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jueves, 13 de diciembre de 2012

NORUEGA PROHIBE LA FINANCIACIÓN SAUDÍ DE MEZQUITAS ¿Y ESPAÑA?

He recibido este correo que no he podido aún contrastar con otras fuentes, pero me arriesgo a publicarlo porque aunque no fuera verdad sigue siendo un wishfull thinking que nuestras autoridades ex-pañolas actuasen de la misma forma. Pues parece ser verdad según este enlace y unas docenas más que aparecen en los buscadores, pero en España apenas ha recibido publicidad, probablemente por el miedo de los medios de comunicación.


Noruega ha prohibido a Arabia Saudí financiar mezquitas mientras no permitan construir iglesias en su país.

El Gobierno noruego ha dado un paso importante a la hora de defender la libertad en Europa frente al totalitarismo islámico.

Jonas Gahr Stor, ministro de Asuntos Exteriores, ha afirmado que se rechazarán las donaciones millonarias de Arabia Saudí y varios empresarios musulmanes para financiar la construcción de mezquitas en Noruega. 

Según dicho ministro, las comunidades religiosas tienen derecho a recibir ayuda financiera, pero el gobierno noruego, excepcionalmente y por razones lógicas, no apoya la financiación islámica con cientos de millones de euros. 

Jonas Gahr Stor apunta que “sería una paradoja, y antinatural aceptar las fuentes de financiación de un país donde no hay libertad religiosa”. 

El ministro también afirma que “la aceptación de ese dinero sería un contrasentido”, recordando la prohibición que existe en el país árabe para la construcción de iglesias de otras religiones. 

Jonas Gahr Stor también anuncia que “Noruega llevará el asunto ante el Consejo de Europa” donde defenderá esta decisión basada en la más estricta reciprocidad con Arabia Saudita.

jueves, 15 de noviembre de 2012

LA INVASIÓN MUSULMANA DE EUROPA. LA CULTURA EUROPEA EN TRANCE DE DESAPARICIÓN




El tradicional árbol de Navidad que engalana miles de ciudades de Europa está en cuestión en distintos puntos del viejo continente. El motivo sería la ofensa a las creencias de los musulmanes por lo que en varias ciudades o están siendo retirados o cambiados por otra serie de objetos que no molesten a los seguidores de Mahoma.
Esta situación comienza a ser especialmente grave en países históricos de la Unión Europea como Dinamarca y Bélgica, que actualmente tienen tasas de inmigración de origen musulmán bastante importantes.

Navidad, no; Ramadán, sí

La primera gran polémica surgió en la ciudad danesa de Kokkedal, donde más de la mitad de la población es de origen musulmán. Allí la Junta, también de mayoría musulmana, se ha negado a destinar algo menos de 1.000 euros a la colocación del tradicional árbol y otras decoraciones navideñas en la localidad, tal y como pedía una asociación de vecinos.
Sin embargo, la mecha prendió aún más cuando esta misma junta sí quiso destinar 8.000 euros para la organización del Eid al Fitr, la celebración del final del Ramadán. El contraste entre una decisión y otra ha provocado la indignación en el país y en una parte de la clase política danesa, que considera "muy preocupante" que las "tradiciones danesas sean retiradas y sustituidas por las musulmanas en cuanto hay una mayoría musulmana".
Al final, para evitar males mayores, un empresario de la zona se ha ofrecido para costear tanto el árbol de Navidad y las tradiciones cristianas así como las fiestas musulmanas, subvencionando ambas fiestas con la misma cantidad de dinero.

La 'sharia', en el corazón de Dinamarca

Las tensiones entre musulmanes y cristianos en Dinamarca son cada vez mayores y vienen de lejos debido al crecimiento de la población que profesa el islam. En distintos barrios de Copenhague como en otros puntos del país grupos musulmanes los declararon bajo vigilancia de la ley islámica, la sharia.
De hecho, a la entrada de estas zonas aparecen carteles que rezan: "está entrando en zona controlada por la sharia". Estos grupos radicales declararon unilateralmente varios suburbios como zonas controladas por ellos bajos sus propias normas con total impunidad
El control se da mediante la "policía moral", que patrulla las calles de estos barrios y se enfrentarán a aquellos que consuman alcohol, acudan a discotecas o realicen cualquier actividad que consideren contraria al islam.

