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domingo, 24 de abril de 2016

EL GOBIERNO DE LOS PEORES, ESA TERRIBLE MALDICIÓN DE ESPAÑA

Mauricio era un profesional cualificado y de éxito que perdió su estatus tras el cataclismo de 2008. Sin embargo, es afortunado porque, a pesar de superar los 40, ha podido retornar al mundo laboral, aunque sea contratado por una empresa en régimen de autónomo, algo bastante habitual hoy día. Ahora, debe abonar el IVA, descontarse el IRPF y gestionar directamente su cotización a la Seguridad Social. Podría realizar estos trámites por sí mismo, pero la normativa es tan confusa y retorcida que prefiere curarse en salud y pagar a un gestor profesional. De una factura nominal de 1.800 euros mensuales, le quedan netos 1.230, algo que en un país con un 21% de desempleo, donde ser mileurista no está al alcance de cualquiera, le convierte en un privilegiado.

Con todo, lo más grave es que hay muchos españoles que, siendo autónomos ficticios, asalariados o desempleados, han perdido algo más valioso que su estatus: su capacidad de maniobra, su determinación. Son presa fácil para esos políticos que pescan en la apatía, comprando votos con supuestas ayudas. Pero, por más que lo pregonen, la mejora del nivel de vida no vendrá de la subvención, los beneficios sociales o los planes de emergencia; los costes de estas regalías serán repercutidos en los ciudadanos incrementando cotizaciones, impuestos, incluso multas de tráfico y otras sanciones. Los gobernantes siempre encuentran una argucia para quitarnos 20 con la excusa de que van a darnos 10.

A pesar del abrumador consenso oficial, muchos preferirían no vivir de esa particular “caridad” de los políticos. Desearían una Administración que les facilitara sus actividades, no esta burocracia que pone innumerables zancadillas. No quieren discursos grandilocuentes, sino reformas eficaces. Desgraciadamente, los líderes políticos no hablan su lenguaje. Muy al contrario, emplean una jerigonza a ratos leguleya; a ratos, populachera; y a ratos, grandilocuente, una niebla discursiva con la que dar gato por liebre. Desde su torre de marfil, completamente alejados de las vicisitudes de Mauricio y de muchos otros como él, no mueven un dedo para allanarles el camino. Al contrario, establecen todo tipo de obstáculos y trabas administrativas a la actividad económica y a la creación de empleo para después exclamar con hipocresía: “tranquilos, nosotros rescataremos a las personas”. Ignoran que los ciudadanos se rescatarían a sí mismos... si ellos no se lo impidieran.

Los políticos y Mr. Hyde
Sufrimos una clase política de pésima calidad, no sólo capaz de utilizar los resortes del Estado en pos del medro personal; también de proferir las mayores necedades. Pueden subirse al púlpito y prometer el paraíso en la tierra, para después, llevados por su afán de notoriedad, quedar como tarugos equivocando el título de un conocido libro de Kant. O, incluso, recomendar leer a tan ilustre filósofo y, a reglón seguido, admitir que ellos nunca lo han leído… o que no lo recuerdan. No importa que afirmen que Antonio Machado nació en Soria, en vez de en Sevilla, o que no tengan ni la menor idea de nuestra historia reciente y desconozcan que no fue su partido, sino el adversario, el que legalizó el divorcio. Nuestros políticos pueden levitar sobre los escombros de la inteligencia y afirmar que “a veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, tal cual. La pregunta es: ¿nacieron así o, por el contrario, el poder los transformó, sacando ese Mr. Hyde que todos llevamos dentro?

Lord Acton señaló que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Seguramente tuviera razón... pero sólo en parte. Investigaciones recientes explican que el poder envilece a unas personas, pero no a otras. Concretamente, pervierte a los que carecen de ética y muestran predisposición a la depravación. Pero no a quienes poseen principios, conocimiento y espíritu crítico. Para los primeros, la política es una fuente de privilegios; para los segundos, una grave responsabilidad.

