jueves, 27 de septiembre de 2012

SVEN HASSEL: LA DESPEDIDA DE UN CONTADOR DE CUENTOS SALVAJES, PORQUE NO ERA OTRA COSA


Hoy ABC trae una crónica sobre el reciente fallecimiento de SVEN HASSEL, al que muchos podrán ver como un escritor pésimo, que hacía apología de la violencia y la guerra, como un fascista alemán, etc. Pero la realidad es que sólo era un contador de cuentos salvajes, donde unos personajes con antecedentes criminales se convertían no sólo en héroes sino en la encarnación de virtudes que en teoría no les correspondían, en un escenario de guerra sin cuartel, en el que los soldados de un pelotón de carros de combate de un batallón de castigo sólo mataban para sobrevivir, o para impartir una justicia casi divina, y que vivían como si cada día fuera el último.

El 21 de septiembre murió en Barcelona Sven Hassel, un escritor que recuerda, al modo de la magdalena de Proust, aquellas librerías donde sus novelas de la II Guerra Mundial se codeaban con «Lola espejo oscuro» o alguna narración de Martín Vigíl.

SVEN HASSEL
El caso es que en los años sesenta este novelista vendía tantos libros que causaría la envidia de muchos que ahora presumen de ser best-sellers. Títulos como «La legión de los condenados», donde el mismo Hassel se convierte en personaje bajo el nombre de Sven, o «Los panzers de la muerte» le dieron enorme fama y en una Europa devastada por la guerra pero que gozaba ya de cierta estabilidad económica sus libros otorgaban un acceso a la memoria, a lo que había sucedido quince años atrás, lo suficientemente edulcorado para que los temas que trataba fuesen digeridos en el nuevo orden.

Así, supo deslindar claramente, gracias a personajes como El Viejo, Hermanito o Porta, personificación del castizo berlinés, a los soldados de la Wehrmacht de los nazis, y esto tuvo en aquellos años de la reconstrucción alemana, los años de Adenauer, una importancia fundamental pues apartaba claramente a la mayoría del pueblo alemán, muchos de los cuales trabajaban y tenían familia en su propio país, que estaban reconstruyendo con tesón, de una pandilla de sediciosos y de delincuentes felizmente derrotados. Tanto es así que, leídas ahora, choca un poco, por lo que tiene de artificioso, de inverosímil, notar el énfasis que Hassel ponía en rescatar judíos de manos de las garras de las SS por parte de sus soldados.

Esa mezcla de elementos, el que los protagonistas fueran alemanes y no soldados aliados, junto con la capacidad plástica que tenía a la hora de describir escenarios, sobre todo los referentes a las batallas del Este, la leyenda dice que fue soldado en 2º Regimiento de Carros de Combate, los que invadieron Polonia y luego avanzaron por las inmensidades asiáticas de Rusia, hicieron que sus lectores se creyeran a pie juntillas que aquello que se narraba estaba sacado de las fuentes mismas de la experiencia personal.

Nada más falso, lo que por otra parte no resta un ápice la calidad literaria que Hassel pudiera tener. Ya en aquellos años muchos historiadores pusieron en tala de juicio muchas de las afirmaciones derivadas de las narraciones de Hassel, en especial las referentes a la División Azul, a la que califica formada por prisioneros de guerra cuando se suponía que eran voluntarios.

Una vida de novela
Pero donde está en realidad la novela de Hassel es en su vida. Según el ultraderechista Erik Haaest, paisano danés como el propio Hassel, éste nunca estuvo en el frente y se dedicó a ser una especie de nazi desarrapado que persiguió en Dinamarca a algunos miembros de la resistencia y que adquirió cierta estabilidad económica el día en que su mujer se dedicó al negocio de la pornografía.

Los ambientes bélicos le habrían sido inspirados por antiguos combatientes daneses que habrían formado parte de las Waffen SS. Haaest ha llegado incluso a insinuar que Hassel no sabía escribir y que, una vez más su mujer era la que se ponía frente a la máquina de escribir y la aporreaba hasta llegar a conseguir convertir aquello en unos best sellers fastuosos para la época.

Haaest, que no se distingue por ser un historiador muy veraz, niega la existencia del diario de Ana Frank así como la de las cámaras de gas, cree en verdad perjudicar a Hasell, de verdadero nombre Boerge Villy Redsted Pedersen, con historias truculentas donde se mezclan desfalcos, fraudes, latrocinio de bicicletas y estancias diversas en la cárcel. Vamos, un aventurero en toda regla, de los que ya no quedan. Creo que Haaest, con estas revelaciones no ha hecho más que avivar el interés por un escritor que desde hace tiempo había pasado a mejor vida. Los caminos del señor son inescrutables.



domingo, 23 de septiembre de 2012

MAS CIFRAS QUE OCULTAN LOS INDEPENDENTISTAS CATALANES: UNA DEUDA INASUMIBLE E IMPAGABLE


El sentimiento de "fatiga mutua entre España y Cataluña" agitado por Artur Mas para justificar la independencia tiene un precio. Y muy elevado. De aplicarse aquí la fórmula constitucional diseñada en Canadá para una eventual secesión de la región francófona de Quebec, el espejo en el que desde hace varias décadas se miran los soberanistas catalanes, la Generalitat tendría que negociar con Madrid el reparto de la deuda pública española antes de separarse. Y según se desprende de los últimos datos del Banco de España, el Estado de Cataluña nacería asfixiado financieramente, con una deuda superior a los 155.000 millones de euros.

El más reciente boletín estadístico del Banco de España es concluyente. La deuda del conjunto del Estado se eleva en la actualidad a 804.000 millones de euros, de los que 617.000 millones corresponden a la Administración central, 150.000 a las comunidades autónomas y 36.000 a los ayuntamientos. La deuda de Cataluña, por su parte, asciende a 44.000 millones, a los que hay que sumar otros 111.000 que le corresponderían por su peso -el 18% de cuota- en la economía española.

Esas cifras significan que, para alcanzar la independencia, Cataluña debería asumir antes una deuda pública de 155.000 millones euros, lo que, según varios expertos financieros "obligaría a la Generalitat a elevar brutalmente los tipos de interés para poder financiarse en los mercados. Nacería con el cien por cien de deuda pública y se quedaría fuera de la moneda única. Sería un país prácticamente inviable".

Como sostiene Javier García Roca, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense, "el divorcio sería carísimo y con unos costes económicos inasumibles en tiempos de crisis. Habría que subir los impuestos para crear un Ejército, embajadas, federaciones deportivas... Y además, ¿cómo se repartiría la Seguridad Social, y los fondos de depósito, y las garantías salariales comunes? Harían falta normas o tratados que tardarían lustros en aplicarse, sin que los ciudadanos percibieran sus pensiones durante años, como ya ha pasado entre Serbia y Kosovo".