Sin árbol de Navidad en Bruselas

En Bruselas también se ha instalado la polémica después de que el Ayuntamiento decidiera retirar el tradicional árbol de Navidad de la Grand Place y poner en su lugar una escultura luminosa con el objetivo de no ofender a los musulmanes con un signo de apariencia cristiana. El Ayuntamiento niega las acusaciones y habla de que la escultura es modernista pero que no pretende acabar con las tradiciones de los belgas.
Se ha producido una gran polémica en las redes sociales por lo ocurrido en Bruselas, ciudad en la que el 25% es de origen musulmán. Incluso en 2010 el nombre más utilizado para los recién nacidos en la capital belga fue el de Mohamed.
Ante esta polémica, la concejal Bianca Debaets afirmó que estaba convencida de que el cristianismo fue el factor decisivo para retirar el árbol porque "para mucha gente que no es cristiana, tener el árbol ahí es una ofensa".
Del mismo modo, varios estudios indican que en 2020 Bruselas tendrá 1,2 millones de habitantes de los cuales sólo entre el 20 y el 30 por ciento serán belgas de origen. Un 50 por ciento serán naturalizados, de los cuales una gran parte serán de origen musulmán.

Una polémica muy actual

Las tensiones del islam en Europa y la islamización del continente es un tema de debate y de preocupación en algunos de estos países. En el pasado mes de octubre se celebró en el Vaticano el Sínodo para la Nueva Evangelización y el cardenal Turkson metió el dedo en la llaga al poner un vídeo sobre la demografía del islam en Europa.
La emisión generó gran polémica pero el vídeo precisamente daba datos como que "Francia podría ser una república islámica en 39 años" y que en ciudades francesas como Niza o Marsella el 45% de los menores de 30 años es de origen musulmán.
El polémico vídeo emitido en el Sínodo afirmaba también que "en los últimos 30 años, la población musulmana de Gran Bretaña ha crecido desde los 82.000 a los dos millones y medio de musulmanes. Un crecimiento 30 veces el número original. En estos momentos hay más de 1.000 mezquitas en las islas, muchas de ellas antiguas iglesias".
Sobre Holanda los datos son aún más nefastos. "El 50 por ciento de los recién nacidos son musulmanes, y en sólo 15 años, la mitad de la población holandesa será musulmana". De su vecina Bélgica se extraen datos similares. Un 25 por ciento ya es de origen musulmán y de los nacidos la mitad son musulmanes.
LIBERTAD DIGITAL

sábado, 26 de febrero de 2011

Las contradicciones culturales del multiculturalismo

Por Paulina Neuding, editora jefa de la revista Neo (Project Syndicate, 24/02/11):

El multiculturalismo patrocinado por el Estado fracasó. Esa sentencia del primer ministro británico, David Cameron, pronunciada inmediatamente después de abdicaciones similares de multiculturalismo por parte de la canciller alemana Angela Merkel y del presidente francés Nicolas Sarkozy, sugiere que se está dando vuelta una página en la sociedad europea. ¿Pero es así?

El ataque de Cameron al multiculturalismo no se anda con rodeos. “Francamente”, dijo, “necesitamos mucho menos de la tolerancia pasiva de los últimos años y mucho más liberalismo activo y muscular”. No estaba criticando el pluralismo étnico y cultural, sino la idea de “multiculturalismo estatal”, que aplica diferentes estándares morales a diversos grupos sociales. En el futuro, declaró Cameron, los grupos musulmanes que, por ejemplo, no respeten los derechos de las mujeres, defiendan la libertad de expresión o promuevan la integración perderán toda la financiación del gobierno.

Sin embargo, no sólo el multiculturalismo oficial fracasó en Europa; también lo hizo el multiculturalismo respaldado por grandes sectores de la sociedad civil europea. Suecia, uno de los países más liberales del mundo, pero que también fue testigo recientemente de un aumento del extremismo, es un caso concreto.

Durante mucho tiempo se conoció a Suecia por su liberalismo en cuanto a estilo de vida. Los suecos son abrumadoramente seculares e indiferentes frente a la iglesia sueca. Los homosexuales pudieron registrar uniones civiles desde 1995 y casarse desde 2009, y el país es uno de los más radicales en cuanto a entender los derechos de las mujeres –como puede atestiguar el fundador de WikiLeaks, Julian Assange-. Es más, la amplísima libertad de expresión es una de las razones por las que Assange colocó los servidores de WikiLeaks en el país.

