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domingo, 2 de febrero de 2014

"ES LA POLÍTICA, IDIOTAS DEL PP, LA POLÍTICA"

Ahora que se está celebrando la convención nacional del PP es bueno recordar porqué están perdiendo votos "a espuertas" entre sus seguidores.


LAS VÍCTIMAS

SI «la política es el arte de lo posible», según Bismark, ¿qué es gobernar? Pues convertir ese arte en realidad. Algo que el Canciller de Hierro practicó con pericia, forjando la moderna Alemania y adelantándose a los socialistas en el Estado social. Cualquier medio vale para no fracasar. Últimamente, debido al auge de los medios audiovisuales, lo más socorrido es el líder «carismático». Rajoy, que sabe perfectamente que no es un seductor, ha elegido el camino opuesto: fijarse el objetivo principal, concentrar en él todos los esfuerzos y olvidarse de lo demás, convencido de que, resuelto el gran problema, el resto se resolverá por añadidura. Si Clinton dijo aquello de «¡es la economía, idiota, la economía!», Rajoy no lo dice, porque se calla todo, pero lo hace.

Parece que está teniendo éxito, que estamos saliendo del pozo, que los números empiezan a cuadrar. Pero está visto que la plena felicidad no es de este mundo y, justo cuando parece haber vencido a sus rivales, surgen problemas entre sus seguidores. Las víctimas del terrorismo, el colectivo más golpeado en la Transición, se sienten no ya olvidadas, sino traicionadas por el Gobierno. Un Gobierno que no es del PNV, del que solo esperan agravios, ni del PSOE, que hace tiempo coquetea con el nacionalismo, sino del PP, el partido que consideraban suyo. Pero verle no mover un dedo cuando un juez mandó a casa a Bolinaga por razones harto discutibles e inclinar la cabeza cuando el Tribunal de Estrasburgo anulaba la doctrina Parot ha hecho pensar a algunas víctimas que ya no es su partido. Tras ellas, se han ido señalados militantes.

Pienso que ha habido un grave error por parte del Gobierno. No se gobierna solo a base de números y resultados. Requiere también corazón, cariño, calor humano. Habría bastado para evitar el infortunado desencuentro. Las víctimas del terrorismo son la esencia, por no decir el alma, del PP. Representan los valores que dignifican y cohesionan el partido, al haber dado lo máximo que puede darse en este mundo, la vida, por su causa. Pero, además, a las víctimas hay que escucharlas no por compasión ni por deferencia, sino porque tienen razón. Tienen razón por conocer mejor que nadie tanto a quienes han asesinado sin pestañear a sus padres, hermanos e hijos como a quienes de una manera u otra estaban tras ellos. Saben también que son gentes de las que no se puede uno fiar, que no se han arrepentido ni entregado las armas, y que si ya no matan es porque no pueden o porque esperan poder alcanzar sus objetivos de forma más cómoda. Pero que volverían a matar, robar y extorsionar de no alcanzarlos, ya que no han renunciado a lo que llaman su «causa» y son sus delitos.

Por eso no puede pactarse con ellos, porque los terroristas siguen siendo lobos, y sus valedores, lobos con piel de cordero. Porque la paz que predican es una falsa paz. Es «su» paz. La paz de los cementerios, de los zulos, de la humillación diaria. Algo que el PP no puede aceptar si quiere hacer honor a su nombre y seguir siendo el partido del pueblo español.

José María Carrascal en ABC


EL PROYECTO

CUMPLIR el déficit no es un proyecto político. Gran parte de la tensión interna que vive la derecha española se debe a un error de (minus) valoración sobre el grado de exigencia moral de su electorado. Concentrado en la emergencia económica, el Gobierno ha preterido la cohesión ideológica que sostenía el modelo de partido creado por Aznar y lo ha situado al borde del colapso o de la fractura. El aznarista tampoco era un patrón dogmático; se trataba de una especie de coalición de tendencias –liberales, democristianas, moderadas y conservadoras– aglutinadas en torno a un programa reformista y un núcleo de identidad común basado en una fuerte conciencia nacional de España. 

Las víctimas del terrorismo personificaban la solidez de ese concepto unitario al resistir hasta el martirio el embate de la violencia rupturista. Su potente papel simbólico del patriotismo constitucional ha quedado en entredicho por desidia, torpeza o descuido del marianismo en un momento de especial delicadeza, cuando la desaparición de la amenaza criminal exigía sumo cuidado en la preservación del sentido del sufrimiento y de la idea misma de justicia histórica.

Esta presión sobre las junturas del PP es la evidencia de una crisis de proyecto. El de Aznar, que tenía la legitimidad fundacional, se desgasta, se diluye y se resquebraja, y el de Rajoy no acaba de aflorar bajo su esfuerzo pragmático de estabilización de la economía, que pese a su éxito objetivo se halla aún en una fase inicial, fuera del alcance de las devastadas clases medias que representan el principal bastión sociológico del centro-derecha. Para cohesionar una mayoría social se necesita algo más que el mero ejercicio pragmático del poder: es preciso trazar un horizonte, un esquema doctrinal, un lazo sentimental, y respetarlo. Este Gobierno ha ofrecido una sensación –más aparente que real, pero muy extendida– de debilidad ante los desafíos a la idea de España, que es su elemento de convicción más potente, y al desdecirse de su propio programa ha olvidado que un partido-contenedor de amplio espectro requiere de al menos un emblema ideológico que le otorgue consistencia.

Para coser los desgarros abiertos en el liderazgo marianista es menester un esfuerzo de recomposición política que vaya más allá del enunciado de reformas concretas como las que el PP va a anunciar en su convención de este fin de semana. Hace falta un ejercicio proactivo de acercamiento y amparo a sus grupos básicos de apoyo. Una defensa de los principios que activaron la confianza de los grandes sectores de la sociedad española: la libertad, la convivencia, la ley, la ética pública, la iniciativa individual y la fe en una nación de ciudadanos iguales. Identificar la regeneración con unos puntos de déficit equivale a confundir los proyectos con los objetivos, los deberes con los compromisos y la esencia con las circunstancias.

