Después de una larga pausa a causa del trabajo volvemos a la realidad diaria del desastre nacional. Tras la debacle electoral del Bobo Solemne, que ha puesto a casi todo el país bajo el control político del Partido Popular, volvemos a las viejas costumbres políticas españolas de despistarnos con dimes y diretes para no hacer frente a la realidad.
Una de las últimas es la bronca a causa del Diccionario Biográfico y las calificaciones de Francisco Franco. En los libros siempre se ha hecho una distinción clara entre autoritarismo y totalitarismo, reservando el primer calificativo para las dictaduras de derechas y el segundo para las de izquierdas. Pero los socialistas y comunistas españoles quieren la segunda para Franco, supongo que eso supone reconocer que las dictaduras de izquierdas eran mucho más terribles que las de derechas, y por eso quieren imponer ese calificativo a Franco. Con tal de recuperar el franquismo como herramienta política de despiste, ya no saben más que incurrir en contradicciones.El siguiente recurso habitual ha sido la utilización del "y tú más". Una vez derrotados en las elecciones y una vez descubierto un agujero sin fondo en que se encuentran algunas administraciones, como la castellano manchega, los políticos socialistas regresan al "y tú más" como única arma política.
Además recurrimos nuevamente al bellaquismo, antipatriotismo, irresponsabilidad y demás adjetivos utilizados para no hacer frente a sus responsabilidades. Las críticas al gobierno sólo son válidas cuando van dirigidas a los gabinetes conservadores. Si van dirigidas a los gobiernos socialistas las críticas y denuncias de incompetencia se convierten en un verdadero crimen de Estado. Por otra parte, ni una sola acción para despejar el panorama de ministr@s inútiles e incompetentes. Aquí mantenemos a Pajín y otros impresentables al frente de un país en crisis.
Qué desastre de país y qué escasas esperanzas de mejora en los próximos años
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