miércoles, 4 de septiembre de 2013

GIBRALTAR: CABLES SUBMARINOS Y ESPIONAJE INGLÉS

El lanzamiento de bloques de hormigón por parte de las autoridades de Gibraltar esconde un objetivo oculto: facilitar el tendido submarino de un cable telefónico hasta Inglaterra, lo que permitirá a la Roca independizarse de España en materia de telecomunicaciones. Un conducto que discurre por aguas españolas. El Gobierno español sostiene que una iniciativa tan agresiva, como es soltar en el mar, a la luz pública, grandes piezas de cemento con hierros, no persigue únicamente aumentar un espigón, o ‘espantar’ a los pescadores españoles. Si Gibraltar ha emprendido una ofensiva tan llamativa, es por un motivo mucho más importante: el cable submarino hasta la costa de Inglaterra.

Las 60.000 líneas de Zapatero

En 2006, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, España concedió a Gibraltar la conexión de 60.000 líneas telefónicas, que para prestar ese servicio atraviesan el municipio de La Línea de la Concepción (Cádiz), cuyo ayuntamiento recibe apenas un rendimiento de 4.000 euros anuales por el paso de los cables por su término municipal.

Ahora Gibraltar está trabajando en un proyecto para potenciar la capacidad de la colonia en comunicaciones telefónicas, que consiste en tender un cable submarino hasta Inglaterra, para lo cual necesita atravesar precisamente una zona donde faenan los pescadores españoles. El Gobierno está convencido de que Gibraltar persigue facilitar el tendido de este cable submarino, de 15.000 kilómetros, hasta el Reino Unido con el lanzamiento de los bloques de hormigón en aguas españolas.

Blindar los cables

Con el alargamiento del espigón gracias al lanzamiento de los bloques sólidos, no solamente se protege el trabajo concreto de instalar el cable en el fondo marino, sino que también, al causar con ello un daño irreparable a los recursos marinos, provocará la imposibilidad de que los pescadores españoles pesquen en esa zona, evitando así cualquier riesgo futuro de daño al cable submarino por las faenas de pesca. Es tal el interés de la colonia por ‘blindar’ los cables a través de los bloques de hormigón, que durante los días en que fueron arrojados al mar movilizó a la Royal Navy, presente durante los trabajos. Las unidades navales militares destinadas en Gibraltar no actuaban en aguas del Estrecho desde tiempos del Gobierno Zapatero.

Las dos lanchas de la marina británica de guarnición en Gibraltar, que cuentan con ametralladoras a bordo, escoltaron a los buques que lanzaron los bloques para que la Guardia Civil no pudiera actuar.

El Gobierno español ‘tumbará’ el proyecto

El objetivo de las autoridades del Peñón es la “drástica reducción, o completa eliminación, de la dependencia en comunicaciones con España, tema vital para el desarrollo económico y financiero de Gibraltar”. El Gobierno está dispuesto a ‘tumbar’ el proyecto de Gibraltar, de unir sus comunicaciones con el Reino Unido, porque la línea atraviesa aguas de jurisdicción española.

Características del cable submarino

El cable submarino, que está siendo instalado por un consorcio llamado Europe India Gateway (EIG), unirá Reino Unido con Libia pasando por Portugal, Marsella y Mónaco. Gibraltar se unió hace unos meses a este proyecto de banda ancha a través de la compañía Gibtelecom. Gibtelecom ha desembolsado un total de 30 millones de dólares y, según su presidente, proporcionará a Gibraltar una “transmisión de alta calidad y la capacidad para ayudar al futuro crecimiento en el tráfico de telecomunicaciones”.

El cable submarino tendrá una capacidad de 3,84 terabits a lo largo de la ruta por el Atlántico y Mediterráneo. La línea irá enterrada en su mayor parte, especialmente donde la profundidad del mar es de menos de 100 metros. Llegará a Gibraltar por el norte de La Roca y tendrá su centro de operaciones en una estación de alta tecnología situada en el sur.

