viernes, 30 de diciembre de 2011

EL NUEVO GOBIERNO

Martín Ferrand en República.com dice que: va siendo hora, y lo exige la gravedad del momento, de que la seriedad y el rigor presidan nuestra vida política. El modelo .. sin concordancia entre los dichos y los hechos, no resulta muy útil y desacredita la condición representativa de las Cámaras. 

En cuanto a esta tesis, concordancia gobierno-dichos-hechos, hay que ver si el actual gobierno es capaz de llevarla a cabo. Vamos a ver qué se puede decir de cada uno de sus miembros:

Mariano Rajoy.- ..... el nuevo presidente del Gobierno tiene más condiciones para ser el jefe del Ejecutivo que el líder de la oposición. Sus cautelas, exasperantes cuando se contemplan en quien aspira a conseguir el poder, son virtud en quien lo ostenta. Comparado con su predecesor es un titán y, visto en el conjunto de los notables de la UE, no desmerece, salvo en el uso de los idiomas europeos. Nos anuncia una reducción de 16.500 millones en los gastos del Estado para equilibrar el Presupuesto; pero, según apuntan ya las primeras señales, esa reducción tendrá que ser, más o menos, del doble. Eso, en un país de sindicatos irresponsables y de una izquierda que prefiere la calle al Congreso para hacer política suele cursar con alboroto. En ellos le tomaremos a Rajoy su verdadera medida. ....

Soraya Sáenz de Santa María.- Un descubrimiento. Comenzó siendo una mosquita muerta, una muchachita de Valladolid, y llega a la vicepresidencia del Gobierno después de haber sido la leona del Congreso. Se puede apostar por ella.

José Manuel García-Margallo.- Seriedad, conocimiento y veteranía. Tres condiciones deseables – ¿exigibles? – en un titular de Exteriores. Hace muchos años, Pío Cabanillas citaba su nombre en una “lista de los 24 políticos de la derecha con perspectivas de futuro”.

Alberto Ruiz Gallardón.- En los muchos años que llevo atento al espectáculo político, el nuevo ministro de Justicia es uno de los tres o cuatro actores mejor dotados, con más cualidades, para el ejercicio público. Quiere que le quieran y esa es su única limitación importante. Si consigue devolverle a la Justicia Española la independencia que le quitó Felipe González, contribuirá a una de las tres grandes transformaciones que, temas económicos aparte, necesita el Estado. Suponiendo que no deje a la Justicia tan arruinada como ha dejado al Ayuntamiento de Madrid.

Jorge Fernández Díaz.- Un ministro de Interior siempre anda necesitado de cariño.

Luis de Guindos.- Fue, con José María Aznar, pieza clave en el resurgir tras la catástrofe económica con la que el felipismo cerró sus días. Un buen nombre para un cargo difícil, Economía, al que acredita lo mismo que le afean sus críticos desde el PSOE: sabe ganarse la vida lejos del presupuesto.

Miguel Arias Cañete.- Otro abogado del Estado en el equipo de Rajoy. El presidente se pirra por los altos cuerpos (al menos estos no tienen, como la mayoría de los ministros del PSOE, unos estudios de Sta Pepis). Arias tiene talento, fuerza, experiencia y sentido del humor. Triunfará en la UE en su calidad de ministro de Agricultura y etc.

José Manuel Soria.- Su experiencia política es larga y ha ocupado puestos en todos los niveles de la Administración. Es hombre serio y capaz. Tiene una cartera incómoda – Energía y etc. -, pero la llevará con garbo (merece dar en los morros al PSOE después de la infame campaña que le crearon).

Ana Mato.- La partitocracia tiene sus normas y, dado quienes han sido ministras de Sanidad con el PSOE, puede pasar (no es excusa, la ex esposa del dueño del Jaguar no debería ser ministra).

Ana Pastor. La lealtad en estado puro. Al frente de Fomento, el gran Ministerio del gasto, es un acierto una persona de su rigor y entereza.

Cristóbal Montoro.- Eso creo.

Pedro Morenés.- Eduardo Serra fue ministro de Defensa con González y con Aznar. No lo fue con Zapatero y le faltaba intentarlo con Rajoy. Lo ha conseguido bajo el “pseudónimo” de Morenés. Un paracaidista que, por si acaso, se ha quedado compuesto y sin CNI.

José Ignacio Wert. – Ideológicamente es muy posible que sea el menos puramente PP de todo el Gabinete y eso potencia su eficacia en el Ministerio fundamental que le ha sido encomendado – Educación –, de cuya transformación profunda depende el futuro de la Nación. Los otros dos epígrafes de su cartera – Cultura y Deporte – son tan innecesarios como imprescindible el primero.

Fátima Báñez.- Un buen nombre con magníficos avales (eso habrá que verlo aún, su experiencia es cero patatero).

En su conjunto, tenemos a la vista un magnífico Gobierno; claro que, en Política, todas las teorías son provisionales. Los hechos confirman o desmienten las hipótesis; .... es un buen reparto para la función que debe representarse. Comparado con el equipo al que sustituyen, el de Zapatero, parecen extraterrestres, una raza superior. Solo tienen ante sí un grave inconveniente, el desmembramiento del PSOE. Sin una buena oposición es más difícil llegar a ser un magnífico Gobierno.


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