Pero la libertad de expresión de Suecia también fue uno de los motivos detrás del horroroso ataque suicida en Estocolmo en diciembre del año pasado. Según un último testamento dejado por el atacante, un ciudadano sueco llamado Taimour Abdulwahab, los compradores de Navidad en la ciudad de Estocolmo tenían que morir en venganza por “el respaldo de los suecos” a Lars Vilks, un artista que generó indignación en el país con dibujos del profeta Mahoma como un perro. Vilks sostenía que su trabajo era una provocación destinada a revelar el liberalismo selectivo dentro del establishment intelectual sueco –su multiculturalismo, uno podría decir.

El atentado suicida de Estocolmo no fue el primer acto de violencia asociado con Vilks. Dos jóvenes recientemente fueron sentenciados a prisión por intentar prenderle fuego a la casa del artista. Durante una conferencia en la Universidad de Uppsala el verano pasado, una multitud atacó a Vilks, profesor de historia del arte, al grito de Allahu akbar. El artista de 64 años fue golpeado en la cabeza, pero se salvó de sufrir heridas graves gracias a una fuerte protección policial.

Lo que resulta notable no es sólo la violencia y las amenazas contra Vilks –cualquiera que dude sobre la determinación de los extremistas islámicos en Suecia debería ver el video de esa conferencia en YouTube-, sino también la reacción del establishment sueco por lo demás radicalmente secular. Una cantidad de influyentes intelectuales y políticos suecos dirigieron sus críticas más duras contra Vilks, no contra aquellos que reclamaban censura y hasta incitaron a la violencia.

Sólo unos pocos diarios y revistas políticas del país publicaron los dibujos de Vilks. Al igual que el asesinado cineasta holandés Theo van Gogh y el novelista británico Salman Rushdie antes que él, Vilks fue criticado por los liberales y la izquierda por causar malestar con su arte. En este sentido, debe considerarse exitoso el trabajo de Vilks al haber logrado exponer patrones de doble moral –no importa lo que uno piense del dibujo en sí.

En Suecia, como en las igualmente liberales Holanda y Dinamarca, los populistas de derecha se beneficiaron con el fracaso de los liberales a la hora de salir en defensa de sus valores. Los Demócratas de Suecia (SD, por su sigla en inglés), un partido con raíces en el movimiento blanco supremacista del país, ingresó al Parlamento por primera vez en septiembre de 2010, con el respaldo del 5,7% del electorado sueco. El SD intentó posicionarse como el único defensor de los homosexuales y los judíos frente a la intolerancia agitada por la inmigración musulmana de gran escala en las últimas dos décadas. Los suecos que están lejos de la plataforma original del SD aparentemente están dispuestos a estar representados por un partido que hasta hace poco estaba lleno de neonazis.

En consecuencia, la falta de “liberalismo muscular” en uno de los países más liberales del mundo le allanó el camino tanto a los islamistas como a los populistas de derecha. Los principales políticos de Europa expresaron sus posturas, y ahora llegó el momento de que la sociedad civil europea –sus periódicos, críticos, curadores, académicos y editores- declaren el fracaso del multiculturalismo y demuestren una dosis de coraje a la hora de defender los valores que dicen representar.


sábado, 23 de octubre de 2010

LA PRESIÓN ISLAMISTA EN ESPAÑA. EL IMAM SALAFISTA DE LÉRIDA

Según El Confidencial Digital, el iman salafista de Lérida está internacionalizando un conflicto que no se trata de otra cuestión que del cumplimiento de las ordenanzas municipales sobre la capacidad de aforo de la mezquita local, sobrepasado en varias veces por la asistencia de musulmanes lo que, como en cualquier otro local público, obligó a la clausura administrativa del templo.

Por ello el iman se ha puesto en contacto con el rey de Marruecos y con representantes de varios gobiernos musulmanes para informarles sobre su nuevo proyecto, la construcción de una mezquita para más de mil fieles. Su intención es conseguir declaraciones institucionales favorables y financiación para poder llevarlo a cabo.

Según la noticia, los últimos movimientos de Abdelwahab Houzi están siendo vigilados por la Policía ya que está ‘fichado’ por ser uno de los líderes salafistas más peligrosos de España, y que habría creado una "policía religiosa" responsable de garantizar el cumplimiento de los preceptos coránicos en la vida diaria de los musulmanes de la localidad.Entre los signos exteriores de su radicalismo religioso encontramos su negativa a dar la mano a una mujer, a reunirse con concejalas o la petición a las musulmanas para que vistan el burka o el niqab.

Debemos suponer que en aplicación de Alianza de Civilizaciones el gobierno permitirá la presencia y las actividades de individuos que hacen proselitismo de las corrientes más radicales del islamismo, como el citado iman, y no va a adoptar ninguna medida restrictiva de sus acciones.