En su artículo, The destructive nature of power without status, los psicólogos norteamericanos J. Fast, N. Halevy y A. Galinsky, concluyen que el poder posee una naturaleza destructiva cuando es ejercido por sujetos sin categoría personal suficiente. A estos individuos, el cargo se les sube a la cabeza, tienden a abusar de sus inferiores, a aferrarse a una doble moral, a ser extremadamente estrictos con sus subordinados pero muy laxos con su propia conducta. Por su parte, Katherine De Celles y sus colaboradores señalan en su artículo, Does power corrupt or enable?, que el poder hace todavía más malvados, egoístas e interesados a aquellos que ya carecían de reglas morales, sentido de la justicia o generosidad. Pero puede potenciar las cualidades de los que poseen estos valores.

El drama de la España actual estriba en que se han apropiado del poder sujetos que carecen de cualidades y valores y, por tanto, de auctoritas

El problema era ya conocido en la Roma clásica, donde descubrieron que la jerarquía tiene dos componentes distintos, uno formal, la potestas y otro informal, la auctoritas. La potestas, el poder institucionalizado, es la capacidad de controlar, de asignar recompensas y castigos, de dictar normas y hacerlas cumplir. La auctoritas, por el contrario, proviene de la capacidad moral e intelectual, del carisma y el prestigio, de todas aquellas cualidades que generan respeto y admiración en los demás, un vínculo afectivo entre el individuo destacado y su comunidad. La gente obedece la potestas por temor al castigo, pero acata la auctoritas por convicción. Ésta última proporciona el verdadero liderazgo.

Si el sano ejercicio del poder requiere una equilibrada combinación de potestas y auctoritas, cabe deducir que el drama de la España actual estriba en que se han apropiado del poder sujetos que carecen de cualidades y valores y, por tanto, de auctoritas, del respeto y la admiración de la ciudadanía. Esta anomalía, junto con la ausencia de adecuados controles sobre el poder, se traduce en decisiones políticas nefastas, muy alejadas del interés general.

La selección perversa 
Pero ¿por qué sólo llegan los peores a la política, esos que son corrompidos rápidamente por el poder? La clave, uno de nuestros graves problemas, se encuentra en el proceso de selección de los gobernantes. Los partidos se caracterizan por la falta de transparencia, la ausencia de democracia interna y el desprecio a las normas. Sus criterios de selección y promoción no son la excelencia, el mérito o la cualificación profesional. Mucho menos la honradez o los principios. Son, más bien, las afinidades personales, la carencia de espíritu crítico, la conducta oportunista y conspiradora, la disposición a guardar silencio ante el abuso y, sobre todo, la inclinación al peloteo. Las personas honradas, idealistas, preparadas, con altura de miras, suelen rehuir esos ambientes dominados por la corruptela, la pobreza intelectual y la indignidad.

La gestión de lo público ha atraído mayoritariamente a sujetos que no viven para la política sino de la política, individuos que tienen en los cargos públicos su mejor opción profesional, cuando no la única. Difícilmente compartirán intereses, valores y visión con los electores a los que, teóricamente, representan. Su inclinación por promover políticas absurdas o contraproducentes se debe en parte a ignorancia y desconocimiento, sí, pero sobre todo a su egoísmo, a una fuerte inclinación a adoptar cualquier medida que, por irresponsable que sea, asegure su permanencia en el poder.

Si el voto permitiera a los ciudadanos elegir a los candidatos más capaces y honrados, se compensaría en buena medida la perversa selección que realizan los partidos. Pero las listas impiden discriminar entre candidatos individuales. Es necesario, pues, reformar el sistema electoral, establecer distritos uninominales, circunscripciones pequeñas con diputado único, que obliguen a cada candidato a someterse individualmente al control de los votantes. Expuesto personalmente al escrutinio público, los actos del candidato, sus valores, su trayectoria vital, su valía personal y su competencia profesional, en una palabra, su auctoritas, serían la clave para la elección.

