La inmensa mayoría de españoles reclama que se mantenga e incluso incremente el actual modelo de Estado del Bienestar, aun a costa de tener que subir los impuestos, aboga por un papel muy activo del Gobierno en la economía y opta por incrementar el gasto público para salir de la crisis. Éstas son algunas de las conclusiones del Estudio Values and Worldviews que la Fundación BBVA
presentó este jueves. La encuesta examina un amplio conjunto de
percepciones, actitudes y valores de los ciudadanos de 10 países
europeos, y el resultado es que la población española se declara abiertamente intervencionista, es decir, prefiere mucho más Estado y menos mercado, por encima del resto de europeos.
Mantener el Estado del Bienestar
El informe refleja que, en el actual contexto de crisis, la mayoría de
europeos pide que se mantenga el Estado del Bienestar, aunque ello
suponga pagar más impuestos (en un país donde todo el mundo evade, querrán decir que paguen los impuestos otros). Así, por ejemplo, predomina claramente la
preferencia por contar con un amplio sistema de Seguridad Social, pero en España se acentúa esta preferencia de forma muy sustancial (81% frente al 66% en el promedio europeo).
Los
españoles también quieren que se incremente el gasto público en sanidad
(78%); en atención a discapacitados (75%), mayores (73%) y parados
(69%); en educación (65%) y en investigación científica (62%), con
mayorías muy por encima de la media europea ¿Y quién lo va a pagar cuando nos negamos al copago sanitario?
Más intervención estatal
Pero es que, además, defienden que el Estado debe jugar un papel más activo
en la economía (qué miedo, vuelta ala socialismo y la miseria del intervencionismo), más allá incluso de la provisión de
servicios públicos como la sanidad, la educación o las pensiones.
Así, a nivel europeo, entre el 55% y el 65% de la población cree que el Estado tiene "mucha" responsabilidad en asegurar la cobertura sanitaria, las pensiones y también controlar los beneficios de los bancos, pero en el caso de España este porcentaje oscila entre el 77% y el 86%.
De igual modo, entre el 64% y el 77% de los españoles cree que el
Gobierno tiene "mucha responsabilidad" en garantizar los depósitos
bancarios, mantener los precios bajo control y proporcionar una vivienda
"digna" a todos, una media muy superior a la del resto de Europa (entre
el 44% y el 47% de la población).
Por último, también la mayoría de europeos, aunque de forma menos
intensa cree que el Estado tiene "mucha" o "bastante" responsabilidad a
la hora de asegurar un nivel de vida "digna" a los desempleados,
controlar los beneficios de las empresas y controlar los salarios. Pero, una vez más, el porcentaje de españoles que se decanta por esta opción llega incluso a duplicar a la media europea.
Es muy escasa la proporción que no atribuye responsabilidad alguna al
Estado en el conjunto de asuntos planteados. Sólo llega a ser
significativa la proporción que cree que el Estado tiene "poca" o
"ninguna" responsabilidad en el control de los beneficios de las
empresas y de los salarios (aproximadamente 1 de cada 3 europeos), pero
en ambos puntos el porcentaje de españoles que reclama más intervención
estatal supera el 50%.
Así pues, los españoles destacan por una intervención más extendida e intensa del Estado frente
al promedio europeo: la amplia mayoría cree que el Estado debe tener
"mucha" responsabilidad en servicios vinculados al Estado de Bienestar,
pero también en otros que los desbordan, como el control de beneficios,
los precios o los salarios.
De hecho, aunque todos los europeos atribuyen un papel central al
Estado en el control de la economía, las opiniones se dividen respecto a
quién tiene la responsabilidad principal de asegurar un nivel de vida "digno" a los ciudadanos:
España, junto a Italia, son los países en donde una muy amplia mayoría
cree que el Estado debe tener esa responsabilidad. Por el contrario, en
Reino Unido y Países Bajos la mayoría cree que cada persona tiene la
responsabilidad principal en asegurar su nivel de vida.
Poco capitalistas
Por otro lado, el estudio revela que la media de acuerdo con la idea de que "la economía de mercado es
el sistema más conveniente para el país" supera los 6 puntos en una
escala de 0 a 10. Aun así, la mayoría también percibe que "la economía
de mercado es la causa de las desigualdades sociales", alcanzando 6
puntos de media en el promedio europeo.
Una vez más, España se coloca en una posición más crítica
respecto a la economía de mercado: las opiniones están más divididas en
torno a si es el sistema más conveniente (media de acuerdo de 5,2), al tiempo que expresan un mayor acuerdo respecto a que la misma es la causa de las desigualdades sociales (6,6).
Un punto relevante en este ámbito es que los europeos apoyan la diferenciación de los ingresos a partir del esfuerzo individual
(quien más y mejor trabaja más gana). En casi todos los países, la
mayoría cree que las diferencias en los niveles de ingresos son
necesarias para que quienes se esfuerzan más tengan ingresos más altos
que quienes se esfuerzan menos, percepción que se acentúa en Dinamarca y
Países Bajos.
España,
sin embargo, se aleja de la posición europea, con una mayoría (55%) que
aboga por ingresos más equilibrados con independencia del esfuerzo
personal frente al 42% que cree que los ingresos deberían diferenciarse
en función del esfuerzo).
Cómo solventar la crisis
Por último, mientras que el 39% de los europeos se inclina por hacer
ajustes con el fin de cuadrar las cuentas públicas, el 40% cree que es
mejor mantener o aumentar el gasto para estimular el crecimiento,
manteniéndose así muy igualadas ambas posiciones.
Pero de nuevo en España predomina especialmente la preferencia por mantener o aumentar el gasto público para estimular el crecimiento, con un 59%
de los encuestados frente al 2,1% que defiende los recortes de gasto
público (políticas de austeridad) para reducir el déficit y la deuda. En
este sentido, los españoles son los que menos se decantan por hacer ajustes para combatir la crisis.
De media, los españoles son más partidarios de que los gobiernos intervengan en diversos ámbitos
de la economía para superar la crisis, desde limitar los ingresos de
los ejecutivos de los bancos, hasta regular más a los bancos, incentivar
la contratación laboral de los jóvenes o aumentar los impuestos a
quienes más ganan por sus rendimientos de capital.
Los españoles destacan, además, por apoyar de forma mucho más intensa un mayor control sobre los bancos y el aumento de impuestos a
quienes más ganen y, en cambio, por un menor apoyo a medidas como la
flexibilización del mercado de trabajo o el aumento de impuestos al
consumo, siendo muy bajo el apoyo a inyectar capital a entidades
financieras con problemas.
¿Conclusión? La inmensa mayoría de españoles apoya el
Estado de Bienestar, aunque suponga impuestos más altos, e incluso aboga
por intensificarlo; defiende un mayor grado de intervención del
Gobierno en la economía, expresando una fuerte adhesión a medidas de
regulación (control de beneficios, regulación de bancos) y de estímulo
(subvencionar la contratación de jóvenes, aumentar la inversión
pública); y, además, se prefiere aumentar el gasto para estimular el
crecimiento antes que implementar recortes para cuadrar las cuentas
públicas.
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