La 'conexión' Quebec-Cataluña

Los nacionalistas catalanes nunca han ocultado su profunda simpatía hacia las aspiraciones secesionistas de Quebec. Mucho mayor, si cabe, tras la victoria del independentista Parti Québécois (PQ) en las elecciones legislativas regionales celebradas a principios de este mes. Su líder, Pauline Marois, aseguró que "el futuro de Quebec es convertirse en un país soberano", y se comprometió a convocar un referéndum sobre la soberanía de esta provincia canadiense de casi ocho millones de habitantes, aunque no le puso fecha. Sería la tercera consulta popular desde 1980. En la primera ganó el no por una clara mayoría de casi el 60%; pero en la segunda, en 1995, el sí fue derrotado por tan sólo 1,1 puntos de diferencia.

CiU, ERC y el movimiento independentista catalán siempre han sentido admiración por el encaje del modelo secesionista quebequés en la Constitución canadiense, que fue resuelto en 1998 por la Corte Suprema de Canadá. Ésta emitió un histórico dictamen, a instancias del Gobierno federal entonces presidido por Jean Chrétien, en el que señalaba que "un voto que suponga la existencia de una mayoría clara en Quebec en favor de la secesión, en respuesta a una pregunta clara, conferiría al proyecto de secesión una legitimidad democrática que el resto de participantes en la federación tendría la obligación de reconocer". 

En otras palabras: el alto tribunal reconoce al pueblo de Quebec el derecho a expresar en las urnas su voluntad o no de seguir formando parte de Canadá, y advierte al Gobierno y a las demás provincias que forman la federación de que, si triunfa el , estarán obligadas a reconocer el resultado. Las únicas condiciones para la convocatoria de ese referéndum se resumen en el principio pregunta clara, mayoría clara. Ése es el nucleo de la sentencia. Pero el tribunal advierte a continuación que no le corresponde a él, sino al Gobierno federal y al Ejecutivo quebequés, "determinar en qué consiste una mayoría clara en respuesta a una pregunta clara"

Los magistrados, de esta forma, avisaban de que no tolerarían que en un futuro referéndum se repitiese una pregunta tan enrevesada como la formulada a los ciudadanos en 1995: "¿Acepta que Quebec se convierta en un Estado soberano después de ofrecer formalmente a Canadá una nueva asociación política y económica en el ámbito del proyecto de ley respecto al futuro de Quebec y del acuerdo firmado el 12 de junio de 1995?". La Corte Suprema también advertía que la mayoría a favor del sí o del no debía ser inequívoca, es decir, que no aceptaría una victoria exigua ni de los separatistas ni de los unionistas. El PQ siempre ha considerado suficiente la mitad más uno de los votos, mientras que el Gobierno de Ottawa defiende un margen mucho más amplio.

Negociación política

El pronunciamiento del alto tribunal contenía un tercer elemento clave: que la secesión de Quebec, si los independentistas ganaban el referéndum, tendría que ser pactada mediante una negociación política entre las partes. "En la medida en que las cuestiones abordadas en el curso de las negociaciones serían políticas, los tribunales, conscientes del papel que desempeñan en el sistema constitucional, no tendrían ningún papel de supervisión que desempeñar". Y añadía que esas negociaciones deberían abordar las "eventuales condiciones" de la independencia y los "intereses de las otras provincias, del Gobierno federal, de Quebec y de los derechos de todos los canadienses dentro y fuera de Quebec, y en particular de los derechos de las minorías".

El dictamen de la Corte Suprema, obviamente, no enumera las condiciones que deberían ser pactadas antes de la separación efectiva de Quebec. Pero el Gobierno federal y los ejecutivos de las demás provincias siempre han dejado claro que uno de los elementos esenciales de una eventual negociación política sería el reparto de la deuda pública canadiense, además de otras cuestiones clave como las fronteras del Quebec escindido y los derechos de los pueblos aborígenes que habitan la provincia francófona.

Una de las incógnitas de la entrevista que Mariano Rajoy y el presidente de la Generalitat celebran hoy en el palacio de La Moncloa es si Mas pondrá sobre la mesa el desafío independentista lanzado tras la multitudinaria manifestación de la Diada en las calles de Barcelona, o si se limitará a abordar con su anfitrión el pacto fiscal, cuya meta es lograr un nuevo sistema de financiación para Cataluña mediante un concierto económico a la vasca. Lo que se da prácticamente por seguro es que CiU incluirá en su programa para las próximas elecciones autonómicas las tesis independentistas, avaladas en la Diada, en favor de un Estado propio.  


REGIMIENTO DE CABALLERÍA ALCÁNTARA, MÁS HÉROES ESPAÑOLES DESCONOCIDOS


George Patton, el almirante Nelson… son muchos los héroes y personajes ilustres que alberga la historia. Sin embargo, probablemente habría que pensar un poco más para poder enumerar alguno español, y es que, aunque los hay a cientos, parece más sencillo fijarse en los extranjeros. Pero, aún con todo, existen, y un ejemplo de ello es el Regimiento Alcántara 14 de caballería, una unidad española que, durante la gran matanza de Annual, cubrió la retirada de sus compañeros a costa de la muerte de casi todos sus integrantes

Cadáveres de caballeros y caballos días después de los combates
Para hallar la heroica actuación del Alcántara es necesario retroceder en la historia hasta uno de los episodios más trágicos para nuestro país: la Guerra del Rif. Esta se inició aproximadamente en 1912 cuando se cedieron oficialmente a España unos 20 000 km cuadrados de territorio Marroquí cerca de Melilla. En ese momento comenzó la discordia, pues las tribus rifeñas se levantaron contra los españoles en una guerra que vería su final muchos años después.

El levantamiento rifeño
El episodio que llevó a los jinetes del Alcántara a morir se desarrolló a partir de 1920. Ese año, el comandante general de Melilla, Manuel Fernández Silvestre, avanzó por el territorio rifeño con la intención de llegar a la ciudad de Alhucemas. En el trayecto, pretendía someter a los rebeldes haciendo uso de la política de mano dura. Pero el plan no salió como se esperaba y comenzaron las dificultades, favorecidas entre otras cosas por el precario equipamiento de los soldados españoles y una mala política de blocaos (pequeñas fortificaciones a las que era muy dificultoso suministrar agua).

El calvario había comenzado, los rifeños, liderados por Abd el-Krim, tomaron las posiciones españolas de Abarrán (donde pasaron a todos los españoles por la espada) como preludio a la masacre que se avecinaba. Por otro lado, el comandante Julio Benítez tomó el territorio de Igueriben en un intento de seguir avanzando sobre el Rif, pero ya era tarde, sus tropas quedaron cercadas. Ante el asedio, Silvestre salió de Melilla con todos los efectivos posibles en su ayuda. Sin embargo, Benítez no logró resistir y su posición cayó. La suerte estaba echada.

Las noticias no eran halagüeñas, tras el desmoronamiento de Benítez 18.000 rifeños cercaron el campamento de Silvestre en el territorio marroquí de Annual. Además, la moral de los 5.000 españoles atrincherados en el lugar no podía ser más baja y los soldados se dejaron llevar por el pánico. Esto obligó al oficial a tomar la decisión de que sus hombres abandonasen el campamento y huyeran hasta Melilla. Entre gritos de pánico y miedo, los soldados españoles iniciaron una retirada caótica el 22 de julio de 1921 que sin duda habría costado la vida a muchos militares de no ser por la ayuda de los héroes del Alcántara.