El drama de la España actual, también las dificultades para formar un gobierno, tiene su origen en la falta de auténtico liderazgo. Escasea la generosidad, la sabiduría, la visión elevada, la voluntad de servir, los principios, el fair play. A pesar de que unos y otros se acusen de actuar con criterios únicamente demoscópicos, lo cierto es que todos, sean veteranos o recién llegados, tienen como único objetivo acceder al sillón o mantenerlo. Los políticos españoles no lideran; se orientan, cual veleta, a favor del viento. Por eso, lejos de reformar lo que no funciona, abundan con singular contumacia en el error.

jueves, 13 de diciembre de 2012

UN GOBIERNO COBARDE EN UN PAÍS QUE SE HUNDE


Una cosa es hacer gala de «talante dialogante», que parece haberse convertido en la máxima virtud política en estos tiempos de relativismo, y otra muy distinta permitir que impere el «todo vale». Porque cuando impera el «todo vale» y quien tiene la obligación democrática de ejercer la autoridad abdica de esa responsabilidad, se crea un marco confuso en el que puede ocurrir cualquier cosa.
Escenas como la que se ha producido en el Congreso con varios diputados de ERC desafiando abiertamente la legalidad al exhibir carteles prohibidos mientras su portavoz declaraba su determinación de ignorar cualquier ley de Educación que apruebe el Parlamento, son sencillamente intolerables. Un Gobierno que carezca de complejos y sea consciente de lo que significa administrar la voluntad ciudadana manifestada libremente en las urnas no puede consentir estas muestras de insumisión al Estado de Derecho. No puede callar ante ellas. Una Nación digna de ese nombre tiene que manifestar, a través de sus dirigentes, una voluntad clara de ser y persistir en la defensa de unos valores comunes, empezando por el acatamiento de las normas de juego aprobadas por la mayoría, sin perjuicio de los derechos que asistan a la minoría discrepante. Porque una cosa es practicar la tolerancia, indispensable en una sociedad en la que deben convivir distintas ideologías, y otra muy distinta es otorgar impunidad a quienes infringen de manera sistemática el marco legal. Ceder o callar ante ellos no es demostrar «cintura política», sino debilidad o cobardía. Y esa actitud blanda, empeñada en restar importancia a cualquier conflicto esperando a que el tiempo lo resuelva por sí mismo, está calando hondo en todas las esferas de la vida pública española, con la Comunidad de Madrid como epicentro de una ofensiva brutal de la cual el Ejecutivo no parece querer darse por enterado.
..... Pero ni se recurre a la Ley, si es que ésta ampara a la mayoría víctima de tanto exceso, ni se utilizan los 185 escaños del PP para aprobar otra que ponga coto a este despropósito. Es la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, quien debe asumir una querella criminal, presentada por IU, en la que se la acusa de prevaricar y atentar contra la Constitución por tratar de detener algunas marchas ilegales. El orden, la cordura, la voluntad democrática son sacrificados en el altar del apaciguamiento, como si no supiéramos todos a dónde conduce esa doctrina.…
Isabel San Sebastián en ABC
.... Cuando se deja de obedecer a la ley se obedece al dinero o al poderoso o al más fuerte y matón. Y las gentes callan por miedo cuando no se aplica la ley. Callan los intimidados por bandas de sindicalistas en las huelgas y callan los temerosos de represalias del nacionalismo oficial en Cataluña o el País Vasco. Callan quienes ven que los corruptos medran y los ciudadanos honrados son sometidos a política confiscatoria por el Gobierno. Y callan quienes queriendo defender una política de principios, ven cómo el poder sólo se dedica a administrarse a sí mismo y olvida principios, objetivos y promesas. La democracia se muere cuando se deja de aplicar la ley. Los enemigos de la democracia se mueven mucho mejor sin ella que los demócratas leales a la Constitución. Hablamos de los arrabales de Europa, en donde nos metió de golpe un presidente socialista de pensamiento putrefacto que acabó por pudrirlo todo. Todo, parece que hasta la voluntad y la capacidad de reacción de su sucesor. 
... Pero hoy, España, la otrora orgullosa nación más antigua de Europa ...  A los corruptos los tenemos y a los totalitarios también. A los delincuentes económicos y a los ideológicos, que son los que quieren aplastar o aterrorizar al prójimo y al discrepante. Son los que quieren sembrar el miedo. Están en ofensiva todas las fuerzas totalitarias, la corrupción es una de ellas, siempre aliada a las demás. Y la mayoría de los españoles, frente a la procacidad del delito y los abusos totalitarios, calla. Los únicos gritos que se escuchan son los del miedo al cambio, de defensa de lo obsoleto o imposible. Hay miedo. Al futuro y al matón. Y el Gobierno, lejos de dar ejemplo de coraje y demostrar con política que tiene razón, que puede dar el golpe de timón liberador que nos saque del camino de la podredumbre, se esconde agazapado como un ratón.
Hermann Terstch en ABC