Defender los intereses de los pescadores

El principal objetivo que se ha marcado el Gobierno, a propósito de la escalada de tensión en Gibraltar, es defender los intereses de los pescadores que faenan en las aguas que rodean el Peñón, según portavoces gubernamentales. El ministerio de Asuntos Exteriores ha denunciado ante la Fiscalía de Medio Ambiente, y notificado a la Comisión Europea, el lanzamiento de 70 bloques de hormigón en aguas españolas. Las primeras consecuencias de esta denuncia ya se han concretado, con la inmovilización de varios camiones cargados de grava, hormigón y material de construcción que esta semana pretendían cruzar la verja con dirección a Gibraltar.

En paralelo, el Ejecutivo trabaja también en una batería de medidas fiscales para hacer frente a las actitudes de Gibraltar, después de que el Peñón enviara a la Comisión Europea una denuncia por las largas colas que se han venido produciendo en la frontera.

Pero el tendido de ese cable submarino podría tener una segunda lectura con consecuencias y posibilidades desconocidas para el gran público, y que hacen referencia al espionaje que realiza Londres sobre las comunicaciones internacionales.

Las filtraciones del ex técnico de la CIA, Edward Snowden, a principios del verano pusieron de manifiesto cómo EEUU y Reino Unido se han dedicado a interceptar y almacenar de forma masiva comunicaciones y datos de telefonía móvil e internet de individuos y gobiernos, amigos o enemigos, de todo el planeta durante los últimos años. Alemania, Turquía, México o Brasil han exigido públicamente explicaciones a unos o a otros a lo largo de estos meses a medida que los medios han ido publicando nuevas informaciones. El Gobierno de Mariano Rajoy, sin embargo, ha pasado de puntillas por el asunto pese a que los papeles del joven estadounidense, hoy refugiado en Rusia, tienen que ver directa o indirectamente con España.

En julio, el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, aseguró que transmitiría a Washington durante una visita a EEUU la preocupación del Gobierno por las informaciones sobre los pinchazos de la National Security Agency (NSA) a la misión de la ONU en Nueva York y a las embajadas de varios estados de la UE. En el Parlamento se han registrado hasta siete iniciativas distintas por parte de la Izquierda Plural, Grupo Mixto y UPyD demandando una explicación del Ejecutivo sin que por el momento haya respuesta alguna.

En agosto, el semanario alemán Der Spiegel, en un extenso artículo, explicaba, basándose en los documentos revelados por Snowden, que "la NSA define sus prioridades de inteligencia empleando una escala del 1 (gran interés) al 5 (bajo interés)". China, Rusia, Irán, Pakistán y Afganistán coparían el primer escalafón. Alemania y Francia estarían en niveles intermedios, "por encima de España o Italia". El Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al número dos de la embajada de EEUU en Madrid para pedirle una aclaración y nunca más se supo.

Más tibia aún ha sido la postura de España con respecto a las revelaciones de The Guardian sobre el Government Communications Headquarters (GCHQ). El diario británico, siempre gracias a la colaboración de Snowden, había informado a principios de junio sobre cómo esa agencia de inteligencia intervino los teléfonos móviles y los correos electrónicos de los asistentes a la reunión del G-20 que se celebró en Londres en 2009.

Reino Unido, según las filtraciones de Snowden, intercepta las comunicaciones de 14 cables trasatlánticos submarinos:


En siguientes informaciones, The Guardian fue poniendo en evidencia que gracias a la colaboración -voluntaria o no- de empresas de telecomunicaciones y por medio del programa Tempora, que permite almacenar metadata procedente de los cables trasatlánticos durante 30 días, habría interceptado las comunicaciones de varios de sus socios de la UE y hasta de las instituciones europeas. Suddeüstche Zeitung informó días después de que uno de esos objetivos del GCHQ era Alemania. Pero en realidad cualquier Estado europeo estaba expuesto al espionaje de Londres.