Ignacio Camacho en ABC


EL PLAN

ISABEL SAN SEBASTIÁN, ABC 26.01.2014

AUNQUE no desvela su contenido («no sería prudente que el presidente del Gobierno adelantara acontecimientos») Mariano Rajoy tiene un plan para frenar, in extremis, el proyecto independentista cuyo implacable acontecer ha llevado al Parlamento de Cataluña a fijar solemnemente, en el próximo 9 de noviembre, la fecha para la celebración de un referéndum de autodeterminación al que llaman «consulta».

El presidente tiene un plan, que no concreta, merced al cual piensa impedir que los separatistas catalanes se fumen un puro con la Constitución y usurpen al pueblo español la soberanía que por Derecho le pertenece. Algo es algo, pero no basta. A estas alturas del desafío, cuando la escalada ha llegado al punto de que las instituciones autonómicas ignoran sentencias firmes en materia lingüística y derrochan el dinero público en campañas de propaganda a favor de la sedición, anunciar un plan abstracto y garantizar un compromiso que se asumió al jurar el cargo es tanto como quedarse de brazos cruzados esperando a ver qué pasa. Incluso la alianza que se intuye con el PSOE a estos efectos resulta insuficiente y tardía. La buena intención se presupone; la determinación está por demostrar. Y mientras no quede probada por encima de toda duda razonable, como acreditado ha quedado el empeño de los separatistas en romper España, no les llegará un mensaje que les lleve a perder la esperanza.

Hasta la fecha ha sucedido justo lo contrario. La política de hechos consumados practicada por el nacionalismo ha supuesto para su causa una apuesta siempre ganadora. Exigiendo lo imposible han obtenido lo impensable, sin arriesgarse a perder. Cada amenaza rupturista ha encontrado comprensión y recompensa en forma de nuevas competencias, nuevas transferencias y mejor financiación, a costa de quienes nunca han dejado de ser leales. La estrategia del chantaje les ha dado excelentes resultados. ¿Por qué iban a renunciar a ella?

Lo sorprendente, lo realmente novedoso, sería que por una vez se invirtieran los términos de la ecuación y ese «plan» de La Moncloa contemplara la posibilidad de imponer el pago de un precio político a estos apóstoles del «derecho a decidir» que decidieron por su cuenta y riesgo romper las reglas del juego, quebrando así no sólo la convivencia, sino la confianza de los inversores en nuestro país. Que la jugada les saliera cara. Si por ventura fuese así, el artículo 155 de la Carta Magna indica el camino a seguir: «Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general».

Las agencias internacionales de calificación identifican el «problema catalán» como el máximo factor de riesgo para la economía española. El «Parlament» ha traspasado con creces los límites de la legalidad. Cataluña está quebrada y consume buena parte del fondo de rescate que pagamos con nuestros impuestos. ¿Qué más tiene que pasar para que el «plan» se materialice?

Es demasiado tarde para enviar ministros a hacer discursos patrióticos o desgranar cifras reales. El Estado perdió esa batalla hace años, cuando renunció a librarla. A estas alturas no hay más «plan» válido que la protección efectiva del interés general, con los instrumentos que hagan falta. Todo lo demás es nada.


CON SUS VIDAS EN NUESTRAS MANOS

Si la historia la escriben los vencedores, los terroristas habrán vencido al escribir nuestra historia. Y el pasado de España se agolpará en nuestra boca con el sabor a ceniza de todo un tiempo en vano. Y el pasado de España temblará en nuestros ojos con el sabor a pérdida de las lágrimas secas.

«Que se libre a mis restos de una sacrílega autopsia; que se ahorren de buscar en mi helado cerebro y en mi apagado corazón el misterio de mi ser. La muerte no revela los secretos de la vida». Chateaubriand iniciaba sus Memorias con esta advertencia: lo que quedara de su cuerpo sin espíritu de nada podía servir para explicar el significado de su existencia. Pero si la materia inerte nada nos dice ya del alma, de la conciencia de vivir, las circunstancias de la muerte pueden dar cuenta de nuestra condición de hombres, de nuestra sustancia de seres únicos alzando su integridad sobre la tierra y la historia.

Líbrennos nuestra inteligencia y nuestro sentido del ridículo del fervor romántico que idealiza la muerte heroica en una desquiciada fe de vida. Líbrennos nuestra lucidez humanista y nuestro culto a la razón de confundir la arrogante exhibición de la autenticidad con la humilde búsqueda de lo verdadero. Nada tenemos que ver con quienes, acostumbrados a convertir la vida en la pieza descartable de ideologías extremistas, han posado sobre nuestro tiempo el orden deforme de un firmamento inmoral. Sólo sentimos repugnancia de quienes han creído que el futuro había de edificarse sobre los escombros de la muerte, sobre el sacrificio de los inocentes y sobre los escenarios donde la sangre oficia el sucio ritual de los verdugos y de las víctimas.

Desde la convicción de la dignidad intrínseca de la vida, de su finalidad en sí misma, de la negativa a aceptar su validez relativa, algunas ocasiones nos obligan a hacer una pausa en nuestro camino. Pocos días atrás, en una localidad del norte de Pakistán, un adolescente de catorce años, Aitzaz Hasan Bangash, detuvo a un terrorista talibán que pretendía detonar una carga explosiva en el interior de su escuela. Sólo pudo hacerlo abrazándose a él y provocando un estallido prematuro, que permitió evitar la masacre que iba a producirse entre los estudiantes reunidos en aquel momento en una asamblea. Bangash había tratado de disuadir al terrorista gritándole y arrojándole piedras, pero al final no tuvo más recurso que entregar su propia vida. La donación de una existencia tan joven aún, el sacrificio temprano nada tuvo que ver con la decisión de morir ni con el deseo de matar. Por el contrario, fue una prueba de respeto al ser humano, una forma de afirmar el privilegio de vivir. Fue uno de esos actos en los que la humanidad entera justifica su existencia en el mundo, su necesidad de tomar una opción moral, la exigente, irrevocable y preciosa condición de nuestra libertad.