LAS CINCO MENTIRAS DE CATALANES Y SOCIALISTAS CONTRA LA LEY WERT Y CONTRA ESPAÑA


El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, interpeló el 12.12.12 al ministro de Educación, José Ignacio Wert, por el anteproyecto de ley de mejora de la calidad educativa. «Desde 1978 no se había menospreciado tanto la lengua catalana como en este texto», aseguró el nacionalista catalán. «Ningún Gobierno había planteado una ofensiva como la que practica usted respecto al catalán», añadió. El ministro, en su intervención, desmontó el «relato» creado por el nacionalismo, apoyado por socialistas y comunistas, repleto de «falsedades y mentiras».

«Se está atacando la inmersión»

La primera mentira sobre la que los nacionalistas han montado su «farsa» es, según el ministro, esta: «Se ataca el modelo lingüístico de la enseñanza de Cataluña basado en la inmersión». Según Wert, si uno lee el borrador de la reforma, se verá que ni siquiera se cuestiona el modelo. Solo se especifican los elementos para que sea constitucional.

«Se invaden competencias»

Ante esta acusación, clásica entre los nacionalistas y válida para cualquier cuestión que se debata, el ministro Wert explicó que la invasión del espacio competencial de la Comunidad «es prácticamente imposible teniendo en cuenta que la única novedad ha sido incorporar doctrina constitucional sobre cómo debe entenderse el sistema de inmersión lingüística».

«Se trata al catalán con desprecio»

Los nacionalistas sostienen en su campaña que se está relegando la asignatura a un nivel inferior al de las asignaturas importantes. «Esto solo se puede afirmar desde la mala fe o la voluntad de engaño», afirmó el ministro de Educación. «Se le da un tratamiento idéntico al de las materias troncales, en concreto idéntico al de la lengua castellana».

«Se impone el castellano forzoso»

«Esta es una de las mentiras favoritas», constató Wert. «Nada más falso, y ustedes lo saben bien», sostuvo el ministro ante Duran Lleida. «Como cualquiera puede entender, no es lo mismo imponer que impedir la exclusión. No tiene nada que ver», subrayó. En la norma se habla de proporción razonable en el tratamiento diferenciado de la lengua cooficial respecto al castellano.

«Discriminación contra Cataluña»

Frente a la acusación que hacen los nacionalistas sobre la política «discriminatoria» que implica el borrador contra Cataluña, el ministro sostuvo que es «difícil de sostener esa afirmación cuando la norma no cita por su nombre a ninguna comunidad en concreto, sino que mira las características de los sistemas educativos en relación con las lenguas cooficiales».

En este caso de la Ley Wert sobre educación, es sorprendente la velocidad con la que el líder socialista catalán Pere Navarro ha olvidado su promesa/compromiso de que Cataluña necesitaba recuperar un sentimiento español. Nada más perder las elecciones, ya se ha echado en brazos de los independentistas. 
Si es que son tan previsibles estos socialistas.


martes, 20 de noviembre de 2012

¿POR QUÉ SEGUIMOS EN CRISIS?

Pues entre otras muchas cosas porque los políticos españoles se preocupan más de sus manadas de seguidores amamantados por la teta del Estado que por los ciudadanos que pagamos impuestos, prefieren seguir manteniendo una Administración desorbitada que acabar con las disfunciones, las prebendas, las duplicidades, etc. Por ejemplo, se ha hablado mucho del aeropuerto de Castellón, algo menos del de Ciudad Real, pero hay más casos donde el Gobierno despilfarra, como los siguientes:


Para ahorrar, Fomento instó a Aena a lanzar un plan de eficiencia: reducción del 10% de la plantilla mediante un ERE voluntario (hasta 1.500 trabajadores, indemnización de 20 días por año) y reducción horaria en los aeropuertos con menos de 500.000 pasajeros al año. Sin embargo, aparte de la rebaja de la actividad, el ministerio que dirige Ana Pastor descarta públicamente el cierre de ninguna terminalRechazado el cierre, en España funcionarán aeropuertos con dos pasajeros al mes. Es el caso del Aeropuerto de Huesca-Pirineos, que cerró el pasado mes de octubre con esa ridícula cifra de usuarios. Declarado de interés general en el año 2000 e incorporado a la red Aena, la nueva terminal que acogería vuelos comerciales se erige sobre un antiguo Club de Vuelo fundado en los años 30 y empezó a operar hace cuatro años. Fomento ha invertido desde entonces unos 45 millones de euros. Su deuda supera los 70 millones.     

El pasado mes de abril, el Gobierno dejó a esta terminal sin inversión para 2012. Pero el dispendio realizado revela no solo un punto de incompetencia en materia de obra pública; revela también cierta impunidad, porque nadie ha asumido hasta ahora responsabilidades. Se suponía que miles de esquiadores iban a acudir a un aeropuerto pegado a la cordillera pirenaica, cercano a Lérida, Zaragoza y Barcelona. Se hizo una previsión de hasta 160.000 pasajeros al año. Finalmente, todo quedó en papel mojado. En septiembre, el Huesca-Pirineos incrementó su tráfico en nada menos que un 1.575% al recibir a… 67 viajeros.  

Otros datos de Aena son esclarecedores: al menos seis aeropuertos comerciales (Burgos, Córdoba, Vitoria, Albacete y Sabadell, además del de Huesca) funcionan con menos de 1.000 usuarios al mes. Una ruina. Pero recordemos nuevamente, el ministerio que dirige Ana Pastor descarta públicamente el cierre de ninguna terminal.



viernes, 30 de diciembre de 2011

EL NUEVO GOBIERNO

Martín Ferrand en República.com dice que: va siendo hora, y lo exige la gravedad del momento, de que la seriedad y el rigor presidan nuestra vida política. El modelo .. sin concordancia entre los dichos y los hechos, no resulta muy útil y desacredita la condición representativa de las Cámaras. 

En cuanto a esta tesis, concordancia gobierno-dichos-hechos, hay que ver si el actual gobierno es capaz de llevarla a cabo. Vamos a ver qué se puede decir de cada uno de sus miembros:

Mariano Rajoy.- ..... el nuevo presidente del Gobierno tiene más condiciones para ser el jefe del Ejecutivo que el líder de la oposición. Sus cautelas, exasperantes cuando se contemplan en quien aspira a conseguir el poder, son virtud en quien lo ostenta. Comparado con su predecesor es un titán y, visto en el conjunto de los notables de la UE, no desmerece, salvo en el uso de los idiomas europeos. Nos anuncia una reducción de 16.500 millones en los gastos del Estado para equilibrar el Presupuesto; pero, según apuntan ya las primeras señales, esa reducción tendrá que ser, más o menos, del doble. Eso, en un país de sindicatos irresponsables y de una izquierda que prefiere la calle al Congreso para hacer política suele cursar con alboroto. En ellos le tomaremos a Rajoy su verdadera medida. ....