Cada vez que en una pequeña ciudad o un pueblo se permite la libre actuación de individuos como éste, se sientan las bases para el nacimiento y crecimiento de partidos de extrema derecha. Por ello, permitiendo la libre actuación de este tipo de individuos, en nombre de la libertad religiosa o de la libertad individual, abrimos la puerta al surgimiento de dos riesgos que son un grave peligro para la superviviencia de la sociedad moderna liberal y del Estado de Derecho tal y como los conocemos actualmente.

Por una parte, un integrismo religioso que se niega a diferenciar entre política y religión, que pretende acabar con los avances y las libertades conseguidas en lo que se refiere al género femenino, y que pretende subvertir el orden constitucional para convertirnos en un Estado religioso.

Por otro, una extrema derecha que nacería como reacción a las existencia y actividades de esos grupos integristas religiosos, y cuyo fin último, según demuestra la historia, es acabar también con el Estado de Derecho.

Hace un mes se difundió la noticia de que la policía estaba investigando a veinte imanes musulmanes salafistas y que podría expulsar a dos de ellos, pero parece ser que la noticia no era más que un "aviso" policial a un par de estos imanes a través de los medios de comunicación ya que coincidió en el tiempo con las protestas organizadas por el propio Houzi. Sin embargo, no se ha procedido a adoptar ninguna medida verdaderamente ejemplarizante para evitar el proselitismo de estos integristas.

Según la noticia, la Policía les acusa de promover discursos que incitan a la Yihad y de establecer conductas extremas para las mujeres (les obligan a llevar el niqab, les prohiben salir solas a la calle y trabajar para lo que ellos denominan "infieles", y de que acudan a clases de formación).

Las zonas más conflictivas ahora mismo en España son Cataluña, con Tarragona y Gerona a la cabeza, Ceuta, Melilla y el País Vasco. Según este informe policial actualmente 20 imanes salafistas en España están bajo sospecha, son marroquíes salafistas que "generan conflictividad social" por la aplicación rigurosa que quieren hacer de la Sharía, principalmente entre los fieles moderados que no se rigen por las más rígidas normas del Corán. Según se recoge textualmente los servicios de información del Estado consideran que el movimiento salafista es ahora mismo "una amenaza de desestabilización social", y su objetivo es la instauración de un Califato único, capitaneado por un califa que aplicará rigurosamente la Sharía.

En Reus, en Tarragona, los servicios de inteligencia han detectado a un grupo de musulmanes de origen berebere y de ideología salafista wahabita que se dedica a controlar a aquellos musulmanes que no visten al estilo árabe o que se alejan de los dictados propios del Corán.

En Gerona líderes salafistas radicales de una de las cuatro mezquitas de esa localidad están instando a los inmigrantes de religión musulmana, un 40% de la población, a que desprecie las costumbres occidentales, y se guíen por la Sharía.

Mientras el gobierno y las fuerzas de seguridad sigan con los anuncios, las noticias y las denuncias, sin tomar medidas concretas y efectivas, los dos riesgos seguirán creciendo lentamente en contra de nuestra sociedad. ¿Y nosotros? a verlas venir.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

EMIGRACIÓN MUSULMANA Y UNA NUEVA AMENAZA CIUDADANA EN EUROPA

El blog digital Euobserver.com informa de una noticia que debería empezar a preocupar a los gobiernos europeos sobre los efectos de la masiva inmigración musulmana en la Unión Europea y la reacción de los ciudadanos en os que se empiezan a despertar temores, hasta ahora larvados, que pueden desembocar en enfrentamientos callejeros.

El artículo de Euobserver de que los seguidores de diversos equipos de fútbol tienen intención de crear en Amsterdam una "Liga de Defensa Europea", en la que unirían fuerzas y coordinarían actividades grupos similares de varios países europeos al embrión ya creado y organizado en Inglaterra y conocido como English Defence League. Por su interés reproducimos este artículo completo a continuación:
The English Defence League (EDL), the anti-Muslim 'street army' composed largely of football hooligans that burst onto the front pages of British newspapers in the last year as a result of its often violent protests, is to hold a rally in Amsterdam in October.

The EDL is to demonstrate in support of Geert Wilders, the Dutch anti-immigrant firebrand, with a recently launched French Defence League and Dutch Defence League, modelled on the English group, to join them along with other anti-Islamic militants from across Europe.

Formed in 2009, the EDL has held over a dozen often rowdy marches and demonstrations in cities across Britain over the last year. Protests that attracted only a couple hundred militants at the end of last year are now bringing thousands out. On Saturday (28 August) a rally in Bradford, West Yorkshire, home to the second-largest community of south Asians in the UK, turned ugly when members clashed with police and pelted anti-racist activists with bricks, bottles and smoke bombs. Thirteen were arrested, according to media reports.

Anti-racist watchdogs call the EDL one of the most worrying developments on the far-right scene in the UK since the 1970s and the days of the National Front, an openly white supremacist and neo-Nazi political party. The group now appears to be meeting with some success in exporting its novel brand of nativism to the continent, a combination of anti-Muslim vitriol, aggressive street marches and attempts to rope in football hooligan gangs by holding rallies around the same time as matches.

Graeme Atkinson, European editor of Searchlight magazine, a UK anti-fascist journal, says that the group is "tapping into a widespread and growing Islamophobia in society," in a way that other far-right groups, weighed down with explicitly fascist iconography and discourse, have not been able to.

He warns against panic regarding the new group, but says authorities should not be blind to the growth of such movements, describing the new formation as "an utterly socially divisive, politically toxic ideology."

New kind of far-right outfit

Distinct from the traditional far right, the EDL, which originally grew out of the "football casual" subculture, claims to be multi-ethnic, to target "jihadism" rather than Muslims, and employs a rhetoric more in keeping with the fringes of neo-conservative anti-Islamism than the nostalgia for Nazism of other far-right formations.

The group's mission statement declares that anyone is welcome, so long as they are "integrated:" "We are non-racist/fascist and anyone is welcome if they want to live under English values and fully integrate into our way of life."

"English Defence League members recognise that this threat is one that must be stopped at all costs. Our Christian, Jewish, Sikh, and Hindu friends all have tales to tell with regard to Islamic Imperialism," the group's "Exposing the myths" page reads.

One of its leaders is Guramit Singh, a Sikh born in Britain, and it says it is, like Mr Wilders, strongly pro-Israel and maintains both Jewish and LGBT "divisions" while backing a ban on the building of mosques and seeking the burqa to be outlawed. Its LGBT wing was set up after the Dutchman visited the UK in March when he had been invited to show his short anti-Islam film, Fitna, in the House of Lords. At a demonstration in Bolton in March, a man held up a pink triangle alongside anti-Islam placards and banners. Its LGBT division has 107 members at the time of writing.

In what would normally be anathema to traditional, antisemitic far-right outfits, the group has taken to brandishing the Israeli flag at rallies and, according to the Jewish Chronicle, its Jewish division had signed up hundreds of members on its Facebook page until the page was recently deleted, though Jewish leaders in the UK actively discourage young people from joining, with the Board of Deputies of British Jews describing the organisation as "built on a foundation of Islamophobia and hatred which we reject entirely."

Links to BNP, Swedish Democrats

As with other formations in Europe that far-right monitoring organisations describe as "far-right-lite," notably Mr Wilders, Denmark's People's Party and the late Pim Fortuyn, some in the EDL try to distance themselves from, in the words of the group's website, the "Adolf-worhipping neanderthals."

But these same monitors say that while the EDL is not an outright "fascist" or neo-Nazi formation, links with the traditional far right remain, with many leaders being ex-members of the British National Party. Its leader, Tommy Robinson, is an ex-BNP activist. One of the organisation's main strategists is 45-year-old IT consultant Alan Lake, who has advised the far-right Swedish Democrats on tactics.

Meanwhile, at every demonstration but two in the last year, dozens have been arrested. The group's marches regularly involve anti-Muslim sloganeering and frequently descend into violence. At a rally in Dudley in July, a Hindu Temple was attacked as well as a number of shops, restaurants, cars and homes.

Figures for the size of the organisation and its supporters are hard to pin down and no figures have emerged for the new continental franchises. The group claims it has "thousands" of supporters and has spawned a Scottish Defence League and a Welsh Defence League, both of which have held rallies in their respective countries, as well as an Ulster Defence League. Police meanwhile reckoned that 1,500 to 2,000 EDL demonstrators marched in Newcastle upon Tyne in May this year, one of its bigger rallies.

Ground Zero 'Mosque'

The EDL has received endorsements from Robert Spencer and Pamela Geller, two of the main agitators behind the right-wing movement opposed to a Muslim community centre being built two blocks away from the site of Al Qaeda's attacks on New York in 2001, the so-called Ground Zero Mosque. Geert Wilders, for his part, is scheduled to speak at a protest in Manhattan on 11 September this year by Stop Islamization of America (SIOA) against the building of the community centre.