El diario alemán, manejando también los papeles de Snowden, aseguraba que Reino Unido tenía acceso a 14 de esos cables submarinos, por los que viajan las comunicaciones telefónicas y de internet de medio mundo. Londres, gracias a la colaboración de compañías como Vodafone o British Telecommunications (BT), habría espiado a Berlín a través del TAT-14, del SeaMeWe 3 y del SeaMeWe 4. Por su parte, la revista italiana L'Espresso aseguraba la semana pasada que el GCHQ habría estado espiando las comunicaciones de Italia a través de estos dos últimos.

Gibraltar y los cables 

El SeaMeWe3 pasa por el estrecho de Gibraltar y en el conglomerado de empresas a las que pertenece están Vodafone, BT y Verizon, que según The Guardian fue obligada a entregar datos de sus usuarios a las autoridades estadounidenses. Las tres también gestionan el Europe India Gateway, que hace contacto en la roca y finaliza en el puerto de Bude, en Cornwall, donde se encuentra el cuartel general del GCHQ y por donde han pasado los técnicos de la NSA para analizar sus logros en el campo del espionaje masivo. El TAT-14 también finaliza allí. 

Hay que recordar que España ya obligó a Verizon a desviar el tendido del Europe India Gateway hace tres años por afectar a áreas marinas protegidas y caladeros de pesca, así que es muy probable que Londres quiera evitar que se repita la jugada.


Otro de los cables trasatlánticos que pasa por el estrecho de Gibraltar, directo desde Palermo y haciendo parada en Estepona antes de finalizar en Reino Unido, es el Flag Europe Asia (FEA). Según Süddeutsche Zeitung es uno de esos 14 que han sido intervenidos por el GCHQ, junto al FEA. Eso, en la práctica, afecta a las comunicaciones de todos los países por los que pasa, incluido España. Ni el Ministerio de Interior ni el de Exteriores contestaron a las preguntas de este diario sobre este tema.

El típico incidente

Andy Mueller-Maguhn, fundador de buggedplanet.info, explica que además de utilizar a las empresas, otro modo de acceder a la información que contienen esos cables sería pincharlos directamente. "Manipular los cables submarinos es totalmente posible y la conexión puede ser interrumpida durante un corto espacio de tiempo para pincharlos. Esto explica muchos de los incidentes que hay entre submarinos y los cables y es un secreto a voces en la industria del espionaje [...] Normalmente, este tipo de operaciones se hacen en la costa, donde la profundidad es menor y se puede acceder a los cables más fácilmente", señala. El procedimiento, en cualquier caso, resulta un tanto cómico: "Todo depende del tipo de submarino y hay algunos de EEUU que están capacitados para ello. Un escenario típico sería provocar un incidente para distraer la atención, por ejemplo con un pesquero y una tripulación haciendo el imbécil. Ese espacio de tiempo necesario para reconectar el cable puede ser empleado para pinchar el cable en otro punto completamente distinto", asegura Mueller-Maguhn.

Por el Estrecho pasan constantemente submarinos británicos y estadounidenses. The Guardian, en otra de sus exclusivas, aseguró que la NSA pagaba cientos de millones de libras a la GCHQ para que le pasara la información que había obtenido gracias a Tempora. 

El creador de buggedplanet.info, experto en este tipo de tecnología, hace hincapié en que compañías como Glimmerglass comercializan productos que permiten no sólo acceder a una gran cantidad de datos de fibra óptica directamente desde los cables, sino también redireccionarlos al antojo del usuario. Uno de ellos es Cybersweep, que consigue diferenciar y monitorizar los datos provenientes de Gmail, Yahoo, Facebook, Twitter, Explorer o Firefox. Estas soluciones, combinadas con equipos de otras casas como Vastech, Atis Uher, Trovicor o Verint, que facilitan el análisis de la información intervenida, harían de ello la herramienta perfecta para el espionaje de los cables trasatlánticos.

Fuentes: El Confidencial Digital, Público, Libertad Digital, Economía Digital, El Mundo, La Razón y otros.

No hay comentarios: