martes, 1 de febrero de 2011

CATALUÑA COMO RÉMORA DE ESPAÑA

Cataluña amenaza los esfuerzos del Ejecutivo en su intento de paralizar y dismunir el déficit de las Comunidades Autónomas, según afirma en un artículo el diario británico Financial Times. Cataluña necesita conseguir de los mercados de deuda este año entre 10.000 y 11.000 millones de euros ya que ha ido sistemáticamente retrasando los pagos de las deudas contraídas con sus proveedores, incluso con las compañías farmacéuticas y que podrían ascender  a 3.000 millones de euros. A éstos hay que sumarles los 2.600 millones de déficit previsto para este ejercicio y, además, vencen entre 5.000 y 6.000 millones de euros en deuda, entre los que se incluyen los bonos ‘nacionalistas’ que Cataluña colocó “de forma desesperada” a finales del año pasado.

A pesar de que el Gobierno central ha hecho el esfuerzo de reducir el gasto para controlar el déficit público, la situación financiera de Cataluña “ayuda a explicar por qué el déficit de España alcanzó el año pasado el 9,2% del PIB”, asegura el rotativo, que subraya que las comunidades suponen la mitad del gasto público y tienen una deuda de más de 107.000 millones, de los cuales, 30.300 corresponden a Cataluña.

Esta comunidad autónoma superó en 2010 el límite de déficit del 2,4% que tenía establecido, de hecho, alcanzó el 3,6%, el desvío es superior a 7.000 millones de euros de gasto público. Ahora toca ajustar y el gobierno catalán ha presentado un plan estratégico que contempla la reducción del déficit del 3,6% actual al 1,3% a finales de 2011.

El periódico británico, que ha entrevistado a Andreu Mas-Collel, consejero de Economía de Cataluña, recuerda las palabras del presidente avisando a las comunidades de que deben controlar el gasto público, aunque también señala que Zapatero no ha empezado a hacer caso a los expertos sobre la importancia de reducir el gasto de las regiones autónomas hasta hace poco.

Las cuentas públicas y el control del déficit presupuestario enfrentan al Gobierno central, que debe reducir su nivel general de endeudamiento y convencer a los mercados de que su plan de ajuste fiscal funciona, y a CiU, que acusa al Estado de ahogar a Cataluña “premeditadamente”. Sobre este aspecto, el consejero de Economía de Cataluña ha dicho que cumplirán con el objetivo de déficit si el Estado le traspasa los hospitales. Por otra parte, hace unos días, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dijo que “si Cataluña supera su objetivo de déficit, se limitarán sus emisiones de deuda pública”. 

Precisamente, el plan de ajuste presentado por la Generalitat pretende que su déficit para 2011 sea del 1,3% del PIB, cantidad que contemplan las previsiones macroeconómicas estatales. El déficit de 2010 aún no se ha concretado, aunque según los primeros datos podría rondar el 3,6%, el 50% más de la previsión que hizo el tripartito en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), antes de las elecciones autonómicas de noviembre.

¿Saben quién va a pagar el déficit de los manirrotos políticos catalanes? Pues fácil, el resto de los ciudadanos españoles a los que les restarán inversiones en sus zonas de residencia para que se entregue esas cantidades a los políticos catalanes, y así podrán seguir manteniendo sus embajadas, sus organizaciones y empresas autónomas (el doble de las que hay en Madrid con sólo un 20% más de población), su fomento de lenguas indígenas, y demás zarandajas.



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