Primeras cargas del Alcántara
Cuadro de las cargas del Regimiento Alcántara
Los soldados se retiraron de forma desorganizada y corrían el riesgo de ser aniquilados. El Regimiento Alcántara entró entonces en escena cuando se le ordenó cubrir la retirada del ejército español. Así, los casi 700 jinetes tomaron parte en la contienda realizando múltiples cargas para proteger a sus compañeros. Juan Luis Sanz y Calabria, coronel jefe del Regimiento de Caballería Acorazada «Alcántara» nº 10 (la misma unidad que protagonizó los heroicos hechos hace casi 100 años), explica que, para los jinetes, todo comenzó «un caluroso julio de 1921». Según el coronel, el día 22 la unidad «salió muy de mañana a acompañar y proteger un destacamento que iba a ocupar una posición que impedía que se cortara el paso de Izumar», un desfiladero en territorio del Rif.

«Mientras se ejecutaba la protección, se ordenó la evacuación de la posición de Annual con más de 5000 hombres y el General 2º Jefe mandó que el Regimiento cubriera la retirada» explica Sanz y Calabria. «Antes de que diera tiempo a llegar a Izumar, se encontraron con una avalancha que huía en tropel y completo desorden y que eran tiroteados desde las alturas».

Según el coronel, en ese momento los jinetes tomaron la decisión de proteger a sus compañeros a toda costa. «El Teniente Coronel Primo de Rivera, jefe accidental del ‘Alcántara’, vio como el enemigo trataba de cortar el paso a los que huían, por lo que reunió a sus Oficiales y les dijo que era el momento de sacrificarse por la Patria. A partir de ese momento comenzó la actuación heroica del Regimiento» determina Sanz y Calabria.

«Primero se calmó a los que huían y se puso algo de orden obligándoles a marchar entre la formación del Regimiento, sin rebasarla, para protegerles del fuego que recibían desde las cotas inmediatas. El ‘Alcántara’ comenzó a enviar pequeñas partidas a ocupar las alturas y desalojar al enemigo, que evitaba la confrontación directa. Una vez pasó la columna de Annual, se continuó haciendo fuego sobre el enemigo y acabando con él en su totalidad hasta la llegada a Ben Tieb, donde dejaron a los soldados heridos de la columna de Annual que habían transportado en la grupa de los caballos», afirma el coronel.

23 de julio, el día interminable
Según Sanz y Calabria, el 23 fue el día más duro para la unidad. «Se ordenó al Regimiento que se dirigiera a cubrir a las tropas de Ababda, Ain Kert, Azib de Midar, Cheif, Karra Midar y Tafersit» afirma el coronel. En ese momento, los jinetes se dividieron en secciones para poder cubrir un mayor terreno y participar en todas las retiradas posibles de las diferentes «columnas» de soldados españoles que huían. 700 caballeros tuvieron así que dar protección a más de 5.000 de sus compañeros hasta llegar a la ciudad segura de Drius.

El 80% de los jinetes del Alcántara murió y un 12% más fue capturado
Una de las primeras de estas columnas que entró en combate fue la de Cheif, la cual fue duramente atacada. Los jinetes del Alcántara encargados de su protección no lo dudaron y cabalgaron en su ayuda. «El Teniente Coronel Primo de Rivera salió con los Escuadrones al galope haciendo varias cargas, llegando al cuerpo a cuerpo y persiguiendo con fuego al enemigo para aniquilarlo o dispersarlo» explica el coronel. Sin embargo, aunque los soldados que huían se consiguieron salvar, la unidad sufrió muchas pérdidas. «La columna de Cheif llego a Drius y los escuadrones del ‘Alcántara’ también, pero con más de 70 heridos y muertos. Eran las 11 de la mañana» explica Sanz y Calabria.
«Media hora después salió una Sección a proteger el repliegue de la posición de Karra Midar, y después de comer, ya sobre las doce del mediodía salieron todos los escuadrones para cubrir la retirada de Tafersit y Azib de Midar, que eran hostigadas con abundante fuego de fusilería. El Regimiento cargó contra ellos dispersándo y matando a algunos de ellos» sentencia el coronel.

La defensa del convoy
Sin embargo, los problemas se empezaron a amontonar, ya que algunas columnas de soldados y vehículos tuvieron que enfrentarse al duro terreno rifeño en su huída, lo que provocó que el Alcántara tuviera que acudir en su ayuda. « En el rio Igan se quedaron atascados algunos vehículos que fueron tiroteados por los rebeldes» explica el coronel. Por ello, se ordenó a los jinetes proteger el camino de este convoy tras todas las cargas que ya habían realizado. «Era la una y media cuando el Alcántara montó de nuevo y partió» explica Sanz y Calabria.

Tras férreos combates, los jinetes llegaron con dificultades hasta el río, donde los vehículos (la mayoría ambulancias) habían sido destrozados y sus conductores asesinados. Tras conocer el destino de sus compañeros, los jinetes del Alcántara volvieron a protagonizar una nueva carga como venganza. Cada vez aumentaba más el número de bajas.

Sin embargo, tras esta victoria, la desesperación volvería a sacudir a los jinetes pues, mientras regresaban a Drius, vieron desde la lejanía como la ciudad estaba en llamas: los rifeños habían atacado y destruido aquello por lo que llevaban dos días luchando, la seguridad de los soldados españoles que se retiraban. Pero, a pesar de todo, su cometido aún no había tocado a su fin, pues una última columna de supervivientes de la ciudad asediada requería su protección hasta llegar a la zona de Monte Arruit.

La última carga del Alcántara
Nuevamente el objetivo estaba claro, el problema surgió cuando los rifeños tomaron posiciones al otro lado del río Igan, lugar desde el cual atacaron la columna de soldados españoles. Finalmente, el regimiento de caballeros recibió la que sería la última orden de carga de ese día: era necesario cruzar el agua y acabar con los rebeldes para salvar la vida de los que se retiraban.

«El Teniente Coronel Primo de Rivera sabía que esos puntos serían imposibles de franquear por la columna en el estado en el que estaba, y, ya bajo intenso fuego, ordenó el ataque a los rebeldes» explica el coronel. Así, y con una fuerza muy inferior en número a los marroquíes, los jinetes del Alcántara se lanzaron contra sus líneas. Sabían que probablemente morirían, pero eso no les detuvo.

Al llegar al cuerpo a cuerpo, y ante la imposibilidad de usar sus Carabinas Mauser por falta de espacio, los jinetes se decidieron a combatir con su espada-sable «Puerto Seguro». La lucha fue sangrienta e, incluso, los miembros del Alcántara se vieron obligados en alguna ocasión a retirarse y reagruparse, pero sólo fue para cargar nuevamente contra el enemigo con mucho más ímpetu. Finalmente, no sólo lograron entretener a los rifeños, sino que les vencieron y les obligaron a huir.

Eso sí, al final el combate la imagen era dantesca, de los casi 700 integrantes del Alcántara, el 80% habían caído y otro 12% más había sido capturado. Pero, no hay que olvidar que menos de mil jinetes consiguieron poner en jaque a todo un ejército enemigo.