Soraya Sáenz de Santa María.- Un descubrimiento. Comenzó siendo una mosquita muerta, una muchachita de Valladolid, y llega a la vicepresidencia del Gobierno después de haber sido la leona del Congreso. Se puede apostar por ella.

José Manuel García-Margallo.- Seriedad, conocimiento y veteranía. Tres condiciones deseables – ¿exigibles? – en un titular de Exteriores. Hace muchos años, Pío Cabanillas citaba su nombre en una “lista de los 24 políticos de la derecha con perspectivas de futuro”.

Alberto Ruiz Gallardón.- En los muchos años que llevo atento al espectáculo político, el nuevo ministro de Justicia es uno de los tres o cuatro actores mejor dotados, con más cualidades, para el ejercicio público. Quiere que le quieran y esa es su única limitación importante. Si consigue devolverle a la Justicia Española la independencia que le quitó Felipe González, contribuirá a una de las tres grandes transformaciones que, temas económicos aparte, necesita el Estado. Suponiendo que no deje a la Justicia tan arruinada como ha dejado al Ayuntamiento de Madrid.

Jorge Fernández Díaz.- Un ministro de Interior siempre anda necesitado de cariño.

Luis de Guindos.- Fue, con José María Aznar, pieza clave en el resurgir tras la catástrofe económica con la que el felipismo cerró sus días. Un buen nombre para un cargo difícil, Economía, al que acredita lo mismo que le afean sus críticos desde el PSOE: sabe ganarse la vida lejos del presupuesto.

Miguel Arias Cañete.- Otro abogado del Estado en el equipo de Rajoy. El presidente se pirra por los altos cuerpos (al menos estos no tienen, como la mayoría de los ministros del PSOE, unos estudios de Sta Pepis). Arias tiene talento, fuerza, experiencia y sentido del humor. Triunfará en la UE en su calidad de ministro de Agricultura y etc.

José Manuel Soria.- Su experiencia política es larga y ha ocupado puestos en todos los niveles de la Administración. Es hombre serio y capaz. Tiene una cartera incómoda – Energía y etc. -, pero la llevará con garbo (merece dar en los morros al PSOE después de la infame campaña que le crearon).

Ana Mato.- La partitocracia tiene sus normas y, dado quienes han sido ministras de Sanidad con el PSOE, puede pasar (no es excusa, la ex esposa del dueño del Jaguar no debería ser ministra).

Ana Pastor. La lealtad en estado puro. Al frente de Fomento, el gran Ministerio del gasto, es un acierto una persona de su rigor y entereza.

Cristóbal Montoro.- Eso creo.

Pedro Morenés.- Eduardo Serra fue ministro de Defensa con González y con Aznar. No lo fue con Zapatero y le faltaba intentarlo con Rajoy. Lo ha conseguido bajo el “pseudónimo” de Morenés. Un paracaidista que, por si acaso, se ha quedado compuesto y sin CNI.

José Ignacio Wert. – Ideológicamente es muy posible que sea el menos puramente PP de todo el Gabinete y eso potencia su eficacia en el Ministerio fundamental que le ha sido encomendado – Educación –, de cuya transformación profunda depende el futuro de la Nación. Los otros dos epígrafes de su cartera – Cultura y Deporte – son tan innecesarios como imprescindible el primero.

Fátima Báñez.- Un buen nombre con magníficos avales (eso habrá que verlo aún, su experiencia es cero patatero).