Esta decencia limpia, este coraje humilde nos incumbe a nosotros, los españoles, con especial dureza en estos días. Porque han aparecido de nuevo los asesinos, los pistoleros, los verdugos, posando orgullosamente en el congruente espacio de un antiguo matadero de Durango. Ellos han protagonizado una de las historias más pavorosas sufridas por Europa en la segunda posguerra mundial. En los reportajes que han cubierto su insultante manifiesto, hemos podido ver el rostro de quienes también tomaron una decisión. Hemos visto la tiniebla podrida de sus ojos, la corrupción de su sonrisa descompuesta, el aliento estancado de su voz. Hemos visto a quienes son ya, para siempre, imagen de la muerte. Decidieron que el crimen formara parte de nuestra existencia, segregaron el temor en el aire de nuestras calles, diezmaron el paisaje de nuestra patria. No solo provocaron un daño irreparable en asesinatos que zanjaron vidas con derecho a ser vividas. Nos condenaron a existir en una libertad condicional, a la indignidad del dolor inútil, a la vejación de nuestro miedo a ser asesinados. Nos obligaron a incorporarnos a diario con toda nuestra muerte a cuestas, nos sometieron al cautiverio de una teogonía infame, en la que a ellos correspondía escribir nuestro destino y a nosotros sólo cabía cumplirlo con una irrenunciable dignidad.

Pero ahora, además, nos fuerzan a convivir con su monstruosa existencia. Tenemos que aguantar la obscenidad de su presencia en las instituciones. Tenemos que soportar la humillación suprema de pagarles el sueldo. Ahora pretenden que la calidad de nuestra democracia y la virtud de nuestro civismo se midan por la capacidad de negar lo que ha ocurrido. Ahora reivindican que, después de haber condenado a muerte a nuestros amigos, a nuestros familiares, a nuestros compatriotas, los condenemos al olvido. Ahora nos arrebatan también el recuerdo, intentan inventar un pasado sin víctimas ni verdugos, un tiempo sin moral, reducido a los contextos atenuantes y las circunstancias absolutorias. Si la historia la escriben los vencedores, los terroristas habrán vencido al escribir nuestra historia. Y el pasado de España se agolpará en nuestra boca con el sabor a ceniza de todo un tiempo en vano. Y el pasado de España temblará en nuestros ojos con el sabor a pérdida de las lágrimas secas.

En nuestro propio suelo, con el permiso concedido por una autoridad que desdeñan, refugiándose en la protección de un Estado que rechazan, los asesinos tratan de establecer las condiciones políticas de nuestro futuro, pero también de perfilar las dimensiones morales de nuestra existencia. La redención de su pena será la aniquilación de nuestra legítima tristeza. La relativización de su crimen será aceptar la validez relativa de sus víctimas. Ninguna nación ha puesto a prueba las bases fundacionales de su cultura de este modo. A ningún terrorista de un país occidental se le habría ocurrido que las instituciones parlamentarias, los partidos, las garantías jurídicas y la simple decencia cívica de una comunidad podrían tomarse en serio tales pretensiones. Porque no definen solamente la catadura criminal de los asesinos que las proclaman, sino que también determinan la calidad democrática de la sociedad que las atiende.

Muy lejos de aquí, un adolescente entregó su vida para que cientos de muchachos de su edad pudieran vivirla enteramente. Bangash creció en una zona del planeta en la que la vida puede llegar a valer muy poca cosa, en que cada día que pasa es un tiempo ganado a la extinción. La vida no es un hecho rutinario, no transcurre con la inercia de lugares favorecidos por el bienestar y la libertad. La vida es voluntad de existir, pero no a cualquier precio. La grandeza del acto moral es que se basa en la posibilidad de escoger algo más fácil, pero menos bueno.

Lo que nos hace hombres es esa decisión que adquiere sus rasgos más intensos en circunstancias como las que nos ha ofrecido Bangash. En presencia del verdugo, él escogió ser la víctima, no por desprecio de su propia vida, sino por el amor a todas las que salvaba. Y, probablemente, habitando un lugar de tal dureza, por puro y simple amor al milagro de vivir. En el momento de tomar tan grave decisión, en el momento de dar ejemplo, este adolescente tuvo la vida de todos los hombres en sus manos. En su cuerpo destruido, vibró lo mejor de cada uno de nosotros. En su corazón desmantelado sobrevivió nuestra esperanza. En su sangre vertida tomó impulso nuestra definitiva fe en la bondad del hombre. Como lo escribió Cernuda, en la aspereza implacable del exilio: «Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. Uno …uno tan sólo basta como testigo irrefutable de toda la nobleza humana».

FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR, ABC 26/01/04

miércoles, 23 de febrero de 2011

OTRA VEZ POR CATALUÑA Y CONTRA EL RESTO

El Banco de España ha dejado claro que las ayudas del FROB solo irán destinadas a las cajas catalanas y que el resto de entidades habrá de retirar sus peticiones. Para el instituto emisor, solo ellas suspendieron las pruebas de estrés y llevan tiempo negociando. 

El traje a la medida confeccionado para las cajas catalanas con el decreto aprobado el viernes pasado no deja lugar a muchas dudas sobre la arbitrariedad de una decisión que rompe el principio de igualdad y que esconde el pago político del Gobierno a CiU. 

De este modo, las cajas catalanas reciben un trato preferente y espantan con fondos públicos el fantasma de la nacionalización, a la que se enfrentan otras cajas cuyos clientes, no catalanes en su mayoría, no tienen los mismos derechos que los de esa todavía región española.

Y mientras el gobierno de España, o de lo que va quedando de ella, sigue concediendo beneficios exclusivos a Cataluña, el Gobierno catalán impulsará una ley en la primera etapa de su legislatura para poder convocar consultas populares sin necesidad de tener el permiso del Gobierno central, según declaró este miércoles el presidente de la Generalitat (un referéndum es una consulta en la que están llamados a las urnas los mismos votantes que en unas elecciones y sus resultados son vinculantes).

Por otra parte, los socialistas catalanes liderados por Raimon Obiols y su Nou Circle reniegan del PSOE y exigen grupo parlamentario propio en el Congreso, los escaños que han hecho a Zapatero ganar dos elecciones seguidas, los procedentes de los socialistas catalanes.