Una condecoración «debida»
Tras 91 años, el Alcántara ha sido condecorado por su hazaña.
Este innombrable acto de heroicidad provocó que la unidad fuera propuesta para la «Cruz Laureada de San Fernando» (en su categoría colectiva), la más preciada condecoración militar española. Pero, aunque esta petición se realizó en 1929, el proceso se detuvo por razones desconocidas hasta hace pocos años. Al final, después de 91 años, la unidad recibirá este reconocimiento de manos de Su Majestad el Rey el próximo 24 de septiembre. De esta forma, la bandera del Regimiento de Caballería Acorazado «Alcántara« nº 10 lucirá para siempre una corbata roja indicando que sus integrantes se sacrificaron en su día no sólo por España, sino por sus amigos y compañeros.

Miembros del Regimiento Alcántara que dejaron su vida en Marruecos en defensa de sus compatriotas

¿Cuántos soldados del «Alcántara» fallecieron en Annual ?
El 22 de Julio de 1921, el Regimiento tenía personal en distintos puestos. Unos estaban agregados a distintos cuerpos, otros en Melilla en destinos varios, otros en los fuertes de Cabrerizas y Rostrogordo (Melilla) y algunos más en hospitales o con licencia por enfermedad. Los que quedaban eran los que estaban ‘en el campo’, que era el grueso del Regimiento y que en la fecha dada eran 691, desde el Coronel al último soldado. Al acabar la retirada de Annual, incluyendo los sucesos de Zeluán, Zoco el Telatza y Monte Arruit, faltaron, entre muertos, heridos y prisioneros los siguientes: De 4 Jefes, 3 muertos y 1 herido. De 30 Oficiales, 21 muertos, 4 heridos y 4 prisioneros De 6 Suboficiales, 5 muertos, y 1 prisionero De 20 Sargentos, 18 heridos y 1 prisionero. De 14 herradores, 11 muertos y 2 prisioneros De 63 Cabos, 53 muertos y 6 prisioneros De 13 Trompetas, 13 muertos De 17 Soldados de 1ª, 14 muertos y 2 heridos De 524 Soldados de 2ª, 403 muertos y 53 prisioneros. En definitiva, de 691 efectivos del Regimiento, 541 muertos, 7 heridos y 67 prisioneros.

¿Por qué cargaron aún sabiendo que morirían?
Se consiguió que mandos y tropas formaran una entidad única, lo que debe ser una Unidad. Esa entidad estaba animada por unos valores e ideales que se vivían. Los escuadrones estaban permanentemente destacados, con sus mandos, en los que tenían confianza ciega, y sus Oficiales y Suboficiales querían y respetaban a su tropa. Su instrucción era excelente y su moral altísima. Así, con esos parámetros, es fácil entender que asuman que la vida militar puede llevar a la muerte, y que si viene no se le puede dar la espalda.


PARACUELLOS, LOS ASESINATOS COMUNISTAS QUE OCULTA LA MEMORIA HISTÓRICA


El 6 de noviembre de 1936, en Madrid no hay nadie con dos dedos de frente que no tenga miedo. Los que tienen tres, sienten pánico. Quienes tienen simpatías por el general Franco temen que en cualquier momento suene una llamada a la puerta de su casa y una patrulla de milicianos les detenga y se los lleve con destino desconocido, una cárcel o una cuneta; quienes están con el gobierno republicano esperan aterrados la llegada de una tropa formada por moros regulares y legionarios que avanza por la carretera de Extremadura y la de La Coruña.

La gran masa de madrileños que no tiene significación política le tiene miedo a cualquier arbitrariedad. Saben de los «besugos», que es como llaman los niños del barrio de Prosperidad, como Mila Ramos, a los cadáveres que se encuentran por las mañanas en los descampados, por sus ojos desorbitados. Y saben de las matanzas que se cuentan que han cometido los que vienen. Se sabe que en Badajoz Juan Yagüe ha fusilado a miles, que en Almendralejo…

Reparto de papeles
El gobierno se ha ido. Francisco Largo Caballero y casi todos sus ministros, en coche. Indalecio Prieto, en avión. El general Miaja está intentando formar, contra reloj, una Junta de Defensa con representantes de todos los partidos y sindicatos que defienden a la República. Mientras organiza la defensa de la ciudad, negocia con los políticos el reparto de los cargos.

Cuando se consigue llegar a un acuerdo, hay cuatro jóvenes de apenas veinte años que ostentan una autoridad desmesurada para su edad. Amor Nuño Pérez y Enrique García Pérez, que pertenecen a la CNT, reciben la responsabilidad de Armamento. Santiago Carrillo Solares y José Cazorla se hacen cargo del área de Orden Público como representantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas) y ambos han entrado hoy mismo en las filas del Partido Comunista de España (PCE), aunque eso aún no se sabe.

Una vez constituida la Junta de Defensa, hay una reunión a la que no acuden más que estos cuatro imberbes. Sobre la mesa, una propuesta de los nuevos comunistas: un acuerdo con los anarquistas para resolver un problema acuciante, el de los presos «fascistas» que pueden ser liberados por las fuerzas de Franco, si llegan a tomar Madrid, y que formarían un gran contingente de oficiales y combatientes que reforzarían a las tropas atacantes.

Sobre el problema hay consenso entre todos los defensores: hay que sacar a los presos de las cárceles y llevarlos a lugar seguro en la retaguardia, en Alcalá o en Chinchilla. Pero los comunistas ven la solución de otra manera. Dos agentes del NKVD, Victor Orlov y el falso periodista Mijail Koltsov, han convencido al máximo dirigente del PCE que ha permanecido en Madrid, Pedro Checa, para que se liquide a los presos más peligrosos en lugar de trasladarlos. La fórmula está calcada de las instrucciones de la policía estalinista para asesinar a prisioneros zaristas durante la guerra civil que siguió a la Revolución. Orlov nombra a una persona de su confianza, Grigulevich, como asesor de Carrillo. Disfraza su nombre con el de Ocampo.

Los comunistas de la JSU, siguiendo las consignas de su partido, proponen a los anarquistas hacerse cargo del asunto, dividiendo a los presos en tres categorías: los peligrosos, que deben ser ejecutados de inmediato «salvando la responsabilidad» de quienes lo hagan; los menos peligrosos, que deben ser conducidos a cárceles en la retaguardia, y los inocentes, que deben ser liberados y utilizados para dar una imagen internacional de humanidad.

¿Cómo hacerlo? Es bastante sencillo: desde esa noche, todo el poder policial está en manos de las JSU. Y las milicias anarquistas son las que controlan los accesos a Madrid a través de las llamadas «milicias de Etapas». El director general de Seguridad, otro joven comunista llamado Segundo Serrano Poncela, tiene las listas de los presos. En sus oficinas se les distribuye por categorías. Y milicianos comunistas se dirigen a las cárceles con los listados en la mano para sacarlos.

No hay tiempo que perder: de madrugada llega a la cárcel de Porlier un convoy formado por coches balillas ocupados por milicianos y varios autobuses verdes de dos pisos propiedad de la compañía de Tranvías de Madrid. Al frente de la comitiva va el policía Andrés Urrésola, con los papeles que llevan el sello de la DGS y la firma de Serrano Poncela, que le autorizan a realizar la saca de presos.