En su conjunto, tenemos a la vista un magnífico Gobierno; claro que, en Política, todas las teorías son provisionales. Los hechos confirman o desmienten las hipótesis; .... es un buen reparto para la función que debe representarse. Comparado con el equipo al que sustituyen, el de Zapatero, parecen extraterrestres, una raza superior. Solo tienen ante sí un grave inconveniente, el desmembramiento del PSOE. Sin una buena oposición es más difícil llegar a ser un magnífico Gobierno.


martes, 7 de septiembre de 2010

EL PSOE BLINDA ANTE LA JUSTICIA A PARTIDOS POLÍTICOS Y SINDICATOS

Hay una noticia que ha pasado de incógnito para la mayoría de los medios de comunicación pero que éticamente es un tortazo en toda la cara a los ciudadanos españoles, el PSOE blinda a los partidos políticos y sindicatos frente a las actuaciones ilícitas de sus miembros dirigentes. Es decir, si un alto dirigente del PSOE comete un acto de corrupción con la finalidad de obtener beneficio económico personal el partido será inocente de esa actuación delictiva, pero si la corrupción tiene como objetivo financiar al partido y éste logra inculpar al dirigente como si fuera una actuación personal, el partido seguirá siendo inocente aunque se haya beneficiado de esa actividad delictiva.

Solamente en Expansión he podido localizar un artículo extenso que explique este asunto. En resumen:

El nuevo Código Penal, vigente desde diciembre, no aplicará la responsabilidad penal de las personas jurídicas a los partidos políticos y a los sindicatos como sí sucederá con las empresas, El PP intentó cambiarlo sin éxito.

A partir de ahora las personas jurídicas serán penalmente responsables de los delitos cometidos en nombre o cuenta de las mismas por sus representantes legales o administradores. Las empresas tienen la obligación de ejercer el debido control sobre sus empleados. De no ser así serán multadas, inhabilitadas o incluso disueltas.

Pero la reforma incluye el art. 31 bis, punto 5 (picar en la imagen del Código para ver la legislación vigente) por el que libera de esta obligación al Estado, a las Administraciones Públicas territoriales e instituciones, a los Organismos Reguladores, a las Agencias y Entidades Públicas Empresariales y a los partidos políticos y sindicatos. Tampoco se les aplicará esta nueva disposición a las organizaciones que ejerzan potestades públicas de soberanía, administrativas o cuando se trate de Sociedades mercantiles estatales que ejecuten políticas públicas o presten servicios de interés general.

Expertos en Derecho Penal consideran que la mayoría de estas excepciones tienen sentido porque no tendría sentido que el Estado o las Administraciones se sancionasen a sí mismos, ya que el dinero de las sanciones que establece el código saldrían de las arcas públicas, con lo que lo pagaríamos los ciudadanos. La misma legislación tienen algunos de los países de la UE como Francia, Italia, Holanda, Austria o Dinamarca.

Los abogados penalistas creen que es inexplicable que no se aplique a partidos políticos y sindicatos, "no se encuentra justificación alguna a esta decisión". Así, algunos de los delitos más graves para los que se establece la misma se cometen precisamente en nombre y en provecho de tales entidades. Por ejemplo, los delitos de corrupción en el ámbito de los partidos o los fraudes de subvenciones por lo que respecta a los sindicatos”, "desde el punto de vista político-criminal no se justifica tratar a dichas entidades de forma más benévola que a otras", "no hay ninguna explicación posible salvo la protección de quien hace la ley y se quiere curar en salud, algo así como el refrán: el que hace la ley hace la trampa", "también es preocupante que no se aplique a sociedades públicas, cuando es donde más problemas de corrupción suele haber". Mientras otros abogados que existiendo la Ley de Partidos esta excepción es lógica, "lo que no se sostiene desde el punto de vista técnico jurídico es la excepción de los sindicatos, como tampoco que estén exentas las sociedades mercantiles estatales, pero no autonómicas".

