nihilista» y en él está sobrerrepresentado el voto «masculino, obrero, juvenil y con bajo nivel de estudios».

Esa «eventual derecha populista» de la que habla Casals encuentra a sus principales representantes en Plataforma por Cataluña, el partido de Josep Anglada, y en España 2000, en Valencia.

Plataforma por Cataluña (PxC) apareció en el panorama político en los comicios locales de 2003. Logró entonces 4 ediles, con un 0,4% de los votos. Pero su progresión ha sido continua y en las elecciones locales de 2007 se hizo con 17 ediles, hasta los 67 de 2011. El caso de España2000 es similar, aunque menos notable. Pasó de 2 ediles en 2007 a cuatro en 2011. El propio Anglada explicaba el pasado mayo a ABC que su formación no es «ni de derecha ni de izquierdas, sino una plataforma del sentido común al servicio del ciudadano». Anglada afirmaba que su electorado no viene de la derecha «sino del desencanto». El líder de PxC se vanagloria de que el atractivo de su partido sea «defender primero a los de casa, defender a los autóctonos de la invasión de los últimos años», aunque también dijo tener un «amplio programa» y trabajar para «denunciar la corrupción política».

El eslogan del partido es «Primero los de casa» y sus postulados antiinmigración han sido tachados por muchos como xenófobos. Cuando se le pregunta por ello, Anglada responde: «Si fuésemos racistas, la Ley de Partidos nos habría ilegalizado. Respetamos a los inmigrantes, pero en este país no cabemos todos», sentencia. Para Ynestrillas, Anglada es un «farsante populista» y un «hipócrita». El líder de España 2000, José Luis Roberto —con lemas como «los españoles primero» o «Ni uno más. Con seis millones de parados, sobran seis millones de inmigrantes»— sencillamente le parece «un mafioso valenciano».
«Una hormiga friki y trasnochada»

La extrema derecha existe en España, pero no está organizada como partido. Casals cree que el Partido Popular tiene y ha tenido una «habilidad notable» para adaptarse y ocupar el espectro del centro derecha español. Ynestrillas habla de grupos que en su fuero interno votan al PP, y que tratan de presionarlo para que se escore más a la derecha, «aunque son como una hormiga friki, trasnochada y egocéntrica, presionando a un elefante».

El presidente de la ONG Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, cree que se ha iniciado un proceso similar al de otros países europeos y, si no se toman medidas y la crisis sigue «cebándose con los desamparados, crecerán los radicalismos». «Son grupos agresivos y violentos, que se hacen notar en las calles y aunque no tienen presencia en instituciones, sí en el más de un millón de páginas web neofascistas que circulan por la red», indicó a ABC. Para Ibarra, el «público objetivo» de estos grupos son jóvenes que abandonaron el colegio para trabajar en la construcción, alentados por el acceso a grandes salarios. «Les intoxican tachando al inmigrante de culpable. Es una demagogia fácil y simplona» indica.

Casals cree que estamos ante una situación política imprevisible. «El PP sufre desgaste y el PSOE, estancamiento. Y no hay alternativas a nivel estatal», explica. Para cambiar las incertidumbres por certezas habrá que esperar. Al menos, hasta que pase la «tormenta».


Ver las otras dos entradas: aquí y aquí

domingo, 27 de enero de 2013

LAS CINCO FALSEDADES REPETIDAS POR LOS CATALANISTAS HASTA EL ABURRIMIENTO

CINCO FALSEDADES DEL PREÁMBULO
 
El catedrático de Historia Juan Carlos Losada analiza desde su conocimiento histórico la declaración de soberanía aprobada por el Parlamento de Cataluña esta semana

En esta semana hemos asistido a la aprobación por parte del parlamento catalán de su declaración de soberanía. Con el voto a favor de 85 diputados, representantes del 37,2% del censo de la Comunidad, el texto declara a Cataluña «sujeto de soberanía» e inicia el proceso hacia una futura independencia. Es evidente que en democracia es perfectamente legítimo ser independentista. Pero para ello no hace falta recurrir a excusas o una retahíla de razones. Cada uno tiene derecho a identificarse como quiera recurriendo a sus argumentos y a sus sentimientos personales, o simplemente porque sí, sin estar obligado a dar o a exponer motivos. Por ello la Historia y los historiadores no han de ser los suministradores de motivos políticos.
 
La Historia puede y debe explicar la realidad presente, pero es más discutible que deba contribuir a sancionar moralmente la corrección o no de tal o cual opción política. Por desgracia la Historia se ha convertido en un arma arrojadiza y los nacionalismos son las ideologías más dadas a su manoseo. Como ideología romántica y sentimental (irracional, al fin y al cabo), necesita de mitos, de mentiras, de leyendas, de héroes y batallas… Masada para Israel, Numancia o el Dos de Mayo de 1808 para España, el Álamo para Estados Unidos, el 11 de septiembre de 1714 para Cataluña, y un largo etcétera para todas las naciones.
 
Estas deformaciones vuelven a aparecer en el preámbulo del documento votado el miércoles, y se repiten las medias verdades o las abiertas mentiras destinadas a asumirse como verdades indiscutibles. Valgan cinco ejemplos, a partir de cinco extractos textuales del principio de la declaración de soberanía.

1.«El autogobierno de Cataluña se fundamenta también en los derechos históricos del pueblo catalán, en sus instituciones seculares y en la tradición jurídica catalana»

Primera gran falacia. ¿Qué significa esa apelación a algo tan etéreo como los derechos históricos? Los derechos son algo individual que los ciudadanos tienen en un momento concreto, que se ejercen en el presente, y no en la Historia ni a lo largo de ella. Pero los nacionalismos necesitan invocar conceptos irracionales, metafísicos, capaces de ser interpretados y utilizados a su antojo y a los que de paso se les insufla vida. Es muy fácil hablar en nombre de las patrias, de la historia, de la raza, de los muertos, del destino, de la sangre y de las banderas… simplemente porque estos conceptos no pueden rechistar y son ampliamente interpretables por sus voceros. Pero la historia de los pueblos no tiene derechos, como no los tiene la economía, la sociología o la política de un país.

Los derechos sólo los tienen las personas, lo mismo que la lengua. Porque un territorio, unos campos, unas montañas y la flora y la fauna no tienen lengua ni derechos propios e intrínsecos.

2.«La caída de Barcelona el 1714, a raíz de la Guerra de Sucesión, conlleva que Felipe V aboliese con el Decreto de Nueva Planta el derecho público catalán y las instituciones de autogobierno»

Como no podía ser de otra manera se vuelve a presentar la Guerra de Sucesión (una mera guerra dinástica que enfrentaba élites y enfoques diferentes en la concepción del Estado) como un acto de erradicación de las libertades de Cataluña y un ataque a su esencia. Se olvida, una vez más, que en todo caso se cercenaron las libertades y privilegios de cierta aristocracia y oligarquía partidaria de los Austria, en beneficio de otro sector de privilegiados que apoyaban a los Borbón. Pero al pueblo sencillo, a los humildes campesinos y a los trabajadores urbanos, poco les importaba en su dura vida cotidiana si mandaban tirios o troyanos. A ese pueblo sometido al Antiguo Régimen no le podían quitar las libertades porque no las tenían

Las «libertades de Cataluña» arrebatadas por Felipe V no eran precisamente las libertades de los catalanes en su totalidad, sino las de una minoría. Curiosamente en el siglo XVIII la economía catalana experimentó una importante mejora, sobre la que se cimentó posteriormente su industrialización.

3.«Este itinerario histórico ha sido compartido con otros territorios, hecho que ha configurado un espacio común lingüístico, cultural, social y económico, con vocación de reforzarlo y promoverlo desde el reconocimiento mutuo»

Esta es una subliminal alusión a los llamados Países Catalanes, introducida para satisfacer a los radicales de la CUP. Pero ¿quién se puede creer que entre Cataluña, las Baleares y zonas de Valencia, hay hoy alguna identidad en común más allá que la de compartir una misma lengua en sus variedades, fruto de los repoblamientos durante la Reconquista? Los resultados electorales de Baleares y Valencia hablan por sí solos. ¿Existen acaso los Países Españoles formados por los estados hispanoamericanos? Si iluso nos puede parecer crear una nueva nación catalana independiente, es quimérico la idea de una nueva entidad política basada únicamente en una lengua y de un pasado parcialmente común. Simples ensoñaciones románticas de un pasado glorioso que nunca existió, de muchos que también comparten otros delirios como el que Cristóbal Colón era catalán por los cuatro costados, o que incluso también el mismo Cervantes, que según una cómica página de internet se llamaría Miquel de Sirvent, habría escrito el Quijote en catalán siendo su edición original destruida por la Inquisición.

4.«La dictadura contó con una resistencia activa del pueblo y el Gobierno de Cataluña»

Un conveniente autoengaño. Por desgracia el franquismo contó con poca oposición y es absurdo calificarlo de activa. La dictadura de Franco, como en el resto de España, aniquiló a la oposición tras la Guerra Civil y tardó décadas en surgir un movimiento opositor más o menos vertebrado (la propia declaración habla de la Asamblea de Cataluña surgida en 1971), que si bien fue importante, no logró movilizar mayoritariamente a la población. La dura represión combinada con la propaganda, unido a las mejoras de vida que gran parte de la población experimentó en la década de los sesenta, sirvió para atenuar las críticas al régimen y que éstas no tuviesen un gran impacto social. Lo cierto es que la mayor parte de la peligrosa tarea opositora clandestina recayó casi exclusivamente en los comunistas movilizados en los núcleos obreros, los barrios del cinturón industrial, la universidad y en las entidades vecinales y profesionales. Por su parte la burguesía catalana y las clases medias, esas que hoy dice representar CiU, se beneficiaban abiertamente del régimen, siendo antifranquistas únicamente, y a lo sumo, en las tertulias de sobremesa animados por Aromas de Montserrat, importándoles bien poco que Franco hubiese relegado el catalán a lengua de segunda categoría. Es evidente que la mayor parte de su electorado y de su personal político, cuando llegó la democracia, eran los mismos que habían apoyado activa o pasivamente al franquismo, mirando hacia otro lado cuando la verdadera oposición, la que se jugaba el cuello, lanzaba octavillas o promovía huelgas. Por último es simplemente cómico hablar de que el Gobierno catalán en el exilio, que presidió en su último periodo Josep Tarradellas, encabezase algún tipo de resistencia. Lo cierto es que a ese gobierno no le hacía caso nadie y pocos sabían que siquiera existiese.

5.«Las dificultades y negativas por parte de las instituciones del Estado español, entre las que es necesario destacar la Sentencia del Tribunal Constitucional 31/2010, conllevan una negativa radical a la evolución democrática de las voluntades colectivas del pueblo catalán»

La última deformación histórica reciente, según la cual el tribunal actuó contra la democracia porque, al parecer, sólo era democrático si refrendaba en todos los puntos un estatuto que, por otra parte, sólo había sido votado por una minoría del censo electoral. Obviamente se vuelve a hablar del pueblo catalán como sujeto político, sin contemplar que la sentencia (que muchas protestas levantó pero que casi nadie leyó) también estaba destinada a salvaguardar los derechos de ese mismo pueblo catalán que podía verse violentado por un estatuto inconstitucional.

Sin embargo los nacionalistas se han empeñado en presentar la sentencia como un ataque a Cataluña y a los catalanes y como la última gran agresión que el sano pueblo catalán viene sufriendo desde siglos por esa madrastra egoísta llamada España. Una vez más el mito de la agresión externa, de los malos invasores que quieren perturbar la arcadia feliz que es Cataluña… y es que para el nacionalismo catalán la agresión española ha perdurado constantemente en el tiempo hasta la actualidad
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viernes, 25 de enero de 2013

EL ALMIRANTE CHURRUCA, HÉROE, VASCO Y ESPAÑOL

Centenares de marinos han pisado la cubierta de los navíos españoles a lo largo de la historia. Sin embargo, pocos han estado a la altura de Cosme Damián Churruca y Elorza, un brigadier vasco que, además de ser un reconocido científico y militar que estuvo 30 años al servicio de la Armada, murió como un héroe en Trafalgar combatiendo contra seis navíos ingleses a la vez.

Y es que, aunque la batalla de Trafalgar supuso una de las mayores derrotas que se recuerdan de la Armada española, también grabó a fuego varios nombres propios en la historia militar de nuestro país. No obstante, algunos como el de Churruca se han ido desdibujando y olvidando a lo largo de los años.

A pesar de todo, hazañas como seguir en su puesto cuando una bala de cañón le arrancó la pierna o pedir un barril de harina en el que meter el muñón para evitar desangrarse y continuar combatiendo, siguen honrando a este guipuzcoano una vez muerto.

Para hallar el origen de este marino, es necesario viajar hasta un municipio de Guipúzcoa, donde vino al mundo hace más de 250 años. «Churruca nació en Motrico, una pequeña localidad vasca, el 27 de septiembre de 1761», afirma Jose Luis Corral, autor del libro «Trafalgar». De familia reconocida (su padre era el alcalde de Motrico), Churruca sintió desde pequeño una fuerte atracción por el mar. 

Sin embargo, parece que primero recibió la llamada de la fe, pues llegó a iniciar con pocos años estudios eclesiásticos con la firme intención de ordenarse sacerdote.

«Estudió en el seminario de Burgos, aunque eso era habitual en muchos jóvenes, pues no había demasiadas posibilidades. Pero, al final, dejó el camino del sacerdocio cuando un amigo le habló de la mar y de las aventuras que allí se podían correr», añade el escritor.

Tras poner fin a sus estudios, un joven Churruca de 15 años se enroló en la Compañía de Guardias Marinas de El Ferrol para consolidar su formación naval. Allí destacó entre el resto de sus compañeros hasta que se graduó en 1778. Una vez licenciado, recibió un ascenso como premio a su precocidad. A su vez, ese mismo año comenzaría su carrera marítima a bordo del navío «San Vicente».

Primera acción naval

Después de navegar como aprendiz en varios barcos, Churruca llevó a cabo su primera acción de guerra en 1781, año en que se vería las caras por primera vez contra los ingleses. «“Aprovechando” la derrota de Inglaterra en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, España llevó a cabo algunas acciones para intentar recuperar Gibraltar, como el asedio de diciembre de 1781, en el que Churruca participó», señala el experto.


Pero, finalmente la Armada Española no consiguió su objetivo y cayó derrotada. «El ataque fue infructuoso ante la potencia de fuego de las baterías inglesas ubicadas en la Roca», señala Corral, que determina a su vez que Churruca arriesgó su propia vida para salvar a multitud de heridos.

Expediciones al fin del mundo
 
Varios años después, en 1788, el español inició una expedición científica con los paquebotes «Santa Casilda» y «Santa Eulalia». Concretamente, se embarcó en el segundo viaje que partía hacia el extremo meridional de Sudamérica para investigar el Estrecho de Magallanes. De esta forma, y como determina Corral, hizo valer sus conocimientos en «geogafía, cartografía náutica, y astronomía -estos últimos imprescindibles para los marinos-».

«Estudió el estrecho de Magallanes en 1788 bajo las órdenes del capitán de navío Antonio de Córdova, y con su amigo Ciriaco Cevallos. Churruca fue el encargado de la cartografía del estrecho y de las observaciones astronómicas en esa zona austral», determina el historiador.

Desgraciadamente, una cruel dolencia atacó al guipuzcoano tras sus primeras misiones. «Sufrió de escorbuto, enfermedad muy frecuente entre los marinos, y le propinó secuelas durante toda su vida», determina el historiador. Pero nada podía detener a este vasco español y a sus ansias de aventuras. Por ello, en 1792 se embarcó como capitán en una expedición dirigida por José de Mazarredo. El objetivo, en este caso, era llevar a cabo una serie de estudios hidrográficos para la reforma del atlas marino de la América septentrional, los cuales fueron ampliamente utilizado en Europa. Tal fue su reconocimiento que recibió el título de Capitán de Navío a su vuelta en 1794 (más de dos años después de su partida).

Gran Bretaña, la obsesión de Napoleón
 
Tras haber recorrido medio mundo, el marino vasco eligió retomar la vida militar. Por ello, en 1799 partió a bordo del navío de línea «Conquistador» hacia la ciudad francesa de Brest por órdenes del Primer Cónsul Napoleón. Y es que, en aquellos años España era una gran aliada de Francia, cuya obsesión era acabar con la potencia y el dominio de Gran Bretaña en el mar.

Para ello, Napoleón se valdría de la potencia naval española, en aquellos años de las más destacadas a nivel internacional. «España era una nación títere de Francia, que anhelaba sumar al suyo el poder naval de España, y sus navíos de guerra», determina Corral.

Enviar una flota a esta población del norte de Francia era clave para Napoleón, pues pretendía rodear Inglaterra para, llegado el momento, darle el golpe definitivo con un ataque a gran escala. Esto provocó que varios capitanes españoles, entre ellos Churruca, se mantuvieran en Brest hasta el año 1802. A pesar de todo, su trabajo no fue en balde, pues tal era el agradecimiento del «pequeño corso» que regaló al marino un sable y dos pistolas de presentación, todo un honor para la época. Ya en España, el español se volvería a hacer famoso al escribir un tratado de puntería para la artillería de Marina. Después de publicar este «best seller», Churruca solicitó el mando del navío de línea «San Juan Nepomuceno», a bordo del que viviría sus últimas horas de la forma más heroica que se puede imaginar.

Trafalgar, la contienda que cambió la historia

El verdadero reto de Churruca llegó cuando fue llamado a combatir en la contienda naval que cambiaría la historia de España: la batalla de Trafalgar. Esta, se produjo cuando la armada británica cercó a la flota formada por buques españoles y franceses cerca del cabo Trafalgar (en Cádiz). Definitivamente, había llegado la hora de saber quién daría un paso adelante en la larga guerra entre el «pequeño corso» y la «pérfida Albión».

«En la guerra entre Inglaterra y la alianza Francia-España era muy importante el control del estrecho de Gibraltar. Napoleón había decretado el cierre de todos los puertos del continente europeo a los navíos ingleses, que tenían en Gibraltar su gran base para sus naves en el Mediterráneo. La batalla de Trafalgar fue, por así decirlo, la batalla por el control del Estrecho y, por tanto, del Mediterráneo», sentencia Corral.

A los buques
 
Aquel 21 de octubre de 1805, frente a las costas gaditanas, se sucedería una de las batallas navales más grandes de la Historia. «La Armada combinada hispano-francesa estaba formada por 33 navíos (15 españoles y 18 franceses) y la inglesa por 27; además de naves de menor porte, como varias fragatas, bergantines y corbetas por ambos lados», explica el historiador.

En cambio, la victoria se planteaba dificultosa para los españoles y franceses, pues eran conocedores de lo bien pertrechada que estaba la flota británica y sabían quién estaba a su mando: el archiconocido Nelson, un estratega que había ofrecido a su país decenas de victorias. «La armada inglesa la mandaban los vicealmirantes Horacio Nelson (fue nombrado almirante después de muerto) y Cuthbert Collingwood, como segundo. La flota combinada, por su parte, la mandaba el almirante francés Villeneuve, y su segundo el contraalmirante Dumanoir», determina el experto.
 
La batalla para Churruca
 
A bordo del «San Juan Nepomuceno», Churruca se preparó para la batalla sabiendo de antemano la ardua tarea que le esperaba, pero sin perder el valor en ningún momento. Tal era su determinación que, un día antes de entrar en combate, envió una carta a su hermano en la que se despedía diciendo: «Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto». No había duda, para el marino era la victoria o la defunción.

El día 21 comenzó la contienda. Pero, para desgracia de Churruca, al mando de la flota hispano-francesa se encontraba Villeneuve, quien hizo uso de unas estrategias despreciadas en todo momento por el vasco. «Para empezar, Churruca obedeció las órdenes de Villeneuve de salir de la seguridad del puerto de Cádiz, en contra de su opinión, pues sabía que la flota inglesa estaba mucho mejor preparada», explica Corral.
 
Ya en batalla, Villeneuve ordenó a su flota formar una extensa hilera para «cañonear» a los navíos enemigos. «La armada combinada formó una línea demasiado alargada, y viró sin sentido; la armada inglesa se lanzó en punta de flecha al centro de la formación para romper la línea y fraccionar en dos la escuadra hispano-francesa, ganando así una enorme superioridad», sentencia el experto.
 
Desde el comienzo, la contienda había dado un vuelco a favor inglés debido a la precaria estrategia de Villeneuve. Y es que, muchos de los barcos aliados se enfrentaron en clara inferioridad numérica a los británicos mientras algunos de sus compañeros todavía no habían entrado en combate. Precisamente eso le sucedió al «San Juan Nepomuceno» de Churruca, al que la ruptura de la línea le obligó a combatir contra nada menos que seis navíos británicos a los que puso en serios aprietos gracias a su habilidad.

La muerte de un héroe
 
Pero, finalmente, el destino fue cruel con el vasco pues, mientras dirigía el combate desde el puesto de mando, una bala de cañón le arrancó la pierna derecha por debajo de la rodilla, según afirma Emilio Aléman de la Escosura, director de la Fundación del Museo Naval.

Sin embargo, ni siquiera una herida tan grave pudo inmovilizar a Churruca, que se mantuvo en su puesto e, incluso, arengó a sus soldados para seguir combatiendo a pesar de que la derrota era segura. «Además, se dice que al perder la piernas y no poder mantenerse en pie ordenó que trajeran un cubo con harina (o con arena en otras versiones) y allí metió el muñón para mantener la estabilidad», explica Corral.

Al final, y para desgracia de sus marineros, Churruca acabó muriendo desangrado. De él se dice que no se quejó en ningún momento y se mantuvo estoico hasta el final. De hecho, ordenó clavar la bandera de su barco para que no fuera arriada tras el abordaje inglés. A su vez, dio órdenes antes de fallecer de que nadie se rindiera mientras en su cuerpo hubiera un leve aliento de vida.

Pero de poco le valió, pues, cuando se disipó el humo de los disparos, no había duda: los españoles habían sido derrotados y muchos de sus buques capturados. Los ingleses habían vencido en Trafalgar.
 
Finalmente, el marino de Motrico protagonizó una curiosa anécdota incluso después de muerto. Esta se produjo cuando los seis capitanes ingleses pidieron al oficial de mayor rango del «San Juan Nepomuceno» que entregara, como era tradicional, la espada del capitán vencido a aquel de ellos que hubiera derrotado a Churruca. En ese momento, y para sorpresa de todos, el español les dijo que, entonces, deberían partir el arma en seis trozos pues, de haber atacado uno a uno, no habrían vencido al vasco nunca. «Con su muerte, España perdió uno de los mejores marinos de la época, probablemente el más preparado y el único que tenía conocimientos geográficos comparables a los de los mejores marinos ingleses o franceses», añade el historiador.

Preguntas a Jose Luis Corral

1-¿Cree que España recuerda como se merece a Churruca?
 
Es obvio que no. Los españoles solemos tener muy mala memoria histórica para casi todos los temas. En el caso de los grandes hombres, me refiero a los grandes de verdad, a los que habría que calificar de ilustres, ese defecto es sangrante. Los recordamos en libros y, a veces, con monumentos, plazas o calles dedicadas, pero no existe un mecanismo público destinado a cultivar la memoria colectiva que reconozca la labor que los personajes más relevantes de nuestro país han llevado a cabo por la defensa o el progreso de los españoles. El caso de Churruca es bien significativo. Somos un pueblo desmemoriado, sin duda porque nuestra historia ha sido utilizada desde el poder como un arma ideológica, en vez de cómo un instrumento intelectual.
 
2-¿Qué significó la derrota de Trafalgar para España?
 
La mayoría de los historiadores, y no sólo los españoles, sino también los europeos, han explicado que la derrota de Trafalgar supuso poco menos que el fin de la marina de guerra española. Considero que no fue una derrota tan crucial desde un punto de vista militar, pues España pudo rehacer su flota en los años siguientes, pero sí supuso un impacto emocional tremendo en el imaginario colectivo. El resultado de la batalla, y sobre todo la gestión de la propaganda que hicieron de ella los británicos, provocó una terrible sensación de decadencia nacional, de impotencia y de debilidad, de haber perdido el papel de potencia internacional para pasar a ser una nación de muy segunda fila. Lo realmente terrible fue la guerra de la Independencia, que esquilmó los recursos y la capacidad económica española de una manera brutal y que se cebó sobre una España desmoralizada y muy mal gobernada.

3-¿Rememora España a sus marinos como lo hace Inglaterra, la otra gran potencia marítima, con los suyos? 
Ni mucho menos. Nelson, que era un marino de carrera, es recordado como uno de los cinco británicos más importantes de la historia de Inglaterra, y se le siguen rindiendo honores de excepción, pero también recuerdan con devoción a Francis Drake, que en la segunda mitad del siglo XVI no era sino un pirata que se puso al servicio de la marina de Isabel I, o a varios almirantes y comandantes de navío de los siglos XIX y XX. Incluso han compuesto emotivas marchas militares navales como la célebre «Rule Britannia», que se canta a coro por todos los asistentes al final de muchos conciertos, agitando banderas en una verdadera explosión de fervor patriótico.

En España celebramos la memoria de los héroes en función del mito y no de la historia, y el mito suele tener mucho de propaganda política. Ocurre con el Cid, o con Hernán Cortés, Francisco Pizarro y tantos otros. Con respecto a los marinos, España, un país rodeado de mares y con una formidable historia naval, les ha dado la espalda y la mayoría de la gente apenas los recuerda. En este país, cuando se hace uso público de la historia se desfigura y se manipula, especialmente desde el nacionalismo, y no sólo del “periférico”, por definirlo de algún modo, sino también desde el nacionalismo centralizador españolista; y ese defecto debe superarse ya.

viernes, 18 de enero de 2013

LA GUERRA DE SIDI IFNI, OTRA GUERRA OLVIDADA

Ifni sería sinónimo de «guerra olvidada» si no fuera porque en España hemos olvidado todas excepto la contienda Civil. De otras (Afganistán) hasta hay reparo mentarla como tal. Sin embargo la guerra de Sidi Ifni está tan presente en la Historia reciente de España que hasta un diputado de CiU, Jordi Xuclà, defendió a finales del año pasado en el Congreso de los Diputados que el Ministerio de Defensa otorgue un reconocimiento a «estos viejos soldados» que combatieron en la última guerra colonial que afrontó España. ¿El enemigo? El recién independizado Reino de Marruecos que anhelaba controlar la zona norte del Sahara Occidental. 23 de noviembre de 1957-30 de junio de 1958.

Antes de adentrarnos en la contienda, recordemos que aquellos territorios de Ifni fueron concedidos a España por el sultán de Marruecos Mohamed IV en 1860, en virtud del Tratado de Wad-Ras, para colmo francés. No fue hasta el Gobierno de la II República cuando, entre abril y mayo de 1934, la fuerza expedicionaria española hizo efectiva esa presencia en la que era «la última aventura colonial española», tal y como relató el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales cuando acompañó a las tropas en su entrada en aquellos territorios:

«- ¿Ves aquella montaña abrupta? Es de los españoles. ¿Ves aquel valle fértil? Es de los franceses», simplificaban los «moros del Norte» al periodista español su visión de la ocupación europea del norte de África, un relato que a modo de crónicas recoge el libro «Ifni, la última aventura colonial española» (Ed. Almuzara). Aquellos eran tiempos de paz.

Sin embargo, tras obtener la independencia Marruecos (1956) la relación balsámica se rompió. Llegando los primeros sucesos graves y disturbios en la primavera de 1957 con asesinatos de leales locales a España.

Para adentrarnos en el foco de uno de los conflictos malditos de la Historia de España (Franco ya era jefe de Estado), acudimos al escritor y coronel retirado de artillería José María Manrique, autor del libro «Ifni, 1958. Sangriento combate en Edchera», de la editorial vallisoletana Galland Books.

Un relato que precisamente da cuenta del combate más sangriento que los legionarios españoles tuvieron que afrontar durante una jornada llegando a perder la vida 48 hombres (de los 198 totales durante la guerra olvidada), todos ellos de la I agrupación formada por la XIII Bandera de la Legión. Por aquella batalla se concedieron las últimas Laureadas individuales. Precisamente el pasado 13 de enero se cumplió su 55º aniversario.

Pero, ¿por qué se originó la guerra de Sidi Ifni? «Tras la Independencia de Marruecos, forzada por Francia, el reino alauita se lanzó a una campaña de recuperación de territorios dentro de la idea del mítico Gran Marruecos. Campaña, por otra parte, que a Mohamed V le venía muy bien para desviar hacia el exterior los ardores de las fuerzas comunistas que lideraban gran parte del "Ejército de Liberación"; estos combatientes se habían alzado, fundamentalmente, contra los franceses».

Dentro del Protectorado de Marruecos no estaba el territorio de Ifni (cedido por el tratado de 1860), aunque sí la franja norte de la denominada África Occidental Española: zona sur del Protectorado que incluía Tarfaya o Cabo Juby, al Norte del Sahara y lindante con él por encima del paralelo 27º 40' límite de la frontera Norte de España en aquellas tierras africanas. «Es decir, Marruecos se lanzó a expansionarse a expensas de España (en Ifni y el Sahara) y, luego, de Argelia, además de a neutralizar el veneno del socialismo inoculado en muchos de los que habían combatido contra Francia». Por esto último también contó desde el principio con el apoyo de EE.UU. tanto en materiales supuestamente abandonados en las bases americanas, como en el campo diplomático.

Hay que recordar que «Mr. Marshall» no pasó finalmente por España y el presidente Dwight D. Eisenhower no lo hizo hasta diciembre de 1959, precisamente un año después de la guerra de Sidi Ifni tras la cual España comprendió que no podía mantenerse aislada. En octubre de 1957 la situación estaba cada vez más tensa en Sidi Ifni. El día 23 las tropas marroquíes ocuparían dos pueblos en los alrededores: Goulimine y Bou Izarguem. El cerco a Ifni comenzó. El 23 de noviembre Marruecos se decidió a lanzar un ataque sobre Sidi Ifni que fue rechazado por las tropas españolas, lo que obligó a Marruecos a centrarse en el asedio de las cercanas poblaciones de Tiliuin, Telata y Tagragra.

Hasta la primera semana de diciembre fuerzas paracaidistas españoles no rompen el cerco sobre estas poblaciones y trasladan a su población civil y militar hacia Ifni. Comienzan a producirse las primeras bajas y nombres como el del soldado Joaquín Fandos Martínez, el teniente Ortiz de Zárate o el capitán Niceto Llorente Sanz actúan con valentía. Sidi Ifni se convierte en el fortín español. El asedio final espera. «La guerra apenas encubierta sorprendió al mando militar español en general. Y, aun peor, fue que los norteamericanos negaron el empleo del Material de Ayuda (AYAN), por lo que la mayor parte de los materiales de la Aviación, la Marina y el Ejército de Tierra quedaban inutilizados de un plumazo. El veto dejó maniatado a los Ejércitos Españoles», esgrime el escritor José María Manrique.

Sidi Ifni es abastecida por mar por tres buques de la Marina y rápidamente los marroquíes también comprenden que será un fortín inexpugnable protegido por posiciones defensivas en un perímetro de unos 30 kilómetros y a unos diez kilómetros del centro de la capital. 7.500 defensores españoles resistieron a las fuerzas marroquíes. El asedio duraría hasta junio de 1958 pero antes los escenarios de la guerra se centrarían en Edchera y el Sahara español. «Hasta la acumulación de los necesarios refuerzos, las guarniciones en la zona lo pasaron bastante mal. Posteriormente, con gran esfuerzo, se barrió al enemigo (en el Sáhara con la colaboración francesa). No se le pudo destruir porque, tanto Francia como EE.UU. se opusieron a que nuestras fuerzas entraran en Marruecos», explica el autor del libro.

Finalmente España y Marruecos firmarían la paz con los acuerdos de Angra de Cintra, una bahía situada al sur de Villa Cisneros, actual Dajla. En virtud de ese acuerdo se entregaba a Marruecos Cabo Juby, entre el río Draa y el paralelo 27º 40', excluyéndose del dominio alauí Sidi Ifni y el resto del Sahara español. «El apresurado tratado de paz supuso un mal precedente con Marruecos, además de la ignominia de no obligar a esta nación a que devolviera los prisioneros españoles que las "bandas" habían hecho, liberación que tuvo que esperar su tiempo», recuerda el coronel retirado. La paz está firmada, no obstante volvamos a la guerra... ¿Y Edchera?

«En Edchera se pagó la supresión del escuadrón de caballería de Tiradores de Ifni, consecuencia de la desmovilización de la mayoría del personal nativo tras la independencia de Marruecos. Aquel escuadrón, incluso dotado de achacosas autoametralladoras cañón («Chevrolet» del Ejército Popular) hubiera hecho, con mejores resultados, las misiones de exploración que hizo la Bandera de la Legión y que le costaron aquella derrota. También hubo falta de información y, sobre todo, exceso de confianza y desprecio del enemigo. Se tuvo prisa por lograr una victoria sin esperar a que terminaran de desembarcar los refuerzos expedicionarios.Incluso se inició la operación sin prever el apoyo aéreo», sentencia el experto en ese desastre militar olvidado de nuestra Historia.

¿Qué sucedió aquel 13 de enero de 1958? ¿Por qué? El día antes una columna de las fuerzas irregulares del autodenominado Ejército de Liberación Sahariano, muy leal al futuro rey Hassan II, atacó sin éxito el El Aaiún español. Retirados se centraron en el cercano paso de Edchera donde dos compañías de la XIII Bandera de la Legión llevaban a cabo una misión de reconocimiento.

La emboscada aconteció el día siguiente. El primer pelotón aguantó lo indecible hasta que las numerosas bajas mermaron su fuerza aunque esa brava acción evitó una masacre mayor. Cayeron en tal acción el vallisoletano brigada caballero legionario Fadrique Castromonte y el vizcaíno caballero legionario Maderal Oleaga. Los últimos caballeros laureados del Ejército español.

En 1969, y acorde a la resolución 2072 de Naciones Unidas, España descolonizó Sidi Ifni y el Sahara Occidental, este último territorio en poder español hasta la «Marcha Verde» de 1975. «La entrega de Sidi Ifni a Marruecos fue un acto de realismo político. Sin el apoyo norteamericano y francés, aquel enclave era antieconómico defenderlo, salvo que se fuera a la guerra abierta con Marruecos. Y ya se había visto que ello sería sin el material americano. Puede que por ello se lanzara nuestra Patria a continuar y ampliar la política de ser lo más autárquicos en medios militares de todo tipo, incluidos los nucleares y sus vectores de lanzamiento. Y hablando de enclaves antieconómicos, Ifni lo era y Gibraltar lo fue, como bien saben los ingleses, mientras estuvo cerrada la Verja», apunta el escritor.

Volvemos al maestro periodista Chaves Nogales y su paso por el Ifni del 34: «Aquí en Ifni, como en el norte, también nos ha tocado el hueso. Los moros, sin temor a equivocarse, podrán seguir atribuyendo a España las inhospitalarias montañas y a Francia las fértiles campiñas». Un hecho orográfico que no fue excusa para que los soldados españoles defendieran aquel trozo de España en el hoy Marruecos.


martes, 15 de enero de 2013

EPITAFIO POR UNA COMPAÑÍA - DEPORTES DE ONDA MADRID -

Este no es un tema habitual en mi blog, la cueva particular de un fascista dirían algunos, pero escribo desde el sentimiento reciente y la nostalgia que llegará en el futuro, probablemente más a corto plazo de lo normal.

He estado escuchando los programas deportivos de Onda Madrid (Telemadrid) desde hace veinte años, por la tarde y a mediodía, en directo y en diferido, en España y desde Australia,  en Madrid y en Cuenca, por las ondas y por internet, pero estos programas que escuchaba con cierta ansia han llegado a su fin.

En Australia, a través de internet, escuché a Bonilla narrar en directo los partidos del Atlético, claro que allí eran las tres o las cuatro de la mañana, mientras veía los partido en la televisión por cable y de pago o por rojadirecta.net. Allí oí a Poblador, Delfa, Bonilla y otros cantar la victoria del Atlético en la Euroliga de 2010 mientras veía el partido por Fox TV, y dos años más tarde en Madrid me narraron la de 2012 mientras veía el partido por la tele, y poco después la Supercopa. Y así año tras año, y los partidos del Estudiantes, y los del Madrid, y los del Rayo, y del Geta, y el Alcorcón, y el Leganés, y...... y todos los demás.

Durante años he preparado la cena de mis hijos escuchando el programa de Poblador a las 7 de la tarde; durante años he comido mi sandwich de mediodía escuchando el Partido de la Una; algún mensaje mío han leído en directo cuando se los enviaba desde Australia; en más de una ocasión han respondido a mis twitts. 

No sé aún quienes se han ido, forzosamente, y quienes se han quedado. Sé que podré disfrutar de las narraciones Bonilla, del impresentable madridista de Carlitos (sin acritud, no sería lo mismo si un pesao del Madrid no estuviera ahí), y de alguno más, que seguirán amenizando nuestras tardes futboleras y baloncestísticas. Pero nada será igual, os echaremos de menos los oyentes, yo os echaré de menos.

No entro en si la cadena perdía o ganaba dinero, si la dirección o los sindicatos han sido inflexibles, en toda discusión cada uno tiene su parte de razón, y tampoco me voy a referir a todos los trabajadores del Ente, sólo a la sección de deportes de Onda Madrid.

Gracias por todos estos años de entretenimiento, muchas gracias, gracias a todos. Espero poder volver escucharos algún día, aunque supongo que será imposible que estéis juntos de nuevo, y que encontréis pronto un micro desde el que seguir contándonos los partidos y haciéndonos felices cuando nuestros equipos ganan.

No nombraré a nadie para no olvidar a ninguno, ya he dicho que no sé quién ha sobrevivido, así que suerte, mucha suerte a todos. Hasta pronto, hasta siempre.

"I wish you all the best"

You'll never walk alone.

See you soon, mates.



viernes, 11 de enero de 2013

NUESTROS POLÍTICOS, ESA GENTUZA


Hoy recuerda Arturo Pérez Reverte en su twitter una columna que escribió hace tiempo, poniéndola en relación con la actitud del incumplidor aragonés Durán i Lleida. No sé si tengo su permiso, pero la voy a reproducir aquí porque describe perfectamente tanto a este aragonés renegado y vividor de la política y del erario público, como a muchos de los otros 349 compañeros del Congreso y los 266 del Senado.

Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre. 

Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida. 

Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado -ahí no hay discrepancias ideológicas- el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día. 

De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.

Esa gentuza
ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal - 05/7/2009


NUESTROS COMUNISTAS LUCIENDO SU RESPALDO A LOS ASESINOS Y CONTRA LA DEMOCRACIA


Los actores Willy Toledo y Pilar Bardem, y el exdirector de la Unesco Federico Mayor Zaragoza figuran entre las personas que han expresado su respaldo a la manifestación convocada por la plataforma de apoyo a los presos de ETA, Herrira, para el próximo sábado  día 12 de 2013 en Bilbao.

Dicha marcha lleva por lema «Derechos humanos. Solución. Paz. Euskal Presoak Euskal Herrira (los presos vascos a Euskal Herria)» y reivindica el fin de la dispersión y la liberación de los presos con enfermedades graves así como dejar de aplicar la jurisprudencia, denominada doctrina Parot, que en la práctica alarga las condenas, modificando el benévolo código penal que imponía penas mínimas a los asesinos condenados por terrorismo. Antes de esa doctrina, un asesinato "costaba" menos de un año de cárcel, con ella las penas podían llegar a ¿3 años?

Según ha informado Herrira, entre las nuevas adhesiones a esta convocatoria están varios vascos reconocidamente pro-etarras, además de los ya citados, los músicos Kepa Junkera y Fermín Muguruza; la escritora Toti Martínez de Lezea; el futbolista Mikel Labaka y sorprendentemente, o no tanto, el comunista y antidemócrata alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, entre otros.

También han expresado su apoyo los exconsejeros del Gobierno vasco Esther Larrañaga y Joseba Azkarraga, ambos de EA, y Javier Madrazo, de IU; el abogado Txema Montero y los bertsolaris Andoni Egaña y Maialen Lujanbio.

Con anterioridad, también expresaron su apoyo los partidos que conforman EH Bildu -izquierda abertzale, Aralar, Alternativa y Eusko Alkartasuna-, Ezker Batua-Berdeak; los sindicatos ELA y LAB, así como numerosos agentes sociales y particulares.

Pero ¿y quién más respalda a los asesinos? La secta política catalana y los comunistas.


Diputados de CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP, como el convergente Carles Campuzano, el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, y el ex socialista Ernest Maragall.

Carles Campuzano (diputado de CiU en el Congreso), Oriol Junqueras, Marta Rovira, Pere Aragonés, Joan Tardà y Gemma Calvet (ERC), Dolors Camats (ICV), David Companyon (EUiA) y los tres diputados de la CUP en el Parlament -David Fernandez, Quim Arrufat y Georgina Rieradevall- son algunos de los firmantes de este documento.

El manifiesto, que han suscrito setenta personalidades catalanas del mundo político, social y cultural, cuenta también con el respaldo del exconseller socialista e impulsor de Nova Esquerra Catalana (NEC), Ernest Maragall; del exvicepresidente de la Generalitat Josep Lluís Carod-Rovira, del cantante Lluís Llach y del profesor de Economía de la UAB Arcadi Oliveras, entre otros.

Nuestros comunistas, esos supuestos intelectuales españoles, Toledo, Bardem y Gordillo entre otros, y nuestros nacionalistas de aldea, todos ellos otra vez demostrando su odio hacia la democracia y su desprecio a las víctimas del terrorismo. Nuestros "intelectuales de izquierda" siempre respaldando a asesinos, dictadores, genocidas y cobardes. Estos son los intelectuales que presumen en España de moral, de ética, de conocimiento, de cultura, de demócratas, de amantes y defensores de la libertad.


jueves, 10 de enero de 2013

LATROCINIO, IMPUNIDAD,COMPLICIDAD E INDEPENDENCIA EN CATALUÑA

SIEMPRE quedó flotando la sospecha de que Pasqual Maragall, en su célebre denuncia del tres por ciento, se había quedado corto. No sólo por la rapidez con que retiró la acusación cuando un indignado Artur Mas, entonces líder de la minoría, le amenazó con cargarse aquel malhadado Estatuto origen de casi todos los presentes males, sino por haber calculado con benévola generosidad el porcentaje de la mordida nacionalista. Hoy sabemos por el caso Pallerols que las comisiones irregulares alcanzaban un diez por ciento de las contratas, aunque falta por determinar qué parte de la tarifa era para los extorsionadores y cuánto le correspondía al partido, esa UDC liderada por quien hasta hace poco podía presumir de ser el político mejor valorado -en estima, no en precio- de España.

Si Unió Democratica de Catalunya ha afrontado la culpa tirando de chequera para asumir responsabilidades no es tanto, o no solamente, por evitarles la cárcel a sus militantes corruptos como para eludir el paseíllo mediático de sus dirigentes en un juicio que de todos modos iba a terminar en condena. La intolerable dilación habitual de los trámites judiciales había situado la vista en un momento de especial delicadeza para quedar como trincones. Qué inoportunidad: la nomenclatura del régimen desfilando, con el exfuturo ministro Duran Lleida al frente, para testificar en el enojoso sumario de una mangancia manifiesta. Preguntas incómodas, respuestas embarazosas, evidencias sonrojantes. Mejor pagar -con dinero procedente en parte de la financiación oficial, es decir, sufragada por los ciudadanos, a los partidos políticos- y más vale una vez colorados que ciento amarillos y un mal acuerdo que un buen pleito.

Alguien tendría que procurar que de estas cosas no se entere Frau Merkel. Porque además de la dudosa reputación que proporciona el tejemaneje delictivo sucede que el dinero desviado procedía de fondos europeos. Y esta clase de fullerías a los puritanos de las cuentas los ponen de muy mala leche. Es la imagen española la que queda en entredicho, por más que el nacionalismo ande emperrado en la cuita de la autodeterminación; a ver quién les cuenta a los ceñudos vigilantes de la ortodoxia fiscal que esto era la basura del oasis catalán. Entre otras razones porque con la Gürtel, los EREs andaluces, el caso Campeón y demás pringues autonómicas y municipales nadie está por estos pagos en condiciones de presumir de nada.

De lo que sí puede blasonar UDC es de haber elevado de forma notoria la proporción del peaje. En materia de corrupción lo reprobable es su propia existencia; se trata de una degradación moral cualitativa que toma cuerpo a partir de la primera milésima de fraude. Pero una cuota del diez por ciento ya entra en escala de exacción mayor, abusiva, especulativa casi. Talla XL. A estos ciudadanos tan ejemplares les gustaba, no cabe duda, pensar a lo grande.

IGNACIO CAMACHO - ABC


Aunque no haya constancia escrita de ello en la política española existe un pacto tácito entre los grandes partidos políticos para no pedirse los unos a los otros las “máximas” responsabilidades políticas por la corrupción. Por ello, el Parlamento español no suele investigar la corrupción y ello explica que, en el día de ayer y tras reconocer Unió ante el juez del caso Pallerols sus delitos de la malversación, no se haya desatado un clamor en Barcelona y en Madrid, exigiendo la dimisión y salida de Duran i Lleida de los cargos públicos que ostenta, empezando por la presidencia de la Comisión de Exteriores del Congreso, que controla el catalán sin lealtad ni hacer honor al cargo (véase su desprecio a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz).

Además de liderar una de las ramas de CiU, el partido gobernante en Cataluña que ha lanzado un desafío al Estado, Duran i Lleida se presenta como el hombre puente entre Madrid y Barcelona, y de ese cuento y de su doble discurso, allí y aquí, vive y se entretiene como un profesional del poder jugando con dos barajas, aunque esta vez le han pillado y ha tenido que claudicar ante el juez, con la ayuda de la fiscalía del Estado que debió ser implacable y no aceptar una transacción sino exigir la cárcel para los culpables.

Pero ya sabemos que este Gobierno de Rajoy es experto en paños calientes y con Unió mantiene una especial relación para ver si así le tuercen la mano a Artur Mas. Se vio nada más llegar el PP al poder, porque una de las primeras decisiones de Rajoy fue la de conceder una indecente amnistía a dos dirigentes de Unió, el partido de Duran i Lleida, condenados a cárcel por corrupción. La noticia la ocultó la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, pero fue descubierta por los medios en el BOE y organizó el natural revuelo.

Ahora, entre la condena a Unió, el escándalo del Palau que toca de lleno a Convergencia, la misteriosa fortuna de los Pujol y las incógnitas sobre el origen de las cuentas ocultas -y más tarde regularizadas- del fallecido padre de Artur Mas, los españoles estamos asistiendo perplejos al espectáculo de que esta “banda” de corruptos o dirigentes bajo sospecha están, en su impunidad, desafiando al Estado y proponiendo la independencia catalana. Y utilizando unos modales que no respetan la legalidad y que son insultantes para España y los españoles y despreciativos para las instituciones y las autoridades del país. Como lo vimos durante la inauguración del AVE a Figueras, o como pretende Mas hacer en Madrid presentando al Rey su plan de independencia después de aprobar en el parlamento catalán una declaración soberanista.

Y si todo esto es grave en fondo y forma, más grave parece que en la Moncloa y en la Zarzuela nadie se atreva a parar los pies a este desvarío haciendo pública denuncia de todo ello y cortando en seco no solo la deriva independentista sino los modales y los abusos de este selecto club de dirigentes independentistas que desafían la legalidad o viven al margen de la ley. ¿Hasta cuando el “silencio administrativo” de Madrid y la inmoralidad política y democrática de mirar hacia otro lado, huyendo de los desafíos en vez de abordarlos de frente?

Cada vez parece más notorio que España tiene un serio problema de liderazgo, capacidad de decisión y de valentía en la persona del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Asunto de muy difícil solución, que solo se podría compensar con la entrada en el Gobierno de políticos con más peso y mayor capacidad que los actuales y con voluntad de decisión y comunicación, cosa que al día de hoy no existe en el Gabinete de Rajoy.

PABLO SEBASTIAN - REPUBLICA.COM


Veinticuatro horas después de que Unió Democrática de Catalunya (UDC) firmase un pacto de conformidad con la fiscalía, reconociendo que se había beneficiado de fondos económicos para combatir el paro para la financiación del partido, su principal responsable, el diputado Josep Antoni Duran i Lleida, que había prometido que en el caso de que se demostrase que su partido había sido financiado ilegalmente (cosa que ha reconocido y firmado ante la fiscalía) asumiría las correspondientes responsabilidades políticas, ni ha dimitido ni parece que tenga la menor intención de hacerlo. Ha proseguido su viaje oficial por Chile, haciendo un panegírico de que España puede superar la crisis, sin referirse a qué parte de esa crisis está provocada por él y por su partido, que apoyan la independencia de Cataluña y su escisión de España.

Ese anuncio de supuesta dimisión lo hizo el señor Duran cuando mantenía que se estaba ante una campaña para desacreditarle políticamente, hace nada más y nada menos que doce años, en plena investigación del llamado ‘caso Pallerols’, una trama acusada de malversación de fondos públicos, cohecho y falsedad documental, que utilizaba las ayudas públicas que concedía la Generalitat, entonces presidida por Jordi Pujol, para cursos de formación de parados para la financiación de Unió, aparte del enriquecimiento de todo tipo de intermediarios entre los que se encuentran Fidel Pallerols, el empresario de las academias, el ex director de Empleo de la Generalitat y secretario de organización de UDC y la número dos de la Consejería de Trabajo. Lo más granado del partido democratacristiano, que forma parte de la Federación CiU y que, ahora, reconoce que “los condenados efectivamente daban un beneficio a Unió, pero sin saberlo Unió”.

Después de alargar el proceso durante 16 años, los dirigentes de Unió que manejaron un total de ocho millones de euros han firmado un pacto por el que han pagado 380.000 euros y las correspondientes multas a cambio de no sentarse en el banquillo y de que no comparezca a declarar el señor Duran i Lleida, el máximo dirigente del partido, que, hasta el momento, no ha hecho ninguna declaración.

De todas formas, no hay que descartar que, como sucedió en el caso de los falsos estudios de derecho laboral elaborados a base de copiar distintos informes y publicaciones, que no aportaban nada, y por el que fueron condenados también altos cargos de Unió, entre ellos el ex cuñado de Sánchez Libre, que al final no ingresaron en prisión gracias al indulto que el Gobierno de Mariano Rajoy les concedió a última hora, en esta ocasión hubiera ocurrido lo mismo, aunque en estos momentos no esté en vigor el pacto entre el Partido Popular y Convergencia.

En estos dos casos, la Justicia ha sido lenta, escandalosa, y el comportamiento del Gobierno, difícilmente explicable. Es inexplicable para la opinión pública, en los graves momentos que está viviendo el país, que delitos que conllevan años de prisión, que afectan a la financiación de los partidos políticos, que miden la credibilidad del sistema y que están relacionados directamente con esa plaga que parece una epidemia, y que es la corrupción, queden prácticamente impunes y que puedan ser enterrados con el manto del silencio, con una multa que, al fin y al cabo, es ridícula, teniendo en cuenta los millones de euros de los que se trata. Esos millones que van a formación y que manejados por partidos, patronal y sindicatos, constituyen uno de los grandes casos de corrupción a todos los niveles. Se comprende la indignación ciudadana y no se comprende el comportamiento del señor Duran i Lleida, el político que sale más favorecido en todas las encuestas como hombre moderado y lleno de sentido común…

Un escándalo más que demuestra que unos son más iguales ante la Ley que otros.

PEPE ONETO -REPUBLICA.COM