Sin obstáculos burocráticos
No hay obstáculos burocráticos, todo funciona bien. Las puertas de las celdas atestadas suenan con ecos metálicos y un carcelero comienza a leer los nombres de decenas de presos, que se han despertado del inquieto sueño a golpes de cerrojo y gritos destemplados. Uno a uno se van levantando, con la mansedumbre del que está entregado a un destino sobre el que su voluntad no tiene jurisdicción. Muchos ni siquiera saben de qué se les acusa para haber acabado en la prisión; otros tienen más datos, porque han pasado por las chekas y han sido interrogados con violencia. Según van saliendo, los milicianos les atan las manos a la espalda con alambre y les conducen a los autobuses verdes sin dar más explicaciones.

Manuel R. Ferro, que tiene veintiún años, los mismos que los miembros de la cúpula que ha preparado su viaje, sube mansamente al autobús, pero una voz le detiene:

-Manolo, ¿qué haces aquí? -la voz es de un conocido suyo, que va vestido como los demás milicianos y Manolo sabe que es comunista-.

-No lo sé.

-Pues anda, vente conmigo.

A Manuel le saca del autobús su amigo, que le desata y le urge a que se vaya a su casa sin mirar atrás. Está aturdido, porque no entiende nada. Pero la alegría le da alas para volver a su domicilio, en la calle de Serrano a pocos cientos de metros de la cárcel. Los demás, que son muchas decenas, le ven marchar con envidia.

Los autobuses arrancan en dirección a la carretera de Valencia, que está cortada por el enemigo, pero en Torrejón de Ardoz se desvían de la ruta y van hasta los alrededores de Paracuellos de Jarama. Los presos son sacados de los autobuses y colocados en fila. Los milicianos de Vigilancia de la Retaguardia que les han escoltado les van fusilando por tandas. Los que esperan ven caer a sus compañeros y saben por fin adónde les conducían.

Los disparos llaman la atención de un vecino de Paracuellos, Ricardo Aresté, que puede ver cómo se desarrolla la matanza. Dentro de unas horas, tendrá que cavar fosas, con otros muchos vecinos del pueblo, para enterrar a los asesinados. Ese mismo día llegan tres expediciones más con presos de la cárcel Modelo y la de Ventas. Durante un mes, esa actividad macabra no se detendrá.

Salvar la responsabilidad
Culpable de miles de muertes de las que nunca se arrepintió
Un día después, el ocho de noviembre, se reúne el Comité Nacional de la CNT. Amor Nuño presenta un informe detallado de la máquina que se ha puesto en marcha. Nuño informa con claridad a sus compañeros del acuerdo que ha permitido ir matando a cientos de fascistas: lo decidió él con la «cúpula» de las JSU en la Junta de Defensa de Madrid. Esa cúpula la formaban Santiago Carrillo y José Cazorla. Pero no hay constancia en el acuerdo de quién lo cerró. No está la firma ni de Cazorla ni la de Carrillo.

«Ejecución inmediata, salvando la responsabilidad». Fuera quien fuera de los dos, siguió con astucia la segunda parte, la de salvar la responsabilidad. Durante un mes se llevaron a cabo veintitrés sacas más. Un total aproximado de dos mil cuatrocientos hombres fueron asesinados por el mismo procedimiento en Paracuellos y sus alrededores. Las matanzas comenzaron a ser conocidas por el cuerpo diplomático, que intentó pararlas sin mucho éxito. También por el general Miaja. Y, desde luego, por el ministro de Justicia, un expistolero de la FAI llamado Juan García Oliver. La cúpula de las Juventudes Socialistas Unificadas en la Junta de Defensa de Madrid estuvo al corriente durante todo el periodo. Sólo la persistente acción del anarquista Melchor Rodríguez, que fue expulsado de su cargo de director general de Prisiones, consiguió, una vez recuperado el puesto a principios de diciembre, que la matanza planificada se detuviera.



sábado, 22 de septiembre de 2012

MENTIRAS CATALANAS. MAS Y CATALUÑA RECIBEN MAS QUE MADRID


La actual deriva independentista planteada por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, parte en origen de una reclamación meramente financiera: el denominado Pacto Fiscal. Una especie de concierto económico, similar al de País Vasco o Navarra, por el que Cataluña gozaría de potestad plena para recaudar y gestionar todos los impuestos que se generan en su región. De este modo, los nacionalistas pretenden que los contribuyentes catalanes aporten menos dinero al resto del país, reduciendo así el déficit de su balanza fiscal -la diferencia entre lo que aportan al Estado vía impuestos y lo que perciben a través del sistema de financiación autonómica-.
La negativa de Rajoy a aprobar dicho Pacto Fiscal ha disparado la amenaza de secesión por parte de los nacionalistas catalanes, al tiempo que el Gobierno se muestra favorable a reformar el sistema de financiación autonómica vigente. Sin embargo, los datos que obran en poder de Hacienda desmontan el discurso victimista de Mas, ya que el actual modelo no maltrata especialmente a Cataluña. De hecho, sale sustancialmente beneficiada en comparación con otras regiones ricas aportadoras netas de recursos, como es el caso de Madrid.

Madrid, la que menos dinero recibe...

Así, de los 66.000 millones de euros que se recaudaron en Madrid en concepto de IRPF, IVA e Impuestos Especiales en el ejercicio 2011, la comunidad tan sólo percibió 11.474 millones mediante transferencias estatales, es decir, apenas el 17,6% de todo lo recaudado. Por el contrario. Cataluña recaudó 27.000 millones de euros y recibió casi 15.800, el 60% del total, según datos oficiales de Hacienda. En términos relativos, esto significa que la Generalidad recibió en el reparto autonómico casi cuatro veces más que el Gobierno madrileño -60% frente al 17% recaudado-.
En términos absolutos, Cataluña ingresó 4.300 millones de euros más que Madrid, pese a que particulares y empresas madrileñas aportaron a las arcas públicas 2,4 veces más que los catalanes -en Madrid se recaudó un 144% más que en Cataluña-. Así pues, la auténtica maltratada por el sistema es Madrid, no Cataluña. Es la que más aporta y la que menos recibe, tal y como se detalla en el siguiente cuadro.
Fuente: Datos de recaudación de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Ingresos del sistema de financiación del Ministerio de Hacienda y AAPP.
Asimismo, Madrid es la región que menos dinero per cápita ingresa del sistema de financiación. En concreto, 1.768 euros, frente a los 2.609 de un cántabro, los 2.534 de un riojano, los 2.289 de un gallego o los 2.092 euros que percibe cada catatán. Un madrileño recibe casi 200 euros menos que la media nacional, fijada en 1.967 euros.