Although Mr Wilders is not thought to have direct links with the EDL, SIOA is an affiliate organisation of Stop Islamisation of Europe (SIOE), which has marched alongside the English hooligan movement. SIOE itself was founded in 2007 by Anders Gravers, previously the leader of a tiny Danish party called Stop the Islamisation of Denmark (Stop Islamiseringen af Danmark), in reaction to the Jyllands-Posten Mohammed cartoon controversy. On 11 September 2007, the SIOE staged a demonstration in Brussels.

Other affiliate organisations have been created in 10 European countries including Denmark, Russia, Finland, France, Germany, Norway, Poland, Romania, and Sweden and the United States of America. Mr Gravers is reportedly on friendly terms with Mr Wilders, is his "friend" on Facebook and will be speaking alongside him at the anti-Mosque rally in New York.

The demonstration in Amsterdam is due to take place on 30 October, according to the EDL website. Mr Wilders heads to court at the end of next month on charges of inciting racism. The case begins 5 October, with a verdict expected 2 November.

Joining them there will be members of the recently formed Dutch Defence League' and French Defence League, both modelled on the EDL. The latter draws its members from the ranks of far-right supporters of the Paris Saint Germain football club, known in France for long harbouring a far-right element among the club's supporters, although elsewhere on the continent, according to EDL spokesman Steve Simmons, not all the defence-league-linked groups have their origins in football hooliganism.

Paris Saint Germain supporters

The French Defence League, which employs both an anglophone version of its name and "Ligue Francaise de Defense," founded in May and more latterly takes the name Ligue 732, after a group of Paris Saint Germain supporters, that, according the outfit, "tries to unify all French Casuals, Ultras and French Fans to fight against Radical Islam."

The 732 figure references the year that the French king Charles the Hammer, the grandfather of Charlemagne, won a victory at the Battle of Tours halting Islamic expansion in western Europe.

Mr Simmons told EUobserver that militants from the "anti-Jihad movement" in Germany, Belgium, Switzerland and "other European states" will join them in Amsterdam for the launch of what is termed the "European Defence League" or, alternately, the much cuddlier "European Friendship Initiative."

"I would also like to take this opportunity to announce a new demonstration that is to take the English Defence League global," Tommy Robinson, the pseudonym of the group's leader, Stephen Yaxley-Lennon, a former member of the BNP, wrote on the EDL website in a missive in July.

"You may be aware that the great man Geert Wilders is in court for race hate charges," he continued. "The EDL has been in contact with our European brothers and sisters and we have decided that on Saturday, 30 October the European Defence League will be demonstrating in Amsterdam in support of Geert. We hope that all of you will be able to join us for this, what promises to be a landmark demonstration for the future of the defence leagues."

"We feel that freedom of speech is being eroded and a lot of appeasing of radical muslims and Islam in general. Geert has the courage to take this on and we want to support him," the group's spokesman, Steve Simmons, told EUobserver.

Counter-Jihad conferences

In June this year, the EDL sent two representatives to Counter-Jihad 2010 - a conference in Zurich held by the International Civil Liberties Alliance, which does not focus on civil liberties at all but is instead an anti-Muslim movement. It was the fourth such pan-European conference in as many years.

The Zurich conference may have been where the idea for a European Defence League originated. According to an EDL report back from the meeting, which attracted "counter-Jihad" activists from Denmark, Sweden, France, Germany, Norway, Austria, Switzerland, the UK and the US, the conference "built on the important work that had already been done as well as doing the groundwork for new initiatives and the inclusion of new organisations and activists in the work of the global counter jihad."

Mr Simmons for his part in a slight detour from the announcement of Mr Robinson, told EUobserver that the Amsterdam rally will see the launch of the "European Friendship Initiative," and that a "European Defence League" will be just part of this broader alliance of "Defence-League"-branded movements.

He said that talks are ongoing with in particular German, Dutch, Belgian and French groups ahead of the Amsterdam demonstration. Already, in April this year, the EDL took part in a small pro-Wilders rally of 100 people in Berlin outside the Dutch embassy, organised by the Burger Bewegung Pax Europa (Pax Europa Citizens' Movement).

He also explained why the EDL and allied groups are heading to the Netherlands: "We feel that freedom of speech is being eroded and there is a lot of appeasing of radical muslims and Islam in general. Geert has the courage to take this on and we want to support him."

He downplayed the group's rowdy reputation: "We want to turn it into a sort of celebration rather than a protest, with food, drink and entertainment."

He claimed that off-duty serving UK, Dutch and German soldiers which had joined "Armed Forces Unite," (which grew out of "Armed Forces Defence League," a Facebook group for EDL-supporting soldiers and sailors) have offered to help Dutch police to steward the event.

The city of Amsterdam government for its part is aware of the plans for a demonstration and is tracking developments, but will not discuss details of preparations due to "security considerations."

In Bradford over the weekend, in what was a massive police operation, some 1,600 officers from 13 forces took part.

Siento no traducir el artículo, pero es demasiado largo, pueden hacerlo utilizando los traductores en línea que les ofrece internet.

lunes, 16 de agosto de 2010

MULTICULTURALISMO, NACIONALISMO, CULTURA

Leyendo un interesante artículo sobre "culturalismo" publicado en Open Democracy, titulado Culturalism: culture as political ideology, he recordado un libro de Giovanni Sartori publicado en 2001 sobre el multiculturalismo titulado La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros, que tuvo una buena acogida por los sectores conservadores pero que recabó bastantes críticas por los sectores políticos e ideológicos de izquierda.


El artículo de Open Democracy ha sido redactado por dos investigadores daneses y se centra en la situación de Dinamarca, pero realiza proposiciones que son asumibles o trasladables a cualquiera de los países occidentales.


Según los autores, la controversia sobre el multiculturalismo ha cambiado los frentes políticos. La izquierda defiende el respeto por las minorías culturales, afirmando que se pueden conjugar y armonizar el multiculturalismo y las ideas liberales de la sociedad (derechos fundamentales, sistemas políticos, etc.). Mientras que la derecha está en guardia en la defensa de la cultura nacional, y en su extremo aporta el concepto del etnopluralismo, la idea de que toda cultura tiene derecho a su autonomía y a su existencia siempre que permanezca circunscrita a su propio territorio, de modo que los inmigrantes deben asumir que deben ser asimilados a la cultura del territorio de acogida o regresar a sus países de origen.

Culturalismo, por su parte, es la idea de que los individuos están determinados por su propia cultura, culturas que forman ámbitos cerrados donde el individuo no solo es incapaz de dejar de lado su cultura propia sino que sólo puede realizarse personalmente a través de ella. El culturalismo también mantiene que esas culturas reclaman poseer unos especiales intereses y requieren una protección también especial, incluso aunque para ello se deban violar los derechos fundamentales de los individuos.

El nacionalismo sería una variante del culturalismo, según la cual una única cultura facilita las bases para la existencia del Estado, como demuestra el renacimiento del nacionalismo en España en el que se hace uso de la cultura propia como base justificadora de toda la política local.

En base a estos conceptos, la izquierda tradicional pelea para que se reconozcan como elementos culturales prácticas sociales y religiosas que son antiliberales (liberalismo como concepto y base de una sociedad ilustrada democrática y que respeta los derechos fundamentales), mientras que la extrema derecha y los nacionalistas locales de derecha e izquierda hacen renacer un nacionalismo cultural excluyente.

Éste sería un sumario del artículo de Open Democracy, y no vamos aquí a traducir el artículo completo, pero se recomienda su lectura y la extrapolación de algunas conclusiones y afirmaciones a la actual situación política española, donde podemos contemplar como premisas izquierdistas son abandonadas por los nacional socialistas locales haciendo un extraño seguidismo de los nacionalistas, abandonando lo que deberían ser sus principios ideológicos.

En cuanto a Sartori y su libro citado, en éste afirma que a diferencia del pluralismo político, que incluye a los partidos, asociaciones y grupos existentes sin condenarles al aislamiento ni tratar de multiplicarlos, el multiculturalismo es una fábrica productora de diversidad dedicada de forma obsesiva a hacer visibles las diferencias o a inventárselas con propósitos de separación o de rebelión: la creación de subcomunidades que se comportan como contracomunidades significa el fin del pluralismo, por ello "El multiculturalismo lleva a Bosnia y a la balcanización".

Las identidades de adscripción (nacionalidad, lengua, raza, religión o sexo) del multiculturalismo, pegadas a la espalda de sus titulares desde el nacimiento, crean guetos cerrados e impiden a sus pobladores atravesar fronteras interculturales. Las políticas públicas de affirmative action o de discriminación positiva en favor de grupos desfavorecidos refuerzan esas tendencias a fabricar la diversidad, aunque no tengan una fundamentación teórica multicultural.

En Europa encontramos que los riesgos para la estabilidad y la supervivencia del sistema pluralista, entre otros factores, están creados por la inmigración incontrolada y la concesión de derechos de ciudadanía a extranjeros de difícil o imposible integración. A diferencia de Estados Unidos, un país construido por los inmigrantes, Europa se ha convertido de la noche a la mañana en tierra de acogida sin la menor experiencia previa. La sociedad multiétnica describe cómo la superpoblación y la urbanización han agravado los efectos de la miseria tradicional africana y han puesto en marcha un proceso migratorio imparable, crecido por los afluentes llegados de las regiones más pobres de América Latina, Europa Oriental y Asia; las peculiaridades del fundamentalismo islámico y las resistencias a la integración ofrecidas por las "extrañezas radicales" de religión y etnia constituyen otro motivo de preocupación.


Dada esa pesimista combinación de diagnósticos y pronósticos, las severas críticas de Sartori a la excesiva tolerancia de la política de extranjería en Italia (podríamos añadir a Francia y España como partidarios de esta actitud) y sus desalentadores augurios sobre la desestabilización y desintegración de la democracia a menos de que se regularice y se limite la entrada de 
inmigrantes, resultan insuficientes; si la emigración hacia Europa impulsada por el hambre y la desesperación es incontenible, no basta con desaconsejar las estrategias actuales: más allá de cerrar herméticamente las puertas a los ilegales (¿de qué manera?) y de recortar los derechos o el acceso a la ciudadanía de los inmigrantes legales (¿hasta qué punto?), se necesitan alternativas de acción positiva inspiradas precisamente en los valores del pluralismo político.


Huyendo de lo políticamente correcto, Sartori tacha a los defensores de la multicultura y la acción afirmativa de falsos liberales que desean acabar con el pluralismo y la tolerancia. Sartori trata de conservar, frente a la agresión del extranjero que no se somete al imperio de la ley, las conquistas de la civilización occidentual: la democracia, el valor de la diversidad, el Estado de derecho, la libertad, la tolerancia y el pluralismo de los partidos. Sartori busca una "buena sociedad", una sociedad abierta. Afirma que la presión de los flujos migratorios en Europa y la doctrina multiculturalista están poniendo en peligro esa sociedad.

Según él, los multiculturalistas, "de origen marxista", no persiguen una integración diferenciada del otro, sino una desintegración multiétnica, una balcanización, una tribalización de la sociedad en la que todos sean iguales ante la ley siendo, en realidad, absolutamente distintos entre sí.

La cuerda de la tolerancia, añade, puede romperse y el racismo puede surgir y está empezando a surgir (el libro lo escribió en 2001, desde entonces en Holanda, Dinamarca y Gran Bretaña los partidos nacionalistas ha tenido un fuerte resurgimiento) si Occidente permite que en sus países haya grupos étnicos y religiosos como los árabes, sociedades teocráticas que viven a su manera, consideran infiel al que los acoge y no respetan las reglas ni la cultura occidentales, manteniendo atavismos "como el uso del chador, la ablación de clítoris o la oración del viernes": "cuanto más grande es la diferencia cultural, más difícil es la integración. No todos los inmigrantes son iguales y, además, Europa está muy dividida en diferentes posturas".

Sartori cree que los europeos deben aceptar la integración de los inmigrantes "siempre que ésta implique una reciprocidad y que no derive en subculturas aisladas. Porque si no se comparten los valores culturales, surgen los conflictos".

Centrándonos en el caso de la "pacífica invasión musulmana de Europa" la página www.webislam.com, donde se publican artículos en defensa de las comunidades musulmanas en España y Europa así como se publican artículos de carácter social y religioso, afirma en uno de sus artículos titulado Musulmanes en Europa, integrados pero diferentes: "Así, resulta que ese mismo laicismo occidental que ha sido tan agresivo para secularizar la sociedad cristiana que había heredado, se está transformando en una ideología más dialogante y comprensiva con el credo mahometano. Irónicamente, los musulmanes están abriendo brecha en el laicismo occidental, en parte por firmeza en las propias creencias y en parte por el miedo del gobernante occidental a una respuesta agresiva, en vista de algunas experiencias con el fundamentalismo islámico". Reconoce así el artículo que el multiculturalismo, tan agresivo con el cristianismo, está abriendo la puerta a una comunidad musulmana que conseguirá sus objetivos por dejación de los políticos de sus propias responsabilidades.