El político que iba a cohesionar España, el líder de los idiotismos y los idiotizadores morales, va a acabar deshaciendo España, pero primero a su propio partido, ese que le ha seguido perrunamente estos siete años de desgobierno.


domingo, 20 de febrero de 2011

NUESTRA POLÍTICA NACIONAL

José María Carrascal en ABC dice que:
En Bruselas, Amberes, Gante, Lieja, Lovaina y otras ciudades belgas, miles de estudiantes se han manifestado contra el hecho de que su país lleve 252 días sin gobierno, al ser incapaces los partidos políticos de ponerse de acuerdo. Todo un record, aunque lo más sorprendente es que a ellas asistieron jóvenes flamencos y valones, bajo el lema de «División no es nuestro nombre», opuesto a la tendencia que empuja a la mitad norte del país, neerlandesa, a separarse de su mitad sur, francófila. A los jóvenes belgas, esa viejísima rivalidad, fundada en la lengua, la religión y la historia, les parece no ya anacrónica, sino ruinosa en los tiempos que vivimos, donde no sólo se derrumban fronteras en Europa, sino que se busca la homogeneización a escala planetaria. «No queremos la división, porque los problemas son los mismos a ambos lados de la frontera lingüística. Queremos que un valón pueda elegir a un político flamenco, o viceversa, y que los trabajadores tengan los mismos derechos en Flandes que en Valonia», dijo el estudiante que cerró el acto en Bruselas, ante una pancarta que proclamaba: «La lengua no es el problema. Son los políticos». Lo que ponía el dedo en la llaga. A los políticos «nacionalistas» les interesa mantener la división porque sus posibilidades disminuyen en un escenario nacional, donde la competencia es mucho mayor. Nada de extraño que prolonguen y fomenten las divisiones, aunque sea a costa de tener un país ocho meses sin gobierno, es decir paralizado, con todos los perjuicios que ello trae consigo, como está ocurriendo en Bélgica, donde han tenido que ser los jóvenes quienes salieran a defenderla.
Y Antonio Burgos también en ABC:
.....Si es facha sentirse agobiado por tantas prohibiciones, que si fumar en los bares, que si las bolsas de plástico en el supermercado, que si los toros en Cataluña, y decir que esto es peor que la dictadura, por favor, dime facha.

Si es facha decir que se están cargando la gramática con la pamplina de «ciudadanos y ciudadanas» y con la tontería de «la ciudadanía», por favor, dime facha.......

Si es facha estar convencido de que las libertades en España están hoy más amenazadas que nunca, sojuzgados por la dictadura de lo políticamente correcto, por favor, dime facha.

Porque esto se está poniendo de tal modo que si no te llaman facha es señal de que o eres un trincón o tienes más miedo que vergüenza, y que eres un cagueta cobarde como los que se callaban cuando la dictadura de Franco, y a los que hablábamos nos decían rojos, y que aquí se disfrutaba de mucha paz y mucha prosperidad. No hay nada más bonito que pasar directamente de rojo a facha.

Esto es lo que hay, y para quien quiera más opiniones inteligentes que vea la entrevista a Pérez Reverte en Veo7, dividida en cuatro partes, donde afirmó que "tenemos una clase política infame".











jueves, 10 de febrero de 2011

CRECIMIENTO ECONÓMICO POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS

La Fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas, público hace unos días su informe sobre el crecimiento regional que pone de manifiesto que la Comunidad Madrid se mantiene a la cabeza del desarrollo económico de las regiones españolas, seguida de País Vasco y Navarra, con índices de PIB por habitante cercanos al 130% al cierre de 2009, sobre una media de España del 100%. 

En el extremo opuesto, las regiones menos desarrolladas serían Andalucía (77,89%) y Murcia (79,96%).

En este informe Cataluña no sale muy bien parada, ya que en el periodo 2000-2009 ha crecido por debajo de la media regional de España, un 2,05, frente al 2,21%. En el último ejercicio incluido en el informe 2009, la caída ha sido especialmente en esa región, con una contracción del PIB del 4,36%, solo superada por Aragón, que tuvo una contracción del 4,66%; ambas casi un punto por encima de la caída media, un 3,68%. De este modo, en la última década Cataluña ha perdido posiciones en el desarrollo regional, ya que ha pasado de ocupar la cuarta posición, a la quinta, al ser adelantada por Aragón. Y ambas autonomías, junto con Murcia, fueron las más consumidoras en 2009, frente a Navarra, Extremadura y País Vasco, que fueron las menos gastadoras. Por provincias, Álava es la más rica, y Granada, la más pobre.

Ayer se presentó también el informe del centro de estudios del BBVA sobre las perspectivas de crecimiento económico para 2011 titulado "Situación España", que pone de manifiesto Cataluña se sigue quedando atrás en el proceso de recuperación económica, en comparación con otras comunidades autónomas y más aún teniendo en cuenta el papel estelar que su gobierno y sus nacionalistas suelen arrogarse sin rubor.

Y mientras tanto, Zapatero, se desdice una vez más y autoriza una nueva emisión de Deuda por parte de la Generalitat por un montante posiblemente de más de cinco mil millones de euros (este año Cataluña necesitara once mil millones de euros para pagar deudas), sin presentar siquiera el correspondiente Plan de Ajuste, aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera como es lo preceptivo, algo que se había negado a otras Comunidades y Ayuntamientos que ya habían presentado ese Plan de Ajuste que los catalanes tienen guardado todavía en un cajón.

No es favoritismo como afirma Zapatero, no, es simplemente desprecio a los demás y deseo de mantenerse en la poltrona a toda costa. Baste recordar que del mantenimiento del poder dependerán los sueldos de decenas de miles de afiliados socialistas, muchos de los cuales no serán capaces de encontrar trabajo en el mercado laboral, y menos aún en la situación actual, debido a su falta de preparación académica y profesional (currículum del que carece el propio Zapatero).





domingo, 6 de febrero de 2011

EL PSOE Y EL SISTEMA AUTONÓMICO, LA FACHADA Y LA OPINIÓN.

La Fundación Alternativas, afín al PSOE, ha elaborado un informe en el que considera necesario que el Estado lleve a cabo una regulación sobre la acción exterior que realizan las comunidades autónomas con el objetivo de "salvaguardar" la competencia que, respecto a este asunto, corresponde exclusivamente al Estado y, con ello, "la unidad de acción del Estado en el exterior" y acabar así con la "inseguridad e incoherencia" que se produce en esta materia.

Basándose en una sentencia del Tribunal Constitucional que subraya que las actuaciones en el exterior de las comunidades autónomas se deben limitar a las que sean "necesarias, o al menos convenientes, para el ejercicio de sus competencias" y no deben "incidir en la política exterior del Estado", la Fundación Alternativas vería "conveniente" que el Estado "regulara y pusiera claridad en este campo mediante la legislación oportuna".

Esto se debe a que, desde la Fundación, ven "inseguridad e incoherencia" en la acción exterior que llevan a cabo las comunidades autónomas. Es más, creen que algunas actuaciones concretas plantean "problemas que ponen en entredicho la unidad de acción exterior del Estado o la dificultan", al tiempo que suponen "un costo económico superfluo desde el punto de vista del interés general que habría que tener en cuenta en todo momento". "Parece que se necesita una regulación global de todo lo concerniente a la 'diplomacia paralela' de las comunidades autónomas. Proporcionaría una seguridad jurídica de la que hoy se carece y se preservaría con mayor certeza que ahora la competencia del Estado sobre la materia y el interés general que existe detrás", afirma.

La Fundación Alternativas considera que "todo se ha vuelto un poco más complicado" con la reforma de los estatutos de autonomía, ya que en ellos se recoge cierta regulación sobre la acción exterior, si bien dice "no entender muy bien cómo se ha podido dar este paso en una cuestión que no es propia de cada comunidad, sino general del Estado".
 
El caso catalán: En concreto, la Fundación explica que muchas comunidades autónomas han desarrollado "mínimamente" su acción exterior mediante la apertura de oficinas en Bruselas y algunas actuaciones de escaso contenido político, pero que otras han dedicado "desde sus inicios esfuerzos considerables en esta materia", y cita expresamente los casos de Cataluña y País Vasco.

Es al caso de Cataluña al que el informe cita como ejemplo más representativo de esta acción exterior autonómica por ser la comunidad que más ha desarrollado esta política. Según el documento, Cataluña ha definido las zonas geográficas de su radio de acción exterior, vincula ésta con "el proceso de 'nationbuilding' o construcción nacional" y la comunidad forma parte de diferentes asociaciones de regiones europeas como la Asamblea de las Regiones de Europa o el Congreso de Poderes Locales y Regionales. "Junto con todo lo anterior, habría que señalar los diferentes organismos internos que preparan y coordinan las actividades exteriores de Cataluña o de otras entidades públicas o privadas catalanas, los múltiples viajes que hasta ese momento había llevado a cabo el presidente de la Generalitat y otras actividades diversas, como las de cooperación al desarrollo", explica el informe.
 
Propuestas

Por todo ello, la Fundación Alternativas aboga por una regulación que debería pasar por tomar como modelo alguno de los procedimientos previstos en relación con las relaciones transfronterizas así como "el deber de una información completa al Estado por parte de las comunidades autónomas de todas las actuaciones en el exterior o que pudieran afectar a la competencia del Estado sobre la materia".

Pero también considera que la regulación debería contemplar "el deber del Estado de informar a las comunidades de sus actuaciones internacionales en cuanto afecten a sus respectivas competencias en el marco de las comisiones bilaterales de cooperación a través de las conferencias sectoriales existentes o, si fuera necesario, mediante una nueva conferencia sectorial referida a la acción exterior del Estado.
 
Para la Fundación Alternativas, la regulación debería abrir además los organismos e instrumentos internacionales del Estado, como las embajadas o el Instituto Cervantes, a las pretensiones de las autonomías, al tiempo que debería contemplar la posibilidad de que el Estado pudiera coordinar determinados aspectos de la acción exterior de las comunidades.

En cuanto a los estatutos de autonomía, la Fundación cree que no hay fácil solución para los ya reformados, "fruto de la práctica disfuncional de regulación", si bien recomienda que para posibles reformas futuras "prevalezca una visión general del Estado y se deje para regulaciones generales lo que corresponde a ellas".

Por otra parte, una revista dirigida por Alfonso Guerra publica un artículo que sigue una línea parecida, más cercano a las tesis de Aznar que las declaraciones que realizan los dirigentes socialistas.

El economista Manuel Muela, miembro del Consejo de Redacción de la revista Temas para el debate, presidido por Alfonso Guerra, defiende en un artículo publicado en el número de febrero una suspensión transitoria de las comunidades autónomas mientras se revisa su situación, que considera "un lastre para el ejercicio correcto del poder público".

En el artículo, Muela se acerca a los planteamientos expresados en las últimas semanas por el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien ha cuestionado la viabilidad y la conveniencia económicas de un modelo territorial en el que, a su juicio, las comunidades autónomas juegan a ser "miniestados".

El PSOE, en su última Convención Autonómica y en varias declaraciones públicas, ha contestado a esas afirmaciones reivindicando el sistema como un modelo de "éxito" que ha contribuido al desarrollo económico, el bienestar y la cohesión territorial. Sin embargo, Muela se aproxima más a las tesis de Aznar al criticar que las comunidades se han convertido "en la práctica en contrapoderes estatales con vicios agudos de clientelismo y con escaso sentido de la solidaridad", por culpa del ejercicio "vanidoso y viciado" que han hecho de ellas sus máximos representantes. A su juicio, "ni el Gobierno más ilustre podría ordenar ese laberinto sin cambios previos e importantes".

En este sentido, y dentro de una propuesta de constituir un Gobierno de gestión para lo que queda de legislatura entre los grandes partidos, este autor le encomendaría una "revisión" constitucional de su papel. Y, mientras ésta se lleva a cabo, sugiere "una Ley Orgánica que permita recuperar para el poder central la mayoría de las competencias transferidas, suspendiendo los organismos e instituciones autonómicas que las ejercen en la actualidad". Muela considera que, de esta manera, "se ganaría eficacia y se produciría una disminución significativa del déficit público". Eso sí, se cubre las espaldas al prever que, "en su caso, el Tribunal Constitucional resolverá sobre la constitucionalidad de dicha Ley", que, recalca, "sería transitoria hasta que culminara la revisión constitucional".

miércoles, 2 de febrero de 2011

DESPILFARROS CATALANES

Mientras Oriol Pujol, hijo del nepotista Jordi Pujol, se queja de que la Generalitat no va a tener dinero para pagar las nóminas de sus funcionarios si el gobierno central no les autoriza a endeudarse todavía más, siguen en aumento el despilfarro de esos gestores:

Según la memoria de arrendamientos y compras de inmuebles contenida de 2010, el gasto anual en alquiler de sedes, oficinas, delegaciones y demás locales supera la friolera de 256 millones de euros. Muchos de esos inmuebles fueron alquilados durante los 23 años del Gobierno de Jordi Pujol y heredados por el tripartito que mantuvo este gasto invariable. ¿Por qué?

Es difícil de saber pero casualmente algunos de esos inmuebles están situados en zonas exclusivas de Barcelona, como es el caso de la sede de la Consejeria de Política Territorial (hoy territorio y Sostenibilidad) por la que se pagan anualmente 4,7 millones de euros. 

Otro caso es el de «Palau de Mar» (Departamento de Bienestar Social) que cuesta al año 4,9 millones de euros. 

Sede de la Generalitat
Un tercer caso es el del departamento de Vicepresidencia, que paga 1,7 millones de euros al año por una oficina situada en Via Laietana y otros 213.724 euros por otras oficinas emplazadas en la calle Mallorca, en pleno barrio del Ensanche barcelonés, uno de los más caros de la ciudad. 

Asimismo, Presidencia gasta 592.023 euros por la sede de la Delegación del Gobierno catalán en Bruselas, mientras que a Gobernación-Vicepresidencia otro inmueble en Via Laietana le cuesta 668.132 euros al año. 

Los departamentos que más gastan en alquileres son Educación —un total de 86 millones de euros—y Justicia —95 millones de euros—, (en esa partida se incluyen centros escolares y oficinas judiciales). La concentración de los juzgados en la denominada «ciudad judicial», situada entre Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat, debía contribuir a reducir el gasto, aunque el alquiler de este gran centro asciende a 40 millones de euros al año.

En la Consejeria de Interior, los costes de alquiler son elevados, más de 29,3 millones de euros, y comprende las sedes de las comisarías de los Mossos d'Esquadra. Por ejemplo, las dependencias de la policía autonómica en Sabadell cuestan al año 8,5 millones; las del barrio de Les Corts de Barcelona, 2,1 millones, y la de Sant Andreu, 1,2 millones de euros.

Mientras, Artur Mas mantiene sus exigencias y, en la reunión que mantendrá el próximo lunes con el presidente Zapatero, le pedirá el traspaso de 37 competencias pendientes, así como la revisión de otras 13. Asimismo, insistirá en reclamar al Estado que mantenga la inversión que hizo en Cataluña el año pasado, cifrada en 16.646 millones de euros. El presidente catalán culpabiliza tanto al PSOE como al anterior ejecutivo tripartito de las maltrechas finanzas catalanas.
 

¿Y dónde está el despilfarro?

- 10,5 millones es el crédito que acaba de conceder la Generalitat a Spanair para salvarla de la quiebra.
- 2,2 millones es el presupuesto de las «embajadas» de Cataluña en el exterior, red paralela a las 35 oficinas comerciales.
- 7,6 millones ha recibido Òmnium Cultural en ayudas desde 2004, entidad que organizó la protesta anti-Tribunal Constitucional.
- 2.4000 millones el gasto total en política lingüística que dedica anualmente la Generalitat, lo que incluye subvenciones, educación o cursos.
- 485 millones es el presupuesto anual que tiene la televisión pública catalana (TV3), cuatro veces más que el que tiene Telemadrid.
- 260 empresas públicas, el doble de las que tiene la comunidad de Madrid con sólo un 20% más de población.

- El Gobierno catalán sigue empeñado en convertir a Spanair en una "compañía aérea nacional" que le otorgue presencia intercontinental a los aeropuertos catalanes, y que vista la senyera en sus alerones de cola. El Gobern, en su proceso de construcción nacional, ha hecho verdaderos esfuerzos inversores para reflotar la compañía aérea Spanair, ya fue objeto de ayudas públicas en la anterior legislatura del tripartito y el gobierno de CiU aprobó el pasado 25 de enero la concesión de un crédito de 10,5 millones de euros, a través de Fira de Barcelona, y no se descarta que en un futuro se le otorgue otro préstamo por valor de 9,5 millones. El porcentaje de la Generalitat en Spanair es del 26,7%, aunque la participación pública se eleva hasta el 35 o 40%, ya que la Fira de Barcelona, Turismo de Barcelona y Catalana de Iniciatives, que también son accionistas de la compañía, están participadas por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.

- La política de austeridad no afecta a las «embajadas» u oficinas catalanas en el exterior ya que en lugar de reducir su número, la Generalitat parece estar dispuesta a ampliar esta red y acaba de crear la Casa de la Generalitat en Perpiñán (Francia). CiU anunció que mantendría esa red de «embajadas» que, en la anterior legislatura, provocó una enorme polémica por el gasto que comporta (2,2 millones de euros) y su dudosa utilidad. Dependientes entonces del vicepresidente José Luis Carod-Rovira, nunca se demostró su utilidad, salvo para colocar a los amiguetes como el hermano de José Luis, Apeles.

Pero los culpables siguen siendo otros

Mientras siguen estos despilfarros, las acusaciones a España de expolio y las amenazas sentimentales, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha acusado hoy al ex presidente del Gobierno José María Aznar de alimentar el sentimiento independentista en Cataluña "cada vez que abre la boca" para hablar sobre el sistema autonómico. En un apunte en su blog en Internet, Duran ha criticado a Aznar por "discursear a diestro y siniestro" sobre la unidad de España y "en contra de lo que significa la voluntad de la gran mayoría de ciudadanos de Cataluña, sean independentistas o no". "En nombre de la Constitución que en su día no defendió, Aznar predica un rearme del Estado central y manifiesta claramente que España es incompaible con las aspiraciones que algunos tienen de crear miniestados", señala en su artículo. Según Duran, "cada vez que Aznar habla, las razones que en el fondo justifican la posición" del expresidente catalán Jordi Pujol, escorado más que nunca hacia postulados soberanistas, "se extienden como una mancha de aceite por Cataluña". Duran ha recordado que a principios de la década de 2000 el gran crecimiento electoral de ERC se debió al expresidente del Gobierno: "Cada vez que Aznar abría la boca en Cataluña, la independencia ganaba unos centenares de ciudadanos para la causa independentista. Ahora vuelve a pasar lo mismo". "El discurso que queda del PP es el de Aznar y, si en Cataluña se va alimentando el sentimiento independentista, el choque de trenes será inevitable". 

En definitiva, lo de siempre, los políticos catalanes siempre pueden amenazar, insultar y menospreciar a los españoles y a sus instituciones sin ningún problema, nadie va a considerarlos extremistas. Es más, siguen estando tan bien considerados como según las encuestas lo es Durán LLeida. Sin embargo, si Aznar propone una reconsideración de la estúpida deriva que está llevando a España a crear 17 mini-estados, y una reforma del sistema, es un fascista centralista. Que eso lo diga un político radical y nacionalista como los dirigentes de CiU es normal, pero que los periodistas sigan ese juego es uno de los males que están llevando a este país a la ruina económica y la insostenibilidad política.

Y siguen las amenazas y el referendum independentista, pero no hay collons para proclamar la independencia.

El gobierno catalán va a ceder urnas para celebrar consultas sobre la autodeterminación de Cataluña, como la que se celebrará en Barcelona el próximo 10 de abril. Fuentes del departamento de Gobernación, que dirige la democristiana Joana Ortega, han confirmado que los equipos legales consultados por la Generalitat no se han puesto de acuerdo sobre si esa decisión contraviene o no la normativa actual. Pese a las diferentes interpretaciones legales, el Ejecutivo entiende que nada le prohíbe formalmente ceder urnas para esas consultas independentistas. No obstante, no cederá sus locales a los organizadores ni comprará más urnas para ayudarles, mintiendo sobre su actitud ante estos referendum al afirmar que  no será "proactivos" (la cesión de urnas y el gasto de fondos en la realización de consultas legales son acciones, no omisiones ni inactividad).

Por otra parte, el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) es otro claro ejemplo del despilfarro económico destinado a la creación nacional catalana, en detrimento de las políticas que requiere la población, y más aún en tiempos de crisis.

El proselitismo soberanista tiene en el Instituto de Estudios Catalanes, academia cuya principal finalidad es fomentar la lengua catalana más allá de las fronteras de Cataluña —gracias al editor Eliseu Climent tiene ramificaciones en la Comunidad Valenciana—, uno de sus principales valedores. La muy subvencionada entidad acaba de publicar la denominada «Declaración del IEC sobre los derechos del pueblo catalán», en el que insta a todos los territorios de habla catalana a proclamar el derecho a la autodeterminación frente a la «involución» autonómica del Estado.

En la declaración publicada ayer, se afirma que «cada uno de los territorios en que se encuentra fragmentada esta nación tiene el derecho legítimo e inalienable de decidir de que Estado quiere formar parte, tanto si es del Estado en el que ahora se inscribe, como si aspira a la construcción de un Estado específico diferente». Los impulsores del manifiesto acusan al «Reino de España de una homogeneización lingüística y cultural completamente contraria a los principios de la diversidad cultural», y critica la «catalanofobia» que se desprende de algunos medios, y las sentencias del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto y del Tribunal Supremo sobre la inmersión lingüística. Cabe recordar que el IEC apoyó la manifestación de aire independentista que se celebró el pasado 10 de julio contra del TC. El presidente del IEC, Salvador Giner, dijo que el texto es «un llamamiento político, que no partidista» para recordar a los catalanes que tienen el derecho de participar en los asuntos públicos de su comunidad si consideran que su cultura y su lengua están en peligro. Pese al tono reivindicativo que se desprende del documento, Giner ha asegurado que el instituto no se posiciona a favor de la independencia de Cataluña, sino que da argumentos «racionales, jurídicos, académicos y de moral colectiva» para aquellos que sí sean partidarios de la secesión. Destacó que la declaración también se dirige a los representantes políticos catalanes para que se «afanen en la consecución de un estatut igualitario, dentro o fuero del marco estatal actual y en el contexto de la comunidad internacional».

El IEC, presidido por Salvador Giner, se nutre de las generosas ayudas del Gobierno central (a través del Ministerio de Cultura) y de la Generalitat. Este año, esta entidad se situará como la tercera academia de España con mayor dotación económica, después de la Real Academia Española de la Lengua y la Real Academia de las Artes de San Fernando.

El Gobierno central también ha apoyado económicamente al IEC en proyectos concretos, como los 150.000 euros entregados para subvencionar una exposición sobre los «Países Catalanes», denominación que el mundo soberanista otorga a Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y sur de Francia. El Instituto también recibe ayudas de los departamentos de Presidencia, Cultura y Universidades (hoy integrado en Economía) de la Generalitat catalana. Así, el año pasado obtuvo 288.188 euros para realizar un registro e inventario de vidrieras catalanas. El ejecutivo catalán también estableció un contratos programa para el cuatrienio 2005-2008 con el IEC por valor de 30 millones de euros.

En los últimos años el IEC ha recibido:

- 976.480 euros para el IEC procedentes del Ministerio de Cultura durante 2011

- 985.570 euros fueron entregados en 2010

- 1.040.000 se le entregaron en 2009

- 30 millones de euros ha recibido entre 2005 y 2008 procedentes de la Generalitat, entre otras cosas para fomentar el catalán fuera de Cataluña.

Y así seguimos, mezclando amenazas con despilfarros nacionalistas y con un Presidente socialista del Gobierno, Zapatero, dispuesto a mantener este "tren de vida" de los políticos catalanes mientras el pago le sirva para conservar el poder.

domingo, 16 de enero de 2011

AZNAR TIENE RAZÓN, EN PARTE. ESPAÑA NO ES VIABLE.

Hace unos días afirmaba el ex Presidente Aznar que el modelo autonómico español convertía a este país en inviable, y tenía mucha razón, pero sólo en parte. Decía Aznar que «la mayoría de los españoles ... intuye, y es que el Estado es un estado marginal y los estados marginales no son viables». Agregó que una cosa es tener un estado unitario, descentralizado, federal o autonómico «y otra cosa es tener un estado marginal. Y España hoy tiene un estado marginal donde cualquier gobierno, incluso uno que tenga buenas intenciones y que tenga buenas políticas, tendría dificultad para sacar adelante algunas iniciativas». Añadió que un estado con tal grado de «debilidad» tiene que ser «en alguna medida reformado, no solo en cuanto al gasto, sino en cuanto a la ordenación de aquello de lo que es responsable cada uno, porque España no da para tener 17 instituciones que hacen las mismas cosas». Aznar considera que nuestro modelo actual «es políticamente no viable y financieramente absolutamente inviable.... ».

En consonancia con Aznar, casi la mitad de los ciudadanos (el 46%) piensan que el porcentaje del gasto público que gestiona el Gobierno de España (un 20%, frente al 40% que gestionan las comunidades y a otro 40% que corresponde a la Seguridad Social y a los ayuntamientos) es claramente escaso y debería ser mayor. El 30% lo ve adecuado y únicamente el 16% opina que es excesivo y que debería ser menor que el que ya tiene.

De este modo, afirma Edurne Uriarte que "el juicio de Aznar sobre el Estado marginal y su inviabilidad comienza a instalarse en la sociedad española. Y, sobre todo, comienza a resquebrajarse el tabú sobre el sistema autonómico, el que impedía criticar cualquiera de sus aspectos bajo amenaza de ser descalificado como nostálgico de la dictadura. Por primera vez desde el inicio de la Transición, 35 años después, hay inquietud social para desarrollar ese debate. Y un nuevo punto de vista vinculado a la eficacia y a la racionalidad de nuestro sistema político que lo aleja de los viejos fantasmas franquistas y antifranquistas.Peligroso para nuestro sistema democrático es eludir hoy ese debate. Impedir las reformas necesarias para la eficacia del Estado porque nuestra envejecida izquierda aún siga instalada en las categorías políticas de la Transición". 

Pero frente a esta realidad encontramos como es habitual a los nacionalistas catalanes, los grandes beneficiados de este carajal autonómico y los principales impulsores del desmadre presupuestario, a los que todo argumento les parece insuficiente e incluso fascista a la hora de hacer frente al despilfarro económico. A día de hoy el déficit de la Generalitat catalana ascienda a 7.800 millones de euros, con un presupuesto  anual de 39.699 millones de euros. Sin embargo, CiU no está dispuesta a rebajar el gasto en fomento patriótico: se mantendrán las embajadas en el exterior y las 35 oficinas comerciales que sólo son la punta del iceberg identitario construido por los sucesivos gobiernos nacionalistsa catalanes y que abarca  subvenciones deportivas, pancatalanismo y apoyo a entidades dedicadas a la promoción de la cultura catalana (p.ej Òmnium Cultural, brazo ideológico del independentismo catalán y organizador, entre otros actos, de la manifestación del pasado mes de julio en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatuto o determinados actos antimonárquicos, ha recibido en subvenciones desde 2004 la cantidad de 7,6 millones de euros). El presupuesto anual dedicado a política lingüística supera los 2.400 millones de euros, que incluye subvenciones, ayudas a medios de comunicaciónen catalán y televisión autonómica, educación...  Los casales catalanes en el exterior recibieron 2,5 millones de euros y la Plataforma ProSelecciones Catalanas, 4,8 millones. Asimismo, el Gobierno catalán siempre se ha mostrado muy generoso con entidades situadas fuera del territorio catalán, como la Comunidad Valenciana, Baleares o Aragón, que en un solo año, recibieron dos millones de euros con el compromiso de extender el ideario catalán en sus respectivos ámbitos. Paralelamente, la administración autonómica no ha dejado de crecer hasta convertirse en un ente faraónico en el que trabajan 226.000 funcionarios, frente a los 140.000 de 2003. Una cuarta parte del presupuesto va destinado a personal. Asimismo, si hace ocho años, la Generalitat tenía 227 trabajadores eventuales, asesores o cargos de confianza, hasta ahora había 303. El número de empresas, consorcios o fundaciones dependientes de la administración catalana asciende a 260.

Ante este foso sin fondo catalán donde se malgastan los impuestos sobre consumo pagados por ciudadanos de toda España, la posición de los nacionalistas catalanes no es la austeridad sino el enrocamiento en sus derechos exclusivos mientras culpan al resto de las comunidades de la situación. El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, exige al PSOE y al PP que reabran un debate político "a fondo" sobre el número de autonomías existentes en España y si éste debe ser menor a las 17 actuales. Duran Lleida ha expresado "cierta preocupación" por un posible pacto entre los dos grandes partidos españoles para que el Estado recupere competencias autonómicas y ha advertido que esta decisión iría en contra del nuevo Estatut de Cataluña. En línea con la postura contraria a los intentos de armonización que ya puso sobre la mesa ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, Duran Lleida ha dicho que el Gobierno del PSOE "se encontrará con la Generalitat de Cataluña y con la sociedad catalana", si insiste en tirar adelante esta propuesta.  

Aznar tiene razón en que el sistema es inviable, pero la única solución al mismo  no es una reflexión actual sobre la recuperación de competencias por parte del Estado (como parece desear la mitad de la población), sino la salida de Cataluña del marco nacional español, abriendo de ese modo la puerta a una reflexión política y social sobre qué es España y cómo debe configurarse nuestro sistema político territorial.

Mientras los políticos catalanes tengan algo que decir sobre el funcionamiento de España, ninguno de nuestros problemas tendrá una solución congruente. Son nuestros zombies nacionales, esos que contaminan todo lo que tocan y cuya única finalidad es "chupar la sangre y comerse las vísceras de los españoles".



domingo, 24 de octubre de 2010

LA LOCURA AUTONOMISTA

La edición del domingo 24 de octubre de ABC dedica varios artículos a la locura que significa un Estado de las autonomías con una creciente tendencia a la disgregación, desvarío político territorial que ha ayudado a que la crisis financiera internacional tenga unos efectos mucho más graves en España, y que la vía de salida de la crisis económica encuentre muchas más piedras y obstáculos que en el resto de los países europeos.
De los artículos publicados conviene releer el de Fernando Fernández, profesor del prestigioso Instituto de Empresa, tampoco conviene dejar pasar el de Julio Gómez Pomar ni el editorial del periódico.
Como hoy es domingo y no vamos a esforzarnos en resumir los artículos, nos contentamos con una de las mejores descripciones y resumen de esta situación descontrolada, la viñeta de Mingote publicada ese mismo día.