...Y la que más aporta

Igualmente reseñable es el hecho de que Madrid es la región más solidaria de España. Según el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, la Comunidad de Madrid es la que más aporta al Fondo de Garantía regional, destinado a financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales de otras regiones menos ricas.
El próximo año destinará cerca de 2.500 millones de euros, el 73% del total del Fondo, muy por encima de lo que aportará Cataluña (21%), Baleares (5,49%) y Cantabria (0,48%). Es decir, unas 3,5 veces más que Cataluña. Y eso, sin contar que en los últimos dos años su aportación a este fondo ha crecido en 10 puntos.
Dicho de otro modo, cada madrileño pagará 384,62 euros para sufragar los servicios públicos en otras regiones, frente a los 168,48 euros que destinan en Baleares, los 95,28 euros de los catalanes y los 48 céntimos de los cántabros. En términos de PIB, los madrileños transfieren el 1,32% de su PIB de ingresos al Fondo de Garantía, el doble de lo que destinan los baleares (0,7%) y casi cuatro veces más que los catalanes (0,36%).

La más discriminada

Por último, pese a todo lo anterior, Madrid recibirá aún menos dinero del sistema el próximo año. Hoy por hoy, si se mantienen las estimaciones iniciales del reparto regional elaboradas por el Gobierno central para 2013, será la región que más verá decrecer las transferencias estatales tras Baleares: casi 1.000 millones de euros menos (una caída del 8% interanual).
Por el contrario, el resto de CCAA verán incrementado sus ingresos con respecto a 2012: Andalucía obtendrá 469,5 millones más que en 2012; Galicia 114,19 millones; Canarias recibirá 149,71 millones más; Castilla-La Mancha 55,15 millones... Y Cataluña 16,18 millones más. 
Mientras que el conjunto de las CCAA recibirá de media unos ingresos equivalentes al 8,84% del PIB regional en 2013, Madrid apenas ingresará el 6,06% de su PIB, casi 1,8 puntos menos que Cataluña (7,88%) y casi 5 puntos menos que Andalucía (10,98%).

EL DESASTRE EDUCATIVO ESPAÑOL


Ignacio Camacho en ABC el 22.09.12, escribe un acertado reflejo del desastre educativo español y sus escasas posibilidades de mejorar pese al incesante incremento del dinero destinado al sector.

Siete reformas educativas en democracia permiten pronosticarle a la última recién anunciada una vida tan larga o tan corta como el tiempo que permanezca el PP en el Gobierno; si hay un poder al que la izquierda no renuncia es al de la ingeniería pedagógica. La enseñanza en España es una tortura para el alumno, una pesadilla para el profesor y un quebradero de cabeza para las familias, donde son raros los hermanos que pueden seguir un mismo plan de estudios. Difícilmente cambiará esta dinámica en un país tan aficionado a introducir la ideología en las aulas; el mayor éxito que podría alcanzar el proyecto de Wert será el de sobrevivirle como ministro.

El fracaso de la LOGSE y su didáctica de la banalidad lo miden los informes internacionales de rendimiento escolar. En diez años se ha duplicado la inversión pública en educación -de 27.000 a 53.000 millones de euros- con un empeoramiento relativo de los resultados, sobre todo en matemáticas, comprensión lectora y empleabilidad; nuestra escuela forma mal en destrezas instrumentales. La mejora de esas endebles ratios debería suponer para cualquier gobernante un imperativo de responsabilidad política; sin embargo, es poco probable que Wert vaya a gozar no ya de respaldo sino de cierta comprensión hacia su designio reformista. A las reticencias que provoca su personalidad intelectualmente retadora se une el malestar de un sector docente que desde 2010 viene sufriendo recortes en salarios, empleo y calidad de vida. El principio central de la nueva ley consiste en mejorar la calidad de los contenidos para compensar la falta de dinero. Poca ayuda puede esperar por razonables que sean sus intenciones. Que lo son al menos en la medida en que tratan de implementar sobre conocimientos esenciales una mayor carga lectiva.

Sucede que en la arquitectura jurídica española, el desarrollo constitucional elaborado en su mayoría bajo inspiración socialdemócrata durante la etapa felipista, la izquierda ha consolidado un statu quo hegemónico que vuelve sospechosa cualquier alternativa. El centro derecha apenas si ha tenido oportunidades de implantar su modelo, calificado siempre de reaccionario e involucionista. Las pocas intentonas estructurales de Aznar fueron acusadas de autoritarias y liquidadas de inmediato por el zapaterismo. Así que no cabe esperar para esta reforma escolar mucha más estabilidad que la que pueda proporcionarle el Gobierno que la ampara. A lo largo de tres décadas, el socialismo ha desguazado hasta sus propias leyes educativas en una espiral de trivialidad devastadora. Mientras más recursos invertidos y más colegios levantados, más hueca ha sido la enseñanza impartida. El problema de Wert consiste en dotar ahora al sistema de mayor racionalidad en un momento en que la crisis obliga a disminuir el gasto, estrechar las becas, retirar profesores y cargar a los niños con fiambreras.

lunes, 17 de septiembre de 2012

LAS CIFRAS QUE CATALUÑA DESCONOCE O NO QUIERE CONOCER


Interesante información en el suplemento Crónica de El Mundo del domingo 16 de septiembre de 2012

SU DEUDA REAL

Los independentistas optimistas se aferran a que el único compromiso económico que tiene la república independiente de su casa son los 43.954 millones de euros de deuda autonómica, que representa el 29,1% del total de la deuda acumulada en el conjunto de las comunidades. Pero no sólo este lastre acarrearía el estado Cataluña. No, no, no. De producirse la liberación, aunque sus grandes gurús lo quieran negar u olvidar, una buena parte de la deuda externa española absoluta, que alcanza el billón [sí, un millón de millones], le correspondería a Cataluña.

PRECEDENTES

El más similar es el de Eslovaquia que, en 1993, cuando se segregó, cargó con el 20% de los adeudos de la antigua Checoslovaquia. El porcentaje, en el caso de la tierra de Artur Mas, se mediría en una difícil ecuación que tendría en cuenta su PIB, el más alto de España, 197.919 millones de euros, 18% del total del país. Y su población, 7.565.603 habitantes, el 16%. Es decir, arrastraría un probable pasivo de entre 160.000 y 180.000 millones. Que la deuda sea menor dependería de España, que podría renunciar a una parte, pero sería su voluntad [como Rusia, que asumió la deuda completa motu proprio de la ex URSS].

BONO BASURA.

Con este monto negativo en su cuenta de resultados y sin capacidad de endeudarse más, llegaría a la autodeterminación groggy, cuando hoy ya suplica por un rescate de 5.000 millones para pagar nóminas y demás. Además, le resultaría imposible financiarse con fondos de la Unión Europea, de la que -sin duda- no formaría parte. Para ingresar en la UE, Cataluña habría de conseguir que sus integrantes acepten que forme parte por unanimidad [el voto de España sería decisivo]. El proceso tardaría entre cinco años y una década. ¿Pedir créditos fuera de la tiranía continental? Los conseguiría a un interés inasumible. Su deuda ostenta el título de bono basura (BB) para Standard & Poor's, igual que Portugal. Los inversores vienen exigiendo un 14% para comprar deuda lusa a 10 años.

