Escribe en El País el Sr Peces Barba una columna de opinión, donde si no, reprochando a los madrileños, en general, que den la espalda a los socialistas en las elecciones, como si no hubiera en Madrid simpatizantes de los populares y Aguirre haya llegado al gobierno por imposición legal. En su columna Peces Barba, el ex Comisario Antivíctimas del Terrorismo, demuestra su verdadero concepto de la democracia. Dice así:
A primera vista, podría parecer poco adecuado no halagar a los electores que queremos que voten al PSOE en la Comunidad y en los Ayuntamientos. Mucho menos parece sensato regañarles y reprocharles su apatía, su distancia de la política y su resignación. Sin embargo, quizás sea necesaria una sacudida y una bronca que abra los ojos, active las conciencias y despierte la memoria histórica de la tradición progresista de los madrileños.
¿Habrá pensado este Sr que en Madrid todos somos progres? ¿Es obligatorio ser progre en Madrid? Entonces, ¿Por qué, si todos somos progres, el PP ha ganado las elecciones una tras otra desde hace veinte años.
No hicimos los socialistas ni la Transición, ni la Constitución con el Rey, con Adolfo Suárez y su UCD, con los nacionalistas más integradores para facilitar el acceso al Gobierno a los antiguos franquistas a los sectores más conservadores y reaccionarios de la sociedad. El PP tiene sectores democráticos modernos pero su silencio, y sobre todo el de Rajoy, aumentan el impacto y los gritos de doña Esperanza y sus corifeos afines, Mayor Oreja o Camps, integristas, populistas, que han traicionado el espíritu de la vuelta a la democracia, las esperanzas de una transformación desde la libertad y la igualdad y que han adormecido a muchos ciudadanos, también muchos madrileños, para que olviden el sueño de la razón y la utopía progresista que ha sido su meta más querida y más deseada. No debemos dejar paso a esos sectores casposos, llenos de rencor y sedientos de riquezas.
Su discurso no deja lugar a la duda, este Sr. sigue anclado en el siglo XIX y quiere que los madrileños nos situemos, como él, en ese nefasto período. Asumir que la transición es poco menos que sólo obra suya, de los socialistas, y que sólo ellos tienen derecho al gobierno de España demuestra también el escaso respeto por la voluntad popular. No le importa que un 50% del censo vote al PP, los conservadores no tienen derecho a gobernar en ningún caso. Por cierto, soy madrileño, como mi madre, mi mujer y muchos de mis amigos, y ninguno de nosotros hemos necesitado nunca alcanzar la "utopía progresista" para satisfacer nuestro espíritu progre ¿seremos unos extraños madrileños?
El vuelco necesario debe hacerse con sentido práctico y desde posibilidades reales y no con sueños imposibles ni con esfuerzos inútiles. Es evidente que solo se puede alcanzar este objetivo con el liderazgo y con el impulso del Partido Socialista, aquí en el Madrid de Tomás Gómez, excelente candidato y un político honrado dispuesto a sacudir las políticas retrógradas y a encabezar a todos los sectores progresistas para que la señora marquesa consorte no siga gobernando en Madrid.
Tomás Gómez será excelente, pero la población madrileña no le quiere ¿es que no se da Vd cuenta?
Los ataques ad hominen a Aguirre, a causa de su esposo, demuestra la carencia de ideas de nuestros utópicos progresistas, que de momento han centrado su campaña en mentir y calumniar, por lo que se han ganado ya la primera querella criminal y han tenido que cambiar algunos de sus anuncios.
No veo yo que sea retrógrado construir 8 nuevos hospitales y decenas de kilómetros de transporta público. Si esto es retrógrado ¿qué es ser progre? ¿hundir Madrid para beneficiar a Cataluña?
...... No son tiempos para aventurerismo ni para políticas como las de las dos orillas... .... Lo son para el juego limpio y la lealtad recíproca para acabar con la pesadilla del dragón que representa la señora Aguirre.
¡Vaya! Unirse a independentistas y extremistas de izquierda para expulsar al PP de todos los gobiernos no es aventurerismo, es habilidad política y control de las pulsaciones extremistas, geometría variable. Facilitar la llegada de ETA a las instituciones no es aventurerismo, es conciencia política.
De nuevo los insultos personales como medio de movilización. La progresía presumía de tener grandes ideas ¿no? Parece que no, sólo grandes insultos. ¿Esto es todo lo que podemos esperar de un político y catedrático que debería ser un referente ético en España?
...... No podemos resignarnos, sino que debemos luchar sin descanso en defensa de nuestra dignidad, para evitar la catástrofe moral que supondría una derrota anunciada y soportada por unos madrileños que habrían dejado de luchar. Con Tomás Gómez en cabeza y desde el reproche a los madrileños resignados, luchemos francamente para ser dignos de respeto y ganar al pesimismo, a la desgana y al derrotismo. ¡Vale la pena!
Utilizar la dignidad y el honor como herramientas políticas creía que correspondía más a la derecha rancia que a la moderna progresía, pero se ve que no, que si hace falta se recurre a las vísceras y se abandonan los programas. Quizás por eso Peces Barba odia a Julio Anguita.
Gregorio Peces-Barba Martínez, lamentablemente, es catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, por lo que nos podemos temer qué será lo que, cubierto con el paraguas de la libertad de cátedra, es capaz de enseñar a sus alumnos ¿odio?
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