jueves, 28 de marzo de 2013

LA PELIGROSA LACRIMÓGENA ADA COLAU Y SUS PROGRES ANTIDEMÓCRATAS

CONMOVERÍA a un muerto. Esa foto de Ada Colau en lágrimas reclamando la paralización de los desahucios, dándose toda ella en defensa de los más débiles, enternece a cualquiera. Casi me emociona a mí… Pero al final lo que provoca es arcadas. Cuando termine toda esta sucia campaña el resultado será que para poder gestionar un mercado de hipotecas que genere un legítimo beneficio a los millones de accionistas que tiene un banco y que han invertido sus ahorros de toda una vida en ser copropietarios de ese negocio, se hará necesario cobrar unos intereses mucho más altos que dificultarán las condiciones de acceso al crédito. Es decir, que el resultado de la operación de la señora Colau será que menos gente podrá acceder a las hipotecas, no más. Claro que a ella, que vive de alquiler, eso no le afecta.

Esta mujer, que recibe en twitter el respaldo de Arnaldo Otegi -y yo, como Hermann Tertsch, me preguntó por qué Otegi tiene twitter en la cárcel- es la que ha decidido impartir credenciales de demócrata a quien piense como ella. Está llevando la violencia del acoso hasta los domicilios de los servidores públicos con la única justificación de presionarles para que cambien su línea de actuación y en lugar de seguir el mandato recibido de sus electores en las urnas, obedecer las indicaciones de quienes fueron derrotados. Demócratas, se dicen. Y ello por una sola razón: Colau y sus comandos están en posesión de la Verdad, como lo estaban los Camisas Pardas. Así que quienes tenemos el privilegio de poder expresar nuestra opinión en ABC o en cualquier medio de comunicación podemos ir poniéndonos la venda, porque la herida está próxima: es idéntica la legitimidad que se tiene para presionar a un diputado sobre lo que tiene que votar y la que se requiere para acosar a quien manifiesta puntos de vista discrepantes con Colau. 

Si no plantamos cara a Lacrimógena Colau entre todos, discrepantes y adhirientes, todos seremos pronto sus objetivos. Porque con los impuestos de todos -3,75 millones de Euros, según la información de Javier Chicote en ABC- le hemos financiado un chiringuito para promover la revolución sostenida por el contribuyente. Ya se sabe. 

Vivimos en un tiempo en el que ante los problemas que debemos enfrentar, una parte de la población (la derecha, con perdón) se empeña en trabajar y en sacar adelante su familia y todos los necesitados que se le han ido adosando durante la crisis. Mientras que otra parte de la sociedad (la izquierda, con mucho más perdón) toma la calle para que la solución le venga dada. Porque de sacrificios propios, ni mijita, oiga. Que si eso funciona luego resulta una fórmula muy cansada. Y Lacrimógena Colau se quedaría sin posibilidad de seguir cobrando de nuestros impuestos. Vade retro.

Ramón Pérez Maura en ABC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tío, de veras que me pareces un mamarracho.

¿De veras piensas que endurecer las condiciones del préstamo hipotecario es un problema? Si precisamente es gran parte del problema que tenemos ahora.

Un saludo y que duerma bien.