«RECONSTRUCCIÓN»

Cataluña se enfrentaría a la necesidad de poner en marcha instituciones como Hacienda propia, Seguridad Social (SS), Fuerzas Armadas -si cabe-, aumentar agentes de policía, montar ministerios... Según la Fundación Catdem, ligada a Convergència Democràtica, esto les costaría 40.000 millones más. Eso sin contar que las cotizaciones a la SS son deficitarias. Gastan 11.422 millones de euros e ingresan sólo 7.462 millones. El resto lo completan, actualmente, los opresores sureños.

MENOS RICOS. 

¿Su renta per capita de 28.200 euros -superior a Alemania y Suiza- se reduciría al nivel de Eslovenia, unos 21.000 euros? Eso calcula, Miguel Buesa, catedrático de Economía de la Complutense. ¿Por qué? Sus exportaciones menguarían por el más que posible boicot a sus productos en España, que actualmente consume el 60% de su producción [otro 20% lo suma la UE]... Por ende, si quieren ser independientes, que lo sean. Pero de verdad. Sin ayudas. Con sus deudas y su egoísmo. Con sus Mas que son menos. / 

Por MARTÍN MUCHA

MÁS DATOS: DEUDA A LA GRIEGA Y 136.000 EMPLEOS MENOS

Fuente ABC


Cataluña es un territorio próspero dentro de España y como parte de la UE. Fuera, no. Según el estudio elaborado por ABC a partir de estimaciones de diversos expertos y de datos recopilados de estadísticas oficiales -incluso de la controvertida «balanza fiscal» presentada en su momento por la propia Generalitat para justificar sus tesis-, con la secesión Cataluña pasaría a ser un país con un déficit público estructural disparado, la deuda pública rozaría los niveles que tiene Grecia en términos de PIB, y se destruirían 136.000 empleos por la pérdida de competitividad y fuga de empresas y de capitales.

Y todo esto, sin ponerse en el peor de los escenarios posibles. Con una caída del PIB de entre el 20 y el 25 por ciento, estimaciones que diversos expertos consultados coinciden en apuntar como nada exageradas, ABC ha calculado varios escenarios posibles -de menos a más desfavorables- y toma como referencia su promedio.

Riqueza: -50.000 millones de euros
Con una caída del PIB de entre el 20 y el 25 por ciento, la Cataluña independiente pasaría a generar una riqueza anual de 160.000 millones de euros, 50.000 menos que en la actualidad. La renta per cápita se desplomaría muy por debajo de la actual media de la Unión Europea, y todavía más por debajo de la media de la zona euro.

La caída del PIB vendría motivada por varios factores: pérdida de competitividad empresarial, porque sus productos y servicios se encarecerían al tener que pagar aranceles para cruzar sus fronteras al no pertenecer a la UE, que junto con el mercado español representa no menos del 80 por ciento de las ventas del tejido productivo catalán; habría un «efecto rechazo» en España frente a productos y marcas catalanes; habría una fuga de empresas para no verse perjudicadas, con la consiguiente pérdida de tejido productivo y de empleo... Solo por el sobrecoste de aranceles y trámites administrativos, algunos especialistas calculan que el precio de los productos exportados por Cataluña a España y al resto de Europa podría encarecerse en torno a un 15 por ciento.

Al empobrecimiento habría que imputarle también el coste de salirse del euro y tener que crear una nueva moneda cuya depreciación sería drástica. Eso supone, de forma adicional, un empobrecimiento rotundo de la economía general y del bolsillo de los ciudadanos. Y Cataluña tendría que seguir pagando sus deudas en euros.

Ingresos: -17.300 millones de euros
La caída del PIB provoca un recorte paralelo de la recaudación por impuestos y cotizaciones. Entre lo que la Generalitat calcula que ingresa por impuestos que tiene cedidos y lo que sus estudios dicen que recauda el Estado en Cataluña, la capacidad actual de recaudación ronda los 77.000 millones de euros. Una cuarta parte menos supondría perder 17.300 millones de euros al año. La «caja» de una Cataluña independiente pasaría a tener una recaudación de menos de 60.000 millones de euros.

Gastos: 82.000 millones de euros
Entre lo que la Generalitat gasta ya para sostener su sector público autonómico y lo que el propio Gobierno catalán dice que costea el Estado en infraestructuras y servicios que presta en Cataluña -infravalorado según diversos expertos-, si fuera un país independiente tendría que soportar un gasto público de unos 77.000 millones de euros. Pero debería asumir gastos nuevos, que el estudio de balanzas fiscales de la Generalitat obvió. Entre ellos, uno tan grueso como el de crear su ejército, dotarlo de armamento, formar sus servicios de inteligencia...

La media de gasto en Defensa del conjunto de los países de la OTAN ronda el 3 por ciento del PIB; en Francia viene a estar en el entorno del 2 por ciento; justo antes de la crisis, el Reino Unido dedicó el 2,4 por ciento, por citar unos ejemplos. Y se trata de países con una estructura defensiva ya creada. Cataluña tendría que hacer frente a un gasto anual no inferior a los 4.000 millones de euros. Y todo esto sin formar parte de la OTAN. Al menos durante mucho tiempo, una Cataluña independiente también tendría muy difícil su ingreso en la Alianza Atlántica.

Además, debería crear también su red de embajadas y consulados, componer su cuerpo diplomático y sus servicios de política exterior -nada que ver con su actual red de delegaciones en el extranjero, por costosa que ya esté siendo-. A tenor de lo que España dedica a este apartado, el sobrecoste para Cataluña rondaría los 400 millones de euros al año. Y no podría prescindir de ello: la política exterior sería crucial para un país recién creado que necesita tejer relaciones y no verse relegado en el concierto internacional.

En su conjunto, los gastos a los que tendría que hacer frente un hipotético «Estado catalán» rondarían los 82.000 millones de euros.

En números rojos: -20.000 millones al año
De forma estructural, los números rojos de la Cataluña independiente rondarían los 20.000 millones de euros al año. Y para enjugarlos debería recurrir al endeudamiento, a pedir dinero prestado en los mercados financieros internacionales. ¿Tendría abierto el «grifo»? Lo más probable es que lo tuviera complicado, y a precios altos, lo que supone otro sobrecoste.

Para que el déficit no se disparara por encima del 5 por ciento, Cataluña tendría que colocar deuda pública por más de 10.000 millones de euros al año durante largo tiempo. Déficit y deuda pública constituirían un crítica espiral de muy largo recorrido.

Deuda pública: 250.000 millones de euros
En el horizonte de los diez primeros años desde la independencia, Cataluña, por tanto, viviría una escalada de deuda pública acelerada. Y hay que tener en cuenta que habría echado a andar, en el minuto cero, con una tremenda mochila de endeudamiento. De entrada, los 43.954 millones de euros que ya debe su sector público autonómico en estos momentos. Pero, además, habría que imputarle la porción que le toque de la deuda de España, la del sector público del Estado del que se separa.

Se calcule en proporción al PIB actual de Cataluña o a su número de habitantes, el promedio le saldría por tener que acarrear con 100.000 millones de deuda. ¿Podría negarse? Sí, pero empezarían con muy mal pie de cara a los mercados financieros internacionales. Su credibilidad como pagadores responsables caería por los suelos, y con esa tarjeta de presentación es difícil llamar a la puerta para pedir dinero prestado. Renunciar a asumir esa parte de la deuda sería como pedirle a un banco que se quede con nuestra hipoteca y nosotros quedarnos con el piso. Y, en este caso, el banco no solo sería España, sino el resto de la UE, por una elemental cuestión de asociación económica.

Con una «renta nacional» recortada, un endeudamiento público de 250.000 millones de euros situaría la deuda de Cataluña en más del 150 por ciento de su PIB. Muy por encima de la tasa con la que cerraron el año pasado Portugal o Irlanda, y próxima a la que acumuló Grecia al acabar 2011, que fue del 165 por ciento.

Fuga de emprsas: -1.300
En Cataluña hay actualmente unas 28.500 empresas. De ellas, 5.300 tienen más de 50 trabajadores, 1.100 de las cuales cuentan con plantillas de más de 200 empleados. Entre las 5.300 medianas y grandes empresas catalanas suman casi 550.000 empleados.

En caso de independencia, la fuga de empresas y de capitales sería abultada. El dinero buscaría refugio fuera para evitar su depreciación y la incertidumbre; y un buen número de empresas, que dependen de lo que venden fuera de Cataluña, se marcharían para seguir estando al calor de la economía del euro, no perder competitividad y esquivar riesgos. ¿Cuántas optarían por marcharse? Es una incógnita, pero hay un dato de referencia. En los años en los que en el País Vasco se promocionaba el soberanista «Plan Ibarretxe», el catedrático Mikel Buesa hizo una encuesta al respecto entre las medianas y grandes empresas vascas: la cuarta parte de ellas manifestaron su intención de irse del País Vasco si se escindiera de España.

Trasladando esa tasa de referencia a Cataluña, su independencia podría suponer la pérdida de 1.300 empresas y unos 136.000 puestos de trabajo directamente ligados a ellas.

A muy largo plazo: Décadas para remontar
Todo este escenario es el calculado para los diez primeros años desde una hipotética independencia. Lo que ocurriera a partir de ahí es difícil preverlo. Los expertos consultados por ABC coinciden en que la primera década sería de un empobrecimiento económico brutal. Cuando se tocara fondo, pasarían años para empezar a remontar. ¿Y hasta dónde lograría remontar Cataluña? Es otra incógnita. Es un horizonte de décadas, de toda una generación.


sábado, 15 de septiembre de 2012

LAS MENTIRAS DE LOS PEAJES CATALANES


Las autopistas y autovías de pago catalanas son las más subvencionadas por el Estado y las que más aportaciones reciben por parte de los presupuestos de la Administración central. La ministra de Fomento, Ana Pastor, aprovechó el pasado martes una interpelación de CIU en el Senado sobre la política de peajes del Gobierno para desmontar con datos lo que ha sido, desde hace años, una queja y una reivindicación constante por parte de la Generalitat y de los propios ciudadanos catalanes. 

Cataluña se llevó el año pasado el 53% de la partida de subvenciones y descuentos de peajes habilitada por Fomento para evitar o rebajar el pago que deberían hacer los usuarios. En total, 71,1 millones de euros.

Pastor contestó así a la senadora de CIU Montserrat Candini, que en su interpelación al Gobierno señaló que “la discriminación de Cataluña" en esta materia "es incuestionable”. Cataluña, argumentó, aglutina el mayor número de kilómetros de la red estatal de autopistas de peaje, 463 kilómetros, y solo tiene un 5% de las autovías gratuitas de titularidad estatal. “Para entrar o salir de Barcelona y de las ciudades de su área metropolitana lo normal es tener que pagar peaje, por no existir vías alternativas de gran capacidad que permitan evitarlo. Lo mismo ocurre para entrar o salir de Tarragona o de Girona, incluso de Lleida”, explicó la senadora. “Esta realidad no se dan en otros territorios de España”.

La ministra no negó estos datos, pero sí arrojó luz sobre la situación de los 2.523 kilómetros que componen toda la red estatal de autopistas y de la financiación de la misma por parte de Fomento. Así, explicó, por ejemplo, que las principales autovías de peaje que unen las diferentes capitales catalanas se impulsaron en los años 60 y 70, cuando “no había otro tipo de vías de alta capacidad” y añadió que, en relación a la población, es La Rioja y no Cataluña la comunidad que más kilómetros de pago tiene. Le siguen Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y Léon, Aragón y Comunidad Valenciana.

Además, Pastor destacó que a los 463 kilómetros de pago de la red estatal se unen otros 169 kilómetros de autopistas de peaje que dependen de la Generalitat de Cataluña. Eso significa que el 27% de las autopistas de peaje que hay en Cataluña son de la Generalitat, explicó. “De la red autonómica de autopistas y autovías que gestiona la Generalitat , formada por 468 kilómetros, más de un tercio, el 35,8% de las autopistas de la Generalitat son de peaje”.

Pero lo más destacable de su intervención fue los datos que expuso sobre las subvenciones concedidas a Cataluña en materia de peajes, que superan, ampliamente, los otorgados a otras comunidades. Así, explicó que, en el 2011, el 53% de la partida presupuestaria de Fomento destinada a subvenciones y descuentos de peaje fue a parar a esta región. De los 134,3 millones de euros presupuestados, Cataluña recibió 71,1 millones, mientras Castilla y León obtuvo 15,4 millones y Galicia, 13,5 millones. Al considerar todo el tiempo que se han venido aplicando estos descuentos de peaje –explicó Pastor- el total del importe subvencionado (a Cataluña) es de 608,16 millones de euros, 399 a las concesionarias y 209 millones a la Generalitat. Aportaciones que hace el Estado para evitar el pago que deberían hacer los usuarios”.

Compensaciones a las autopistas

Pero las ayudas del Estado a las comunidades en lo que se refiere a autovías y autopistas de peaje no se queda solo ahí, pues, desde 1999, el Gobierno ha compensado, anualmente, a cada región las pérdidas ocasionadas por la aplicación del Real Decreto 6/1999, que estableció una rebaja de los peajes del 7% a cambio de ayudas públicas. Desde entonces, según los datos facilitados por la ministra, Fomento ha suscrito anualmente un convenio con la Generalitat por el que la Administración General del Estado ha asumido, en Cataluña, tanto la pérdida de ingresos de las autopistas que gestiona Fomento, como las pérdidas en las autopistas autonómicas catalanas.

Así, de los 1.098,17 millones de euros abonados en total por el Gobierno hasta el año 2011, casi la mitad, 534 millones, han ido directamente a CataluñaPastor aclaró, eso sí, que están pendientes de liquidar aún los ejercicios correspondientes a 2010 y 2011, “lo que suponen un total de 125 millones de euros”. 

Este real decreto fue derogado el pasado mes de julio dentro de las medidas urgentes de recorte y ahorro aprobadas por el Gobierno para contener el déficit y ha supuesto una subida media del 7,5% en los peajes de las autopistas estatales. Fomento dejó en manos de las empresas concesionarias la decisión de asumir o no ese nuevo margen, al que se ha sumado también la subida del IVA aplicada el pasado 1 de septiembre.