El PP incluyó una enmienda en el Congreso de los Diputados a ese apartado donde anulaba la salvedad de responsabilidad penal de partidos políticos y sindicatos como personas jurídicas, basándose en que consideraba adecuada la exclusión del régimen penal de las personas jurídicas respecto a todas aquellas que suponen poder público, pero que no era adecuado incluir en este bloque a los partidos políticos, que ya tienen en la Ley de Partidos y en el Código Penal sanciones dirigidas contra ellos directamente, ni a los sindicatos, por la misma razón. El PP expresaba también que ni mucho menos se podía excluir a personas jurídicas que prestasen servicios generales a la comunidad. Sin embargo, la enmienda fue rechazada por todos lo grupos políticos del Congreso excepto el Popular.

Novedades

1. Las personas jurídicas serán penalmente responsables de los delitos cometidos en nombre o por cuenta de las mismas, y en su provecho, por representantes legales y administradores.

2. La responsabilidad penal de las personas jurídicas será exigible cuando se constate la comisión de un delito cometido por quien ostenta los cargos o funciones aludidas en el primer punto.

3. La concurrencia en las personas que hayan realizado materialmente los hechos o lo hubieran hecho posible por no ejercitar el debido control, no excluirá ni modificará la responsabilidad penal de las personas jurídicas.

4. Serán circunstancias atenuantes tras la comisión del delito: confesar la infracción, colaborar en la investigación aportando pruebas, reparar o disminuir el daño y haber prevenido futuros delitos.

5. Las disposiciones de la responsabilidad penal de las personas jurídicas no serán aplicables al Estado, Administraciones Públicas, sociedades públicas, partidos políticos, sindicatos...

6. Las penas aplicables a las personas jurídicas serán desde multas proporcionales, pérdida de subvenciones, disolución de la sociedad, suspensión de actividades hasta 5 años o clausura de sus locales.


martes, 6 de julio de 2010

LA MINORÍA EGREGIA

Ha publicado Expansión una columna de opinión firmada por Tom Burns Marañón en la que vuelve a presentar la anomalía que para nuestro gobierno supone la presencia de esos políticos profesionales que han pasado del fracaso escolar al coche oficial (Ignacio Camacho dixit).

Marañón nos recuerda en En busca de la minoría egregia qué es lo que nuestro país necesita: "Lo que le sigue faltando a este país es algo así como la “minoría egregia” del Ortega de la España Invertebrada. Gente capacitada, leída, viajada, que hable idiomas, que tenga un sentido de historia, entienda del mercado y la empresa privada, y que sepa discurrir. Lo necesita este país y lo necesitan otros muchos, como Bélgica, la sucesora de España en la presidencia de la Unión Europea, sin ir más lejos. Los egregios, los ilustres, los meritorios, los de calidad, están ausentes, cuando lo que se requiere urgentemente es gente formada y con criterio, que guíe y canalice el debate público".

Pero también señala qué es lo que nos sobra: "En su lugar, España tiene a los apparatchik, a los funcionarios profesionales, a la nomenclatura que se ha hecho fuerte en la política, en la nacional y en la autonómica, imponiendo barreras de entrada con listas cerradas y bloqueadas, con avales para sus congresos y con su insultante desprecio a cualquier sistema abierto de primarias. La mediocridad y el cortoplacismo se extienden a los cargos que ostentan los tan pedantemente llamados interlocutores sociales. En el caso de los sindicatos, donde reina la opacidad, la incapacidad de sus dirigentes de entender cualquier cosa, como que la credibilidad de España está en juego, más allá de los salarios de quienes tienen trabajo blindado, raya en el esperpento".

La tarde del pasado y helado primer sábado de julio, es lo que tiene el invierno austral, tuve la oportunidad de ver In the Loop, una película que ha pasado bastante desapercibida pero que es un buen reflejo de la política actual. Aunque se centra en los políticos ingleses y estadounidenses, el papel que borda Tom Hollander como Ministro de Desarrollo Internacional británico podría reflejar a muchos de nuestros actuales